La etapa que todo el mundo esperaba. A priori, Hautacam iba a ser testigo del desenlace de este Tour de Francia pero las ausencias de Froome y Contador, y la gran superioridad de Nibali van a dejar algo huérfana esta gran etapa, destinada a entrar en el Olimpo del ciclismo. Pero no todo es la victoria final, y es que hay mucho en juego todavía: podio, maillot blanco, maillot de la montaña, victoria de etapa... Lo que está claro es que habrá batalla.

Majka y Peraud, triunfadores pirenaicos

Y es que la etapa de ayer ha dejado todo por decidir. El gran beneficiado, a parte del ganador, Rafal Majka (TTS) que ya suma dos triunfos, fue Jean Christophe Peraud. Nibali demarró y el veterano francés le siguió para llevarse un gran botín en forma de segundos que le acerca al podio, teniendo en cuenta que es el mejor de los aspirantes que mejor va en la crono.

Dos colosos pirenaicos

Pero ya centrados en la etapa de hoy, una jornada no demasiado larga pero con mucha dureza, sobre todo al final. El inicio es engañoso ya que llevará a los ciclistas por un terreno pestoso, lleno de repechos y con dos altos de tercera categoría. Para la mitad del recorrido llega la traca final: el Col del Tourmalet se corona a 50 kilómetros de la meta y, nada más acabar el descenso, arranca Hautacam.

Los dos primeros altos de tercera no harán sino desgastar la carrera y permitir la formación de la escapada. Un terreno lleno de repechos entre los que se intercalan la Côte de Benejacq (3ª) y la Côte de Loucrup (3ª).

- Côte de Benejacq (3ª): 2.6 km de subida a 6.7%

- Côte de Loucrup (3ª): 2 km de subida a 7%

Tourmalet, el corazón del Tour

Tras el sprint especial, en Bagneres de Bigorre, donde el año pasado se imponía Daniel Martin, arranca el falso llano camino de iniciar el Tourmalet (HC). El coloso pirenaico es uno de los puertos más importantes y míticos del Tour de Francia, quizás el que más. Hogar de gestas y hazañas, en VAVEL repasábamos su descubrimiento. El organizador del Tour al inicio del siglo XX estuvo a punto de morir entre sus rampas nevadas. Además, ha sido hogar de gestas como aquella que dio a conocer a un joven Miguel Indurain, campeón de cinco Tour de Francia posteriormente.

Pero centrados en su perfil, son 17 kilómetros al 7,3 % de media. Una pendiente un tanto "normal" pero si decimos que los últimos siete kilómetros acumulan un desnivel medio del 9% la cosa cambia. El inicio es algo más suave, con zonas que podrían considerarse falso llano, en torno al 4%. Ese falso llano viene acumulado desde Bagneres de Bigorre, por lo que el desgaste es palpable. Tras cinco kilómetros más suaves, la pendiente suve hasta el 7-8% para acabar en un 10% casi constante a partir del kilómetro 10 de puerto. Desde ahí, rampas medias del 9 % y 10 % hasta legar a la cima, a más de 2100 metros de altura. En castellano denominado como "camino de mal retorno", el Tourmalet hace honor a su apodo.

Hautacam sentenciará

Tras un vertiginoso descenso, en Ayros-Arbouix arranca el último gran puerto del Tour de Francia. Hautacam no se queda demasiado lejos del Tourmalet en cuanto a leyenda, aunque está claro que no tiene la misma magnitud. Serán 13,6 kilómetros al 7,8%. Una pendiente mayor a la del Tourmalet pero también cuenta con menos logintud.

El puerto arranca con porcentajes cercanos al 6,5 % para llegar a su punto de máximo desnivel. El kilómetro siete, ocho y diez supera el 10% e incluso el 11%. Tras superar esta parte más dura, los últimos tres kilómetros son más suaves pero seguirán superando el 6,5 %, para coronar en medio de la gloria o de la desgracia. Y si antes hablábamos del Tourmalet como lugar de nacimiento del "mito" Indurain, aquí cerró un ciclo importante, perdiendo toda opción a victoria en el Tour de 1996.

Más sobre Pau y Hautacam

Más allá de lo meramente deportivo, vamos a conocer un poco más la ciudad de Pau y la meta de Hautacam. Pau, una ciudad en pleno corazón de los Pirineos, que ha acogido hasta en 65 ocasiones la carrera francesa. Esto la coloca, tras París y Burdeos, en la ciudad que ha acogido más salidas o metas del Tour. Entre los ganadores allí, destaca Pierrick Fedrigo, que tiene un idilio con la ciudad de Enrique IV, donde ha conseguido dos victorias. La ciudad, ubicada en los Pirineos atlánticos, tiene más de 80.000 habitantes. Además, está hermanada con la ciudad española de Zaragoza.

En cuanto a la cima de Hautacam, es otra de las cumbres habituales en el Tour, aunque solo ha sido final de etapa en cuatro ocasiones. Cerca de la ciudad de Lourdes, esta cadena montañosa de la región de Hautes-Pyrinees, ha visto ganar a Luc Leblanc (1994), Bjarne Riis (1996) y dos victorias españolas: Javier Otxoa (2000) y Juanjo Cobo, por descalificación de de Leonardo Piepoli, en 2008, en una etapa idéntica a la de hoy, con el Tourmalet y los dos puertos de tercera tras salir de Pau.

Victoria de Piepoli en Hautacam, posteriormente retirada por sanción. Fuente: AFP | Pascal Pavani.