Se acabó el Tour de Francia 2014. La ronda francesa echó el cierre tras 21 etapas y 3.664 kilómetros cargados de pasión, emoción, lucha, sufrimiento, mala climatología, caídas, lesiones, adoquines, puertos míticos, parajes asombrosos... ciclismo con letras mayúsculas. Una carrera de contrastes, con muchos vencedores y muchos derrotados, con ciclistas que han rendido por encima de las expectativas iniciales y otros que han decepcionado. Es el momento de reflexionar sobra la ronda gala y extraer conclusiones del espectáculo vivido.

Nibali, justo vencedor

El italiano ha ganado por aplastamiento. Su superioridad ha sido absoluta en todos los terrenos. En ningún momento ha visto peligrar su posición en la tabla y ha dominado con mano de hierro a todos sus rivales. Su carrera ha sido perfecta, desde el primer día hasta el último, desde el pavé de Roubaix hasta los finales pirenaicos, pasando por el Reino Unido, los Vosgos y los Alpes. Ha conseguido cuatro triunfos de etapa: Sheffield, La Planche des Belles Filles, Chamrousse y Hautacam, y ha vestido el maillot de líder durante 19 días. Las retiradas de Froome y Contador no pueden deslucir el triunfo de un corredor que entra por derecho propio en el Olimpo del ciclismo, un espacio en el que solo tienen cabida los más grandes.

(Foto: Le Tour)

El resurgimiento del ciclismo francés

17 años llevaban los franceses sin ver a un compatriota suyo en el podio final de París. Richard Virenque ostentaba ese honor. El escalador nacido en marruecos y nacionalizado francés quedó en segunda posición en el Tour de 1997, por detrás del alemán Jan Ullrich.

Los franceses no pisaban el podio de París desde 1997

Los podios de Jean-Christophe Péraud y Thibaut Pinot, y la gran actuación de Romain Bardet, vuelven a ilusionar a un país que ha tenido que vivir una interminable travesía por el desierto y que empieza a divisar la luz al final de un túnel que parecía eterno. Péraud, un joven veterano, Bardet y Pinot son solo la punta del iceberg de una generación fantástica, con unas posibilidades infinitas, capaz de brillar en todos los terrenos y que cuenta con grandes corredores como Warren Barguil, Démare, Bouhanni, Coquard, Elissonde, Alaphilippe, Senechal, Gallopin... Ahora solo falta que el público francés tenga paciencia y no cometa los errores de antaño sobrepresionando a sus jóvenes promesas en la búsqueda del nuevo Bernard Hinault.

Las caídas, jueces de la carrera

Las caídas y las lesiones son parte del ciclismo. El peligro está ahí, presente en todo momento, y no entiende de favoritos o corredores expertos. Esta edición del Tour de Francia ha sido una de las más accidentadas de los últimos tiempos. Alberto Contador y Chris Froome, los dos grandes aspirantes al triunfo final con permiso de Nibali, se vieron obligados a abandonar la prueba por sendas caídas. El británico se cayó tres veces en dos días, y se retiró en la quinta etapa antes de atravesar el primer tramo de pavé con las dos muñecas fracturadas. El pinteño se fue al suelo en la parte final del descenso del Petit Ballon, en la décima etapa, fracturándose su tibia derecha.

(Foto: Le Tour)

Mark Cavendish, Andrew Talansky, Andy Schleck, Matthias Frank, Darwin Atapuma, Jesús Hernández, Dries Devenys o Janier Acevedo son otros ciclistas que se vieron obligados a abandonar la carrera debido a las caídas.

Kittel reclama el puesto de Cavendish

Marcel Kittel es el sprinter de moda. El ciclista alemán posee todas las cualidades que necesita un hombre rápido: fuerza bruta, explosividad y un gran equipo a su servicio. El teutón ha vuelto a ser el gran dominador de las llegadas masivas y ha repetido los cuatro triunfos que sumó en el Tour del 2013; también ha repetido el hito de ganar la primera y la última etapa de la ronda gala.

El ciclismo español se marcha con las manos vacías

Desde 1979 no se iba el ciclismo español de vacío de Giro y Tour

El ciclismo español llevaba 35 años sin irse de vacío tanto del Giro de Italia como del Tour de Francia. La baja de Alberto Contador fue clave. El madrileño partía como uno de los máximos favoritos a la victoria final. Su abandono dinamitó muchas de las opciones de éxito de los españoles. Con el madrileño fuera de combate, la responsabilidad recayó sobre los hombros de Alejandro Valverde. El murciano completó una carrera muy seria, sin errores ni percances, pero la última semana se le hizo eterna. El podio se le escapó en la crono final disputada entre Bergerac y Perigueux. El veteranísimo Haimar Zubeldia consiguió su quinto top-ten en su participación número trece. El guipuzcoano acabó octavo en la general final tras adelantar a Ten Dam y Mollema en la última contrarreloj.

Dos hombres entre los diez primeros, cuarto y octavo, pero la sensación de que el futuro del ciclismo español se va tiñendo de color negro ante la ausencia de un relevo generacional de garantías.