Roman Kreuziger volverá a ponerse el dorsal en esta última parte de la temporada. El ciclista checo será de la partida en la Vuelta a Polonia, que comienza el próximo domingo. Así lo ha decidido la dirección deportiva de Tinkoff-Saxo, según recoge Cyclingnews, en vista de la ausencia de nueva información de la UCI relativa a esta investigación.

Kreuziger no pudo correr el Tour de Francia tras ser apartado de su equipo justo una semana antes del comienzo de la ronda, el pasado 28 de junio. La razón de esta decisión estribaba en la negativa de la CAFD (autoridad antidopaje de la UCI) a su argumentación sobre los resultados anómalos de su pasaporte, entre marzo y agosto de 2011 y abril y mayo de 2012 (Tour 2011 y Giro 2012).

El organismo antidopaje informó al corredor, el pasado 30 de mayo, de la apertura de un proceso sancionador contra él. Kreuziger decidió entonces, en acuerdo con su equipo, no correr hasta que no se resolviera su caso. Un mes después, la UCI no se ha pronunciado sobre el asunto y Tinkoff ha determinado que uno de sus corredores estrella vuelva a la competición.

Aparte de Polonia, el checo tiene previsto correr la Vuelta 

“Roman está dentro del plantel”, indicó Stefano Feltrin, director de la formación, al portal británico. “Hemos hablado con él y nos ha dicho que no tiene nueva información sobre su caso, por lo que no podemos dejarle parado hasta que no haya evidencias concretas”, explicó.

De esta manera, el checo formará parte del bloque para la ronda World Tour polaca. Feltrin tampoco descarta que corra la Vuelta a España a partir del 23 de agosto, donde tendrá galones. “Si la situación no cambia podría hacerla. Somos también conscientes que tiene una defensa que preparar y eso puede afectar a su rendimiento, pero está listo para competir”, aseguró el preparador italiano.

Por último, Feltrin insiste en que están cumpliendo escrupulosamente con sus normas internas antidopaje y con las cláusulas del contrato del corredor. “Desde el punto de vista jurídico, de momento es inocente hasta que se demuestre lo contrario”, remarcó. “No vemos ningún punto contrario a que Roman no pueda correr, ni en su contrato ni en los protocolos de la UCI”, sentenció.