Haimar Zubeldia no es el ciclista más rápido del pelotón, tampoco es el que más sube ni el que más cronea, y ni mucho menos es el corredor más valiente y ofensivo. Pero el guipuzcoano tiene un don, el don de la regularidad. El exciclista de Euskaltel se conoce a la perfección y sabe dosificar sus energías para evitar momentos de crisis extrema. Cuando algunos de los favoritos revientan totalmente vacios, él continua a su ritmo, sin llevar su cuerpo al límite, haciendo uso de su motor diésel. Comienza las carreras en un segundo plano, alejado de los focos de atención mediática y de las quinielas de favoritos, como gregario de lujo para sus líderes, pero acaba convirtiéndose en el hombre fuerte del equipo para la clasificación general.

Consigue buenos resultados sin grandes alardes, su forma de correr no es la más atractiva del pelotón, no enamora al aficionado, pero es efectiva como pocas. Sus resultados en el Tour de Francia hablan por sí mismos: 13 participaciones y cinco top ten. Quinto en 2003, octavo en 2006, cuarto en 2007, sexto en 2012 y octavo en 2014.

Se ha convertido, con 13 participaciones, en el ciclista español que ha disputado más ediciones del Tour, superando las 12 de su ídolo Miguel Induráin, y del eterno "Chente" García Acosta. Con 11 participaciones encontramos a Francisco Galdós y a Pedro Delgado, mientras que Federico Martín Bahamontes, Luis Otaño, José Luis Arrieta, Carlos Sastre, Juan Antonio Flecha y José Iván Gutiérrez se pusieron el dorsal en la prueba francesa en diez ocasiones.

El logro de conseguir cinco puestos entre los diez primeros del Tour, bien es cierto que sin ninguna victoria, le pone a la altura de ciclistas como Federico Martín Bahamontes y Alberto Contador, sin sanciones; únicamente le superan Carlos Sastre y Miguel Induráin con seis, y Perico Delgado con ocho.

Un idilio que comenzó en 2001

Haimar Zubeldia debutó como ciclista profesional en 1998, en las filas del Euskaltel-Euskadi, pero hasta el año 2001 no acudió al Tour de Francia. Debutó en la carrera el mismo año que lo hacía su equipo. El guipuzcoano consiguió llegar a París y acabó la carrera en el puesto 73º. El conjunto vasco logró su primera victoria en la ronda gala de la mano de Roberto Laiseka, que se anotó la 14º etapa con meta en Luz-Ardiden.

En 2002 dio un paso al frente acabando entre los 40 primeros; pero su explosión definitiva se produjo en 2003. Esa temporada fue una de las mejores para el Euskaltel. Iban Mayo ganó tres etapas y la general de la Vuelta al País Vasco, fue segundo en Lieja y se anotó dos etapa, el prólogo y la jornada con final en Morzine, del Critérium del Dauphiné, acabando segundo en la general por detrás del todopoderoso Lance Armstrong. Mayo era la cara de un Euskaltel que acudía al Tour con las máximas aspiraciones. Pero el mejor naranja de aquella edición fue Zubeldia. El de Usúrbil se codeó con la flor y nata del ciclismo mundial y acabó quinto por detrás de Armstrong, Ullrich, Vinokourov y Hamilton. Iban Mayo hizo sexto y se llevó la etapa de Alpe d'Huez. Una edición fantástica para los vascos, que años después quedó manchada, como todos los Tours de Lance Armstrong, por el dopaje.

Foto: Cyclingnews

En 2004 no puedo repetir su actuación por culpa de las caídas. Un año más tarde regresó al Tour pero no pasó de un discreto decimoquinto puesto. La temporada siguiente volvió al top ten consiguiendo la octava plaza. En 2007 logró su mejor clasificación en la carrera, fue 4º tras la descalificación de Levi Leipheimer. A diferencia de otras ediciones, Zubeldia consiguió su puesto en la general merced a una fuga camino del Loudenvielle. Un día recordado por la victoria del kazajo Vinokourov, que sería expulsado de la carrera tras dar positivo por una transfusión sanguínea, y por los cuatro ataques de Contador a Rasmussen en las rampas del Peyresourde.

En 2008 tuvo una actuación muy discreta en el Tour, y al finalizar la temporada decidió dejar el equipo de sus amores para enrolarse en el Astana de Johan Bruyneel. Asumió el rol de gregario de Contador y Armstrong en el Tour de 2009. En 2010 Bruyneel y Armstrong crearon un nuevo equipo, el RadioShack, por el que también fichó el guipuzcoano. Pero una dura caída en Dauphiné le impidió correr el Tour. En 2011 fue 16º y en 2012 8º, volviendo a ser el mejor corredor de su equipo. En sus dos últimas temporadas se ha aprovechado de mal momento de los hermanos Schleck para salir del anonimato y volver a tomar las riendas de un equipo descabezado y falto de referentes.

A sus 37 años, el hombre récord del ciclismo español en el Tour de Francia, mantiene su ilusión intacta y ya piensa en la que será su 14º participación: "Volveré. No sé si el Tour es mi carrera, lo que sí sé es que mi carrera la he hecho en torno al Tour. El Tour te emociona siempre, cada año es diferente. Todavía no he notado ningún tipo de bajón a pesar de mis años, me siento bien físicamente y lo que es más importante, tengo ilusión".

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Sobre el autor
Andreu Valentin Torrecilla
Apasionado del deporte en todas sus modalidades. Escribo de ciclismo y sobre el FC Barcelona. Puedes leer mis opiniones en @AndreuVt. Contacto: [email protected].