Las penas son menos penas con victorias. Alejandro Valverde se impuso en solitario en la edición número 34 de la Clásica de San Sebastián, aventajando en 14" a Bauke Mollema (Belkin), Joaquim Rodríguez (Katusha) y Mikel Nieve (Sky).

El ciclista murciano supo abstraerse de las críticas tras su "decepcionante" actuación en el Tour de Francia y recuperó su golpe de pedal para anotarse la décima victoria de la temporada y encaramarse a lo más alto de la clasificación del Pro Tour. Un triunfo rotundo y necesario que se fraguó en el ascenso, pero sobre todo, en el descenso del Observatorio Metereológico de Igeldo. Una actuación superlativa de un ciclista irrepetible, capaz de brillar y dar presencia a su equipo en la mayoría de las pruebas del calendario.

Valverde lleva una temporada de clásicas espectacular, con triunfos en la Vuelta a Murcia, la Roma Máxima, el Gran Premio Miguel Indurain, la Flecha Valona y la Clásica de San Sebastián, a los que hay que sumar el Campeonato de España Contrarreloj y la General y tres etapas de la Vuelta a Andalucía.

La clásica estrenaba final con la inclusión de la subida al Observatorio Metereológico de Igeldo, a escasos 8 kilómetros del final. Una subida corta, dura y explosiva, con 2,5 kilómetros a una media del 9% y tramos del 20%.

El peleón por excelencia del pelotón, Amets Txurruka (Caja Rural - Seguros RGA), volvió a ser el protagonista de la fuga del día. El combativo corredor vasco se escapó en el kilómetro 27 de la clásica y fue capturado en la subida a Jaizkibel, a 60 kilómetros de la línea de llegada. A esas alturas de la carrera ya habían abandonado ilustres como Gilbert o Sagan.

Tras cazar a Txurruka se intensificaron los ataques. Lo probaron De Marchi (Cannondale), Montaguti (Ag2R), Visconti (Movistar), David López (Sky), Alberto Losada (Katusha), Laurens Ten Dam (Belkin), Jan Bakelants (Omega) y Michael Albasini (Orica). Pero el Movistar no quería sorpresas y capturó a los fugados antes de coronar por segunda vez el alto de Arkale.

Katusha tensa, Valverde se exhibe

Andriy Grivko (Astana) fue el último valiente en intentarlo en el llano entre Arkale y la subida final a Igeldo. Pero la carrera estaba totalmente controlada por Movistar, con los hombres de Katusha asomando en las primeras posiciones.

La aventura del ucraniano llegó a su fin antes de la inédita cota final. Alexander Kolobnev fue el primero en probarlo, el ciclista ruso del Katusha atacó en las primeras rampas de la subida a Igeldo. Los rusos preparaban el terreno para el más que previsible ataque de su líder, Joaquim Rodríguez. Las cartas estaban sobre la mesa, el grupo delantero era un auténtico avispero. Mikel Nieve (Sky) y Michael Albasini (Orica) salieron a la caza de Kolobnev. El ciclista vasco dejó a sus compañeros de fuga y se marchó en solitario. Por detrás se movían los dos máximos favoritos, "Purito" Rodríguez y Alejandro Valverde.

Se formaba un trío en cabeza con los tres españoles. Purito tensaba pero Valverde respondía con una agilidad asombrosa, mientras que Nieve perdía unos metros. Por detrás perseguían Adam Yates (Orica) y Bauke Mollema (Belkin). La selección estaba hecha. Tras los primeros metros del descenso se producía el reagrupamiento, el grupo de favoritos se había reducido a cinco hombres.

Pero Valverde tenía otros planes. Balaverde se lanzaba a "tumba abierta" en una bajada técnica, un descenso para valientes en el que iba abriendo hueco metro a metro, pedalada a pedalada, curva a curva. El británico de Orica trataba de seguir la rueda del de Movistar pero se iba al suelo en una curva cerrada. Valverde lo tenía hecho. El murciano tuvo tiempo de celebrar su triunfo en el Boulevard de San Sebastián. Una victoria de fuerza, un triunfo de raza, un puñetazo sobre la mesa que le sirve para reafirmar su condición de ciclista "especial". La Vuelta a España y el Mundial de Ponferrada están a la vuelta de la esquina y Alejandro Valverde tiene aún mucho ciclismo en sus piernas.

Clasificación

Video de la victoria de Valverde