Hace poco más de un mes Rafal Majka se lamentaba, se quejaba y criticaba a su equipo por la "precipitada" decisión de correr el Tour de Francia, sin preparación alguna, debido a la ausencia de Roman Kreuziger. Pero lo que Majka no sabía es que, tras un Giro de Italia más que correcto, el Tour le tenía preparada otra sorpresa: nada menos que dos victorias de etapa y un gran protagonismo tras el abandono de su líder.

Lo que son las cosas, de quejarse a soñar, de las vacaciones a la competición, de la "playa" a la victoria. Este mes de julio (y lo que llevabamos a agosto) ha sido de lanzamiento para Majka: un corredor con mucha valía, como ya se había visto en el pasado, pero que aún no había convencido como líder sólido. Pues a día de hoy, Majka se calza las botas para salir a ganar, con un equipo a su disposición y unas cualidades excelentes para la montaña y para las carreras.

Victoria de Majka en el Tour | Fuente: ASO - X.Bourgois.

Eso ha demostrado tanto ayer como hoy en el Tour de Polonia. La carrera de su país. Esa que ha visto como, diez años después, un ciclista polaco ganaba en casa. Pues hoy, Majka ha repetido y se ha lanzado a por la carrera. Como un gran líder, ha sabido manejar la carrera desde el principio, apoyándose en un ritmo fuerte de su equipo para rematar en la parte clave, esa en la que el ciclista se queda solo y depende de sí mismo para triunfar.

Majka avisó a sus rivales con un demarraje en la penúltima subida pero los remató en la subida final, saliendo con fuerza y potencia y sin dejar margen a sus rivales que se iban retirando sin poder seguir su rueda. Y es que lo de Majka es "ESPECTACULAR", tal y como se describe, en polaco, en el titular de la crónica.

Etapa con "dientes de sierra"

La sexta y penúltima etapa del Tour de Polonia era la más montañosa de la carrera polaca. La jornada arrancaba desde el Centro Termal de Bukovina para afrontar una zona con repechos en Zakopane y entrar en el circuito final. Un circuito de 38 kilómetros, al que se tenían que dar cuatro vueltas. En cuanto a los altos, tres cotas componían el circuito: Zab (4,5 km al 7%), Sciana Bukovina (5,5 km al 7,5%) y Bukovina Tatrzanska (5 km al 6%). Los dos primeros puntuaban como puertos de primera categoría mientras que este último no era puntuable aunque en sus rampas se situaba la línea de meta.

La salida fue muy rápida pues muchos equipos querían meter a sus hombres en la escapada, la mejor de la semana. Michael Matthews (OGE), Matteo Bono (LAM), Boris Vallee (LBL) e Iban Balykin (RSV) pero sin suerte. Poco después, Damiano Caruso (CAN), Christian Meier (OGE) y Maciej Paterski (CCC) saltaban del grupo y conformaban el grupo cabecero. Poco a poco, el pelotón consintió la escapada y fueron más aventureros los que demarraron.

Los rusos, motivados ante una carrera cerca de su país y ante una gran oportunidad en una carrera World Tour se aliaron y salieron tanto Sergey Lagutin (RSV) como Sergey Chernetski (KAT). Alexis Vuillermoz (ALM) también se sumó a los dos compatriotas y llegaron hasta el grupo cabecero. Los últimos en atacar fueron Johanness Frohlinger (GIA) y Davide Malacarne (EUC). Escapada formada y, poco a poco, fueron haciendo camino por las colinas polacas.

Paterski sentencia la montaña

Uno de los protagonistas de la carrera, Maciej Paterski había conseguido lo que quería: se había metido en el corte bueno y seguiría acumulando puntos para el maillot de la montaña, que ha sentenciado en la jornada de hoy. Ha dominado las cinco primeras ascensiones y ha sido segundo en la sexta, donde venció Lagutin. Hasta que las fuerzas le han faltado.

El ejercito de Majka controla la carrera

El hueco se ha mantenido, durante toda la carrera, entre los tres y cuatro minutos. Una renta consentidad por el pelotón, sabedor de que no tendría problemas para neutralizar al grupo de cabeza. A falta de dos vueltas Tinkoff puso una marcha más y la renta comenzó a bajar de los tres minutos. Todo en preparación para Majka que hablaba y hablaba con sus compañeros. Gavazzi (AST) probaba un ataque suicida que lograba medio minuto con el pelotón pero que no lograba contactar con los de cabeza

Llegaba la última vuelta. Solo dos subidas y la ascensión final separaban a Majka del segundo triunfo en su país. Su equipo puso toda la carne en el asador para reducir la renta que se situaba en 1:15 al inicio de la ascensión al Zab (1ª). En el puerto, Meier y Vuillermoz se mostraban como los más fuertes y se iban hacia adelante. Caruso pudo seguir su ritmo pero el resto, poco a poco, fue neutralizado. Paterski pasó por la pancarta de la montaña para recoger los últimos puntos y se rindió. El trabajo estaba hecho e iba a ser el vencedor de la clasificación de la montaña.

El grupo principal, encabezado por el ejército amarillo de Tinkoff se echaba encima de los escapados y los neutralizaba con susto de Caruso incluido, a punto de llevarse puesta a una señora a pie de asfalto.

Batalla de 'capos'

Se iniciaba la subida a Sciana Bukovina (1ª), la subida más dura del día. La rampa del 22% esperaba en la mitad de un puerto que ya habían pasado tres veces. Tinkoff ponía un ritmo fuerte en una zona de repechos, de carretera estrecha y asfalto en malas condiciones. No querían sustos. Querían llevar cómodo a su líder en medio de los bosques polacos. Vakoc aguantaba el tirón. El líder iba en el grupo principal aunque al llegar las rampas más duras todo cambiaba.

Caruso asoma, Majka avisa

El ritmo amarillo era excelso, tanto que apenas permitía ataques. Giampaolo Caruso (KAT) asomaba para lanzar un ataque, intenso a la vez que lento por el gran porcentaje de la subida. Cogía unos metros con el pelotón siendo esto un gran avance dentro del gran ritmo que llevaba la carrera. Mientras tanto, Peter Vakoc (OPQ) sufría. El líder empezaba a pagar el desgaste y la dureza. Otros como Samuel Sánchez (BMC) sufrían en las máximas pendientes.

Todo esto eran los prolegomenos del ataque de Majka. El polaco saltaba con autoridad a dos kilómetros de la cima y alcanzaba al Katusha con suma facilidad. Como un juego de niños. Izaguirre (MOV) salía también a la rueda del polaco y Warren Barguil (GIA) tampoco quería quedarse atrás. En un último kilómetro de falso llano se consolidaba un grupo mayor con la llegada de hombres como Gesink, junto con su compañero Nordhaug (BEL), Niemiec (LAM) o Poels (OPQ).

Barguil se exhibe

En el descenso, el noruego de Belkin saltaba para intentar ayudar a Gesink en la subida final pero Barguil se solapaba a su rueda convirtiéndose en el protagonista de la aproximación a la última subida. Un descenso con mala carretera, húmeda y con baches que fue aprovechado por el francés que se la jugó. El de Giant consiguió unos segundos y exhibió un espectacular ciclismo de ataque en una zona de repechos y bajadas. Como el mismísimo Vincenzo Nibali, Barguil recordó al Tiburón por su carácter ofensivo y por intentarlo en cada metro de terreno, sea ascendente o descendente.

Poco a poco, en el descenso se iba a imponer la lógica y el grupo más grande, que venía por detrás con el líder Vakoc, Samuel Sánchez, Andrey Amador, Intxausti...se iba a unir a los de cabeza mientras Barguil seguía con algunos metros de distancia.

Batalla final en Bukovina Tatrzanska

Pero todo llegaba unificado a las primeras rampas del puerto. Un grupo de unas 25 unidades se la iba a jugar en la subida pero había algunos que no estaban bien con ese ritmo. El líder Vakoc iba a sufrir en el primer repecho de puerto. Sin compañeros, el checo intentó minimizar la pérdida en meta. Maja solo tenía a un compañero, que era quien marcaba el ritmo en una zona abierta, a una buena velocidad. Todos miraban al polaco, todos temían su embestida y todos sabían que iba a atacar, pero nadie sabía como pararle.

A dos kilómetros de meta, Rafal Majka volvía a lanzar uno de sus espectaculares ataques. Era una zona de mucha pendiente pero el polaco impuso un demarraje sostenido, con potencia y un ritmo que acabó por sacar de punto a Izaguirre, que dejó su rueda para resguardarse al amparo del grupo. Poco a poco, el de Tinkoff fue sacando metros al grupo perseguidor hasta tener una renta suficiente que le permitió contemporizar y mirar hacia atrás en la zona final, más tendida. Solo Intxausti e Izaguirre buscaron alcanzar al polaco pero nada, imposible.

Nadie pudo con Majka que tuvo tiempo para saborear la victoria aunque los españoles, que entraron segundo y tercero, lo hicieron a solo diez segundos. El grupo con el resto de favoritos entró a veinte segundos, encabezado por un desaparecido Riblon (FDJ). El grupo del líder, que llegaba junto con Samuel Sánchez o Amador, entraba a 50 segundos.

Por tanto, victoria y liderato para Majka que ha sabido dominar todo en esta etapa: controló, desgastó, demarró y consolidó para colocarse como nuevo maillot amarillo y máximo favorito a hacerse con el triunfo mañana. El equipo Movistar lo volvió a intentar pero el polaco está de dulce: gana todo lo que se propone.

Clasificaciones tras la sexta etapa

Última y decisiva etapa

Y mañana se juega la carrera en la contrarreloj individual de Cracovia. Los grande favoritos buscarán la victoria en un recorrido sin apenas complicaciones. Veremos a ver si Majka puede rematar el trabajo realizado o algín ciclista que vaya bien contra el reloj como Izaguirre, Riblon o Niemiec puede inquietarle.

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