Las Montañas Rocosas volvieron ayer a supurar ciclismo entre sus cimas, sus valles, sus cañones. Utah dejó paso a Colorado como escenario, pero el mismo argumento ciclista se repite. Etapas cortas, nerviosas, con gran altura y desnivel. Sin pinganillos. Es el estilo del circuito norteamericano. Gran componente nacional en el pelotón, algunas figuras de calado, recorrido atrayente y competición imprevisible. El márketing y el modo de vida americano hacen el resto. A pesar de su corta vida (tres ediciones), el USA Pro Challenge se ha interiorizado en el calendario y progresa a buen ritmo.

Como primer aperitivo, una corta etapa de 98 km. por los alrededores de Aspen, a más de 2.000 metros de altitud, que sufrió alguna que otra modificación con respecto a la del año pasado. Tres vueltas a un circuito de 32 km. que incluía dos subidas: una más larga y tendida, llamada Snowmass Village, y otra más explosiva, McClain Flats, nueve kilómetros después. La llegada era favorable y podía dar lugar a reagrupamientos, pero las dos tachuelas harían daño.

Los equipos de casa no tardaron en mover sus fichas. UnitedHealthcare, SmartStop's, Jamis Hagens o Jelly Belly se dispusieron en modo caravana publicitaria para animar los verdes valles de Colorado. Siete corredores, la mayoría estadounidenses, mantuvieron rentas que no sobrepasaron los dos minutos. Por detrás, el control recaía en un marcial Cannondale, que guardaba a Viviani.

La situación se mantuvo casi imperturbable hasta la última vuelta. A la altura del último paso por McClain Flats, Jacques-Maynes (Jamis-Hagens) rompió la jerarquía del grupo de cabeza y se marchó en solitario. Tras él, Norris (Drapac), Lemus (Jelly Belly), Daniel (Bissel) y Cooke (Jamis-Hagens) lo persiguieron sin demasiado convencimiento. En retaguardia, saltaron las alarmas y Garmin se activó en la subida final, tirando del grupo, cada vez más mermado.

Voigt impone otro ritmo

Las formaciones World Tour se metieron de lleno en la pelea, pero la última ascensión había dejado el grupo en menos de 20 corredores y los trenos se esfumaron, dando cancha a los aventureros. La aparente solidez de BMC, con Van Garderen a la cabeza, sólo valió para eliminar a un Voigt más efectista que efectivo. Javier Megías, el madrileño del Novo Nordisk, sorprendió al descontrolado grupo a tres de meta. Fue un ataque potente, de los que obligan a ofrecer un punto más por detrás.

En esta tesitura apareció Jens Voigt. Imperturbable, eterno. Uno de los motores más efectivos y longevos del profesionalismo. Atacó, siguiendo esos dictados tan anárquicos, perfectamente interiorizados en sus piernas. En un suspiro fulminó los retazos de la escapada y se inició otra carrera diferente.

BMC no ejerció el control necesario para impedir las apuestas de Megías, Reijnen y Howes

Los hombres de Ochowicz no estuvo a la altura de esa exigencia y el vacío en el poder fue aprovechado por otro espontáneo, Kiel Reijnen. A pesar de poseer una destacada punta de velocidad, el americano no esperó a la volata y demarró para intentar neutralizar a Megías, que llegó al arco del último kilómetro con quince segundos de ventaja. Por detrás, el a la postre ganador se llevó por delante a Alex Howes y llegaron a la altura del español, al que ya no le quedaban más extras.

Fue una resolución precipitada, descontrolada, de las que tanto se prodigan en estas latitudes. Reijnen hizo valer su mejor capacidad de definición para adelantar a su compatriota en los últimos metros, recogiendo triunfo parcial, el segundo del año, y liderato. El Pro Challenge ha comenzado como se dejó el pasado año, ofreciendo un ciclismo diferente, con cambios de escenario y finales vibrantes. En el siguiente episodio llega la alta montaña, con el primer final en alto.

Clasificaciones

Vídeo de la victoria de Reijnen

La etapa de hoy (Aspen - Crested Butte. 169 km.)