Y llegó la montaña al USA Pro Challenge. Llegaron esos puertos interminables, que suben hasta los más de 3000 metros de altitud y que junto al calor pueden parecer agónicos a más de uno. Pero a quién no parece afectarle esto es a Tejay Van Garderen (BMC), que ya ganó este USA Pro Challenge el año pasado y que conoce estas carreteras, estos puertos agónicos y este calor típico de Colorado. Unos conocimientos que ha puesto en práctica para soltar de rueda a un corredor inexperto en estas carreras, el polaco Rafal Majka.
Es la segunda victoria de la temporada para el americano. La primera llegó en Vallter 2000, durante la disputa de la Volta a Catalunya. Pero aquella fue una victoria muy diferente. La condición de outsider le permitió saltar del grupo y alzar los brazos en mitad de la niebla. En Monarch Mountain los ha podido levantar con un sol de justicia y con la condición de uno de los máximos favoritos, algo que no le ha pasado factura.
La victoria se ha fraguado en el último kilómetro, con un potente arreón que solo ha podido aguantar el polaco del Tinkoff. Con la respiración del polaco detrás de él durante todo los restantes 1000 metros, esperó al sprint y le sacó de punto demostrando quién era el más fuerte. Después del grupo de Van Garderen y Majka llegó a 20 segundos Serghei Tvetcop (Jelly Belly) y a 24 el grupo formado por Ben Hermans (BMC) y Tom Danielson (Garmin). En Monarch Mountain, un puerto tendido y sin grandes desniveles, el ganador prefirió hacer un ataque de ritmo antes que uno explosivo, que por suerte para él le ha permitido tomar la directa en la carrera y convertirse en el hombre a batir a partir de ahora.
Fuga difícil
La carrera salió rapidísima, fruto de los numerosos ataques desde el pelotón y las numerosas neutralizaciones. Los interesados en formar parte de la fuga veían como sus intentos eran en vano una vez que en el pelotón eran avisados de la peligrosidad de sus movimientos. UnitedHealthcare se puso a controlar los intentos de fuga con un importante ritmo, pensando en los dos sprints bonificados, puesto que el maillot de líder de los puntos era Kiel Reijnen.
Así se llegó con el grupo totalmente compacto a la falda de Monarch Pass, un puerto tendido con un desnivel del 6% y de casi 16 km que llegaba hasta los casi 3500 metros de altitud.
Monarch Pass abre la lucha
Abandonando el terreno llano y con la llegada de las rampas, Monarch Pass iba a revolucionar la carrera. Janier Acevedo (Garmin) fue el primero en probarlo y su intento resultó exitoso. Con tres minutos de escapada ya tenía medio minuto de diferencia. Iban descolgándose los corredores del grupo a medida que pasaban los metros, y Acevedo seguía aumentando su renta.
El ritmo de caza y la velocidad de los kilómetros previos pasaron factura a los compenentes de la escapada y al pasar por la pancarta de cinco para la cima, el grupo de los favoritos se había reducido a solo once unidades, y Alex Howes (líder hasta la jornada de hoy) ya andaba cortado. Lon once corredores eran: Tejay Van Garderen y Ben Hermans (BMC), Rafal Majka, Michael Rogers y Pawel Poljanski (Tinkoff - Saxo), Frank Schleck (Trek), Tom Danielson (Garmin), Bartosz Huzarski (NetApp), Lucas Euser (UHC), Carter Jones (Optum) y Clement Chevrier (Bissell), a los que luego se les unió Acevedo poco antes de coronar.
De esos doce corredores en cabeza, poco después se descolgaron Schleck, Euser, Chevrier y Huzarski, dejando la cabeza en ocho unidades. El ritmo del grupo continuaba siendo alto y Ben Hermans se iba por delante estratégicamente, al que no dudó en seguirle Acevedo. Así, para futuros ataques de sus líderes, tanto BMC como Garmin tenían un lanzador por delante.
Comienza la lucha de la persecución
Con Hermans y Acevedo cazados en el descenso, la persecución entre los grupos de favoritos y el del líder comenzó. Por delante, Acevedo tiraba fuerte para evitar acercarse al grupo del líder y así evitar la entrada de más corredores con opciones de victoria. Por detrás Trek tiraba a bloque y poco a poco la ventaja entre los dos grupos fue reduciéndose por el mayor número de efectivos y su mayor organización. En el primer sprint intermedio, la ventaja entre el primer y segundo grupo era de 40 segundos, y con el pelotón con mucho más tiempo perdido.
Michael Rogers (Tinkoff - Saxo) lo probaba y su ataque le permitió ganar unos 30 segundos de ventaja con los favoritos, pero pronto se vio que el australiano no tenía piernas y cuando el pelotón aceleró el ritmo la ventaja cayó notablemente. También lo probaban Lucas Euser (UHC) y Daniel Jaramillo (Jamis), que su intento iba a fracasar cuando unos minutos después los dos grupos se fusionaron y aceleraron el ritmo pensando en la caza de la fuga.
Monarch Mountain remata a favor de TVG
Con los dos grupos de cabeza ya cazados (el último el de Rogers), el pelotón empezó las tendidas y poco duras rampas de Monarch Mountain bajo un imponente sol. El primero en probarlo fue, como no, Janier Acevedo, quién volvía a moverse cuando faltaban siete kilómetros a meta. Ese movimiento trajo la reducción del grupo en varias unidades, con Alex Howes incluído.
Mucho descontrol hubo en cabeza en estos kilómetros. Primero atacó Carter Jones, seguido del intento de Bruno Pires y luego el de Tom Danielson. La carencia de un equipo que puesiera un ritmo fuerte en cabeza provocó todos estos movimientos. Matthew Busche (Trek) fue el siguiente en atacar, y consiguió una diferencia de 15 segundos. Totalmente controlado el movimiento del corredor de Trek, Tinkoff - Saxo se organizaba en cabeza y tranquilizaba al grupo de favoritos.
Y a falta de un kilómetro, Van Garderen cambió el ritmo y solo pudo ser seguido por Rafal Majka, y con todos los demás perdiendo la estela del americano y el polaco. Ningún relevo pidió Van Garderen, es más, ni siquiera miró atrás para ver si Majka seguía ahí. Poco le importaba la etapa, quería el liderato. En su crono particular, Van Garderen, conocedor del recorrido, hizo caso omiso al sprint de Majka y arrancó cuando sabía que iba a ganar.