Matthew Goss era una de las grandes esperanzas australianas. Rápido y con buena colocación, este esprínter estaba considerado como uno de los mejores lanzadores del HTC, cuna de la velocidad en las llegadas masivas. Su estatus cambió en 2011, cuando su victoria en la Milán San remo le abrió las puertas del Olimpo y le convirtió en uno de los hombres rápidos más cotizados y con mayor progresión de ciclismo mundial. Ahora, tres años después, su actual equipo, el Orica GreenEdge ha decido prescindir de él al final de temporada. Matt White, uno de los directores de la estructura, así lo ha confirmado.

Rescisión que ha sido de mutuo acuerdo con el propio Matthew Goss, quien ha afirmado que “no es ninguna sorpresa”  el hecho de que el  equipo prescinda de él y que  tras un 2014 flojo necesitaba buscar “algo nuevo y diferente” en su carrera.

De momento el corredor asegura no tener nada firmado con nadie, pero deja entrever que tiene “negociaciones abiertas”, si bien no quiere dar nombres. “Cuando firme un contrato, ese equipo será el que decida cuando anunciarlo”, ha sentenciado.

Tres años de decadencia

Estaba considerado uno de los mejores esprínters de su país En 2012 surgía el Orica GrenEdge, el megaproyecto australiano. Con el objetivo de ganar etapas dejando a un lado las clasificaciones generales, desde la dirección lo tenían claro. Querían contar con uno de los mejores esprínters del país y el primer aussie en ganar la Milán Sanremo. Goss se unió al equipo en ese año. La motivación era máxima.

Durante su primer año en el Orica logró el triunfo en la 3ª etapa del Giro de Italia, además de entrar entre los tres primeros en otras en otras dos etapas de la ronda transalpina y en cinco etapas del Tour de Francia. Solo una victoria, sí, pero había dado presencia al equipo y dejaba clara su progresión de cara a poder aumentar el zurrón de victorias, que dejó claro con su plata en el Mundial de Dinamarca donde solo Mark Cavendish pudo con él.

En 2013 el nivel de Goss empezó a perder enteros. Italia volvió a ser el único territorio donde alzó los brazos, esta vez en la segunda etapa del Tirreno Adriático. En el Giro su mejor posición fue un tercer puesto, mientras que en el Tour de Francia de ese año desapareció del mapa. No logró entrar entre los diez primeros en ninguna de las 21 etapas, lo que supuso una decepción para él y para su equipo.

Pero sin duda su 2014 ha sido la gota que ha colmado el vaso. No ha disputado ninguna de las tres grandes vueltas, y en las carreras menores los resultados no han llegado. Sin victorias, y con un segundo puesto en la París – Niza como mejor resultado, el equipo ha perdido la paciencia con él. Quien estaba llamado a liderar el megaproyecto australiano ha sido superado por jóvenes como Michael Matthews, quien ha igualado las 17 victorias que ostenta Matthew Goss en su palmarés con tan solo 23 años.