La Vuelta a España, la tercera grande en discordia, siempre deja grandes destellos y muchos nombres para apuntar en la agenda. La carrera española no deja indiferente a nadie, con recorridos diferentes que no son del gusto de todos, pero que permite descubrir a nuevos ciclistas que no estaban en la mente de muchos para hacer grandes cosas. He aquí un resumen de las mayores sorpresas de esta edición de la ronda española.

Tras los pasos de Nibali

Fabio Aru ya es una realidad. Pocas dudas cabían tras su fenomenal Giro de Italia, en el que escaló hasta el tercer puesto del podio, pero la Vuelta ha sido su confirmación. Un quinto puesto en la general tras cuatro monstruos de la bicicleta como Contador, Froome, Valverde y Purito hablan más que bien del sardo.

A todo esto, el italiano suma más y más méritos en su palmarés. Dos triunfos de etapa de cierto prestigio en Aralar y Monte Castrove completan una extraordinaria carrera del hombre del Astaná, que volverá con más fuerza aún la temporada próxima.

El guerrero bretón

Warren Barguil se enfrentaba a su primera aventura como jefe de filas del Giant en una grande, buscando una buena clasificación general. El francés se marcó el objetivo de estar entre los diez mejores y cumplió. Barguil mostró desparpajo y atrevimiento en etapas complicadas y en rampas con mucha historia, como por ejemplo en Lagos.

Finalizó en octava plaza, algo que le da credenciales para buscar un objetivo, al menos, igual de ambicioso que este en el Tour de Francia la próxima temporada. No solo eso, sino que trabajó para Degenkolb en etapas ideales para el alemán y facilitar las victorias del fenomenal velocista del Giant.

Poderío sudafricano

El MTN-Qhubeka debutaba en una Vuelta a España con el liderazgo de filas de Sergio Pardilla, que rindió a buen nivel. Aun así, el español no fue el hombre que más sorprendió del conjunto africano. Sin duda Louis Meintjes ha sido la gran sensación del MTN-Qhubeka.

El ciclista nacido en Pretoria ha desplegado sus grandes condiciones como escalador y, pese a tener solo 22 años, dejó destellos de sus buenas cualidades como corredor de grandes vueltas. Se filtró en fugas de jornadas importantes, como la que finalizó en La Camperona, donde se dejó ver, atacó pero las fuerzas le acabaron fallando. Meintjes es un diamante que aún hay que pulir.

Caruso's Factory

Los dos Caruso del pelotón también brillaron en esta Vuelta. Damiano Caruso, el hombre del Cannondale, firmó un espectacular noveno puesto. Nadie contaba con él en los primeros puestos de la general, pero su rendimiento en las etapas clave fue muy superior a lo esperado. Además, en sprints más reducidos logró meterse varias veces entre los diez primeros, lo que habla de su polivalencia.

El otro Caruso, Giampaolo, compañero de equipo de Joaquim Rodríguez, Alberto Losada y Dani Moreno en el Katusha, sorprendió a todos. El italiano fue el más fiel escudero de Joaquim, casi más que Dani Moreno, y acompañó al de Parets en las subidas más duras de la Vuelta. Aguantó con los mejores protegiendo y ayudando a su líder siempre que las piernas le respondieron, lo que se traduce en todas las etapas fundamentales.

Los jóvenes del Trek también impresionan

El Trek llegaba a la Vuelta sin un líder definido, lo que favoreció la irrupción de dos jóvenes promesas del ciclismo. Por un lado aparece Bob Jungels. El luxemburgués dio varios recitales de potencia y atrevimiento, filtrándose en escapadas y teniendo agallas para tirar de ellas. Fue especialmente impresionante la de la etapa con final en La Coruña, donde mantuvo un bonito pulso con el pelotón en el que finalmente ganó el gran grupo.

Por otro lado, Jasper Stuyven causó furor en los sprints. El belga es una de las grandes perlas del ciclismo de ese país, en el que le ven como futuro ganador de Flandes o Roubaix. Stuyven no tuvo reparos en meterse en las llegadas y disputar los sprints, dejando destellos de su magnífica punta de velocidad y de su habilidad para abrirse hueco en las rectas de meta.