Al cerrar el 2013, el británico estaba deseoso de batirse en duelo contra Contador en el Tour 2014. Pero el Contador que asombró a finales de la década pasada y no a ese ciclista que no lograba bailar sobre la bicicleta como el sólo sabe. Con un Tour montañoso y sólo una crono individual en el penúltimo día, era la meta perfecta de Froome en el 2014.

Pero la mala suerte durante toda esta temporada hace que Froome busque en la Vuelta su último cartucho para este 2014 tan nefasto. El haber llegado muy justo a la salida de Jerez de la Frontera y que Alberto Contador fuera el corredor más fuerte durante toda la ronda española, hacen que el británico tenga una nueva meta en 2015, superar otra vez al mejor Contador y a quien se ponga por delante.

Un buen comienzo

Como la pasada campaña, Froome buscaba su puesta a punto en Oriente Próximo y el Tour de Omán era su primer banco de pruebas. Con corredores como Van Garderen, "Purito" Rodríguez o Nibali como rivales, parecía un buen sitio para dar el primer golpe en la mesa. Froome tenía pensado donde poner la primera piedra de su camino hacía el Tour de Francia, en Jabal Al Akhdhar.

El conjunto Sky ponía la marcha a punto y uno de los primeros que cedían era Nibali, primer palo de los gordos a uno de los rivales del Tour. Parecía que el ritmo de Nieve era el bueno, un fichaje que provenía del Euskaltel - Euskadi, estaba en plenas condiciones en un equipo que no tiene que desentonar nadie.

Chris Froome en el Tour de Omán | Imagen: Cyclingweekly

La marcheta del grupo duró hasta que quiso Froome, el británico atacaba pero de una manera diferente, acostumbrados a verle dar ese acelerón sentado que parece que va a levitar, Froome se ponía de pie para soltar a Van Garderen y Urán que estaban soldados a su rueda. "Froomey" iba directo a su primera victoria en el 2014 aventajando a Van Garderen en 22 segundos, 33 a Urán y en 1:45 a Nibali.

Con esta victoria, también se hacía con la general de Omán y comenzaba a meter presión a sus rivales, sobre todo a Nibali, que no pudo sobrevivir al primer envite del británico y sufrió demasiado pronto.

Comienzan los problemas

Después de Nibali, el próximo contrincante al que iba a medirse Froome era su máximo rival, Alberto Contador. Además, también estaría Nairo Quintana de la partida en la Tirreno - Adriático, pero unas molestias en la parte inferior de la espalda, hacían que Froome no acudiera a su cita con el duelo contra Contador y estuviera en reposo.

Y por lo que vimos en la carretera, era lo mejor que le podría haber pasado, porque con un Froome mermado y un Contador en nivel Giro 2011, la carrera con más solvencia se le vio ganar al de Pinto, hubiera sido un golpe muy duro tanto para el como para su equipo. Ese duelo, llegaría días más tarde en la Volta a Catalunya.

Chris Froome en la Volta a Catalunya | Imagen: Team SKY

Con un nivel que pocas carreras han tenido esta temporada a nivel de participación daba comienzo la Volta. Y en la primera de montaña, Froome, todavía convaleciente de los dolores en la espalda, sufría para aguantar a "Purito" y a Contador camino de Alp / La Molina. Y en el día siguiente en Valter 2000 / Setcases, Froome no podía seguir a Van Garderen y demás favoritos,aunque las diferencias eran muy pequeñas, no llegaban a la decena de segundos.

La general, se decidía por pocos segundos y Froome iba a terminar sexto, a 17 segundos de Joaquim Rodríguez, el vencedor de la prueba. Contador y Nairo Quintana también finalizaron la prueba por delante del británico, que debería de ponerse las pilas para ser el de la temporada pasada.

Cambio de planes

Había que dar con la tecla, ese era el cometido de Froome antes de meterse en el verano y la solución fue ir al Tour de Romandía a seguir buscando sensaciones y soluciones. Una prueba con contrarreloj además de montaña, era la elegida por Froome para la puesta a punto de cara al Tour de Francia.

Después de ser prudente en el prólogo, el británico estaba muy metido en la carrera y sin meterse en los sprints, estaba cerca de los puestos de cabeza. En la primera prueba de fuego, Froome lograba superarla con nota, solo el ruso Simon Spilak pudo aguantar a Froome y llevarse la victoria de etapa. Otra vez, el perjudicado era Nibali que perdía casi un minuto.

Chris Froome en la última crono de Romandia | Imagen: Graham Watson - Velonews

Y en la crono de Neuchâtel, Froome lograba la tercera victoria imponiéndose al Campeón del Mundo de la especialidad, el alemán Tony Martin. Nibali, volvía a perder tiempo, esta vez 43 segundos y comenzaban a ponerse las cosas tensas en el equipo kazajo.

La hora de la verdad

Con la última prueba saliendo muy satisfecho, Froome se iba a descansar para afrontar la última parte de la preparación para revalidar el título del Tour 2014. Unos días de concentración en el Teide antes de ir a Francia para competir en la Dauphiné. Allí coincidió con sus dos mayores rivales para la Grande Boucle, Nibali y Contador.

Comenzaba la Dauphiné llevándose dos victorias, una en la prólogo de Lyon, distanciando en ocho segundos a Contador y trece a Nibali, y la otra en el Col du Béal con uno de sus ataques con el molinillo a punto de levitar sobre la carretera. Solo Contador fue capaz a seguir al británico, Nibali volvía a perder 27 segundos.

Chris Froome y Alberto Contador camino de Gap | Imagen: Lionel Bonaventure - AFP/Getty Images

La carrera se iba a decidir en los últimos días, Froome tenía una ventaja sobre el de Pinto de doce segundos. Pero en la ascensión a Finaut / Émosson perdía el liderato a favor del español. Con Nibali, el británico volvió a distanciarle en 18 segundos. En la etapa que finalizaba en Courchevel, Froome intentaría por todos los medios arrebatarle la victoria a Contador, pero el de Pinto estaría muy atento e incluso Contador se iría viendo que el maillot amarillo peligraba a causa de la fuga de Talansky. Contador le metería a Froome 3:55 y las dudas volvieron otra vez.

Cinco días duró el Tour

Con muchas dudas, así se presentaba Froome a la salida de Lille después del nefasto final en la Dauphiné. Intentar pasar los días con los menos problemas posibles e intentar que llegara pronto su terreno, la montaña, era el pensamiento del británico. Pero rápidamente se torcieron las cosas, más concretamente en la primera etapa en suelo francés.

En la etapa que finalizaba en Lille, Froome sufriría una caída bastante dura que harían saltar las alarmas. Llegaría a meta sin problemas con lo demás favoritos pero magullado para la crucial etapa con final en Arenberg.

Chris Froome abandonando en el Tour de Francia | Imagen: BBC

Una etapa con varios tramos de pavés y con lluvia era lo que les iba a deparar a los ciclistas. Froome volvería a tener otra caída en los primeros kilómetros de la etapa. Parecía que la buena suerte que tiene el campeón se había esfumado, como a Armstrong en 2010. Pero la mala suerte del británico no iba a finalizar ahí, en la salida de una rotonda antes de comenzar el pavés, Froome se iba al suelo otra vez y tenía que abandonar sin ni tan siquiera poder defender el título en la carretera, una caída le hacía volverse a casa.

La reválida de la Vuelta

Froome pensaba en volver a la Vuelta a España, pero no sería el único. El otro favorito al Tour también tenía que abandonar tras una terrible caída. Así que con Froome, Contador, Nairo Quintana, Valverde y "Purito" Rodríguez, apuntaba a una Vuelta de miedo.

En la primera batalla importante, era Valverde el que rompía la hegemonía del grupo y sólo Froome y Contador eran capaces de llegar con el murciano a meta donde el británico haría segundo. Parece que las dudas estaban disipadas y que en la crono de Borja, Froome iba a vestir el maillot rojo.

Pero el británico no tendría su crono y a causa de que no estaba tan bien o de que el desarrollo elegido no era el adecuado para su estado, Froome perdería tiempo con Contador o Valverde, algo impensable en una crono.

En San Miguel de Aralar, Froome volvería a sufrir pero entraría con los favoritos con un descartado, Nairo Quintana, que tendría que abandonar. Poco a poco, el británico sabía sufrir pero también aprovechar las ventajas que le regalaban sus rivales y en La Camperona, lograría distanciar en siete segundos a Contador, portador del maillot rojo.

En los Lagos de Covadonga volvía a sufrir, pero el mal entendimiento entre los tres españoles hacía que sólo perdiera doce segundos con el trío hispano. En la etapa reina, Froome parecía que encontraba el golpe de pedal y buscaba su primera victoria, pero le había salido una lapa detrás de su rueda, Contador era el único capaz de aguantar los acelerones de Froome y darle la estocada final en el último kilómetro.

Con dos etapas de montaña y de menos a más, parecía que Froome podía dar mucho juego y así fue. En la etapa que finalizaba en Monte Castrove, la alianza con Fabio Aru dió efecto y trece segundos fue el botín que lograba con Contador, Joaquim Rodríguez y Valverde.

Todo se iba a decidir en Ancares y había terreno para hacer daño, pero los favoritos esperaron al puerto final. El primero que lo probaba era "Purito". Froome pronto iba a coger las riendas del grupo y buscar la victoria de etapa. Otra vez era Contador el que se pegaba a su rueda y sin dar un relevo, el dúo alcanzaba al catalán. Poco iba a aguantar Joaquim Rodríguez el duro ritmo de Froome y la etapa volvía a quedarse en un mano a mano con Contador. Y se volvía a repetir la historia de La Farrapona, aguantarle hasta el último kilómetro y volver a darle la estocada final.

El británico se fue de vacío de la Vuelta, cuatro segundos puestos y la segunda plaza del cajón eran los resultados de Froome, pero el espectáculo que dejó en la prueba española siempre estará en la retina de los aficionados. Siempre quedará la duda de que si en Borja hubiera sido el Froome de siempre, como hubiera cambiado el desenclace de la Vuelta a España 2014.