Lo han vuelto a hacer. Specialized Lululemon ha revalido por tercera ocasión su título mundial en contrarreloj por equipos con mucha autoridad. Las estadounidenseS apabullaron a las Orica, segundas clasificadas y Astana, terceras. La nota negativa la provocaron el Rabobank-Liv, que protagonizaron una dura caída en la que una de sus corredoras, Van der Breggen, fue retirada en ambulancia.

El Mundial de Ponferrada 2014 ya dio su pistoletazo de salida. La contrarreloj por equipos femenina era el chupinazo para este Campeonato del Mundo que se celebra en la capital berciana. Con menos afluencia de la esperada en las cunetas, el TopSport-Van Vlaanderen inauguraba la competición con más de 36 kilómetros por delante.

Los primeros compases de la prueba dejaban entrever una tremenda igualdad en la pelea por la plata entre Orica GreenEdge y Rabobank-Liv, ya que desde el primer momento las actuales campeonas, Specialized-Lululemon, marcaron su territorio y registraban los mejores tiempos.

El primer equipo en lograr una buena marca fue el conjunto suizo del Bigla, que fue el que rompió la barrera de los 46 minutos. El desgaste del circuito se denotaba en que todas las escuadras llegaban con lo justo a meta, con cuatro ciclistas, salvo el Optum, que logró mantener cinco unidades en línea de meta, lo que le valió para batir el mejor crono hasta el momento, obra de las helvéticas.

La marca de las americanas parecía aceptable para luchar por algo importante, pero el Astana BePink superó con creces su tiempo y esfumó sus posibilidades de medalla de un plumazo. Este equipo, con licencia italiana pese a llevar el nombre de la capital kazaja, superó a las estadounidenses por solo seis segundos que, a la postre, les valdría para subir al tercer cajón del podio.

Más y más escuadras pasaban por línea de meta pero no lograban ni acercarse al crono de las trasalpinas. El único que hizo peligrar la posición del Astana BePink fue el Boels que, con la mejor contrarrelojista de la temporada en sus filas, Ellen Van Dijk, se quedó a siete segundos de las italianas. Al conjunto holandés le lastró quedarse con solo cuatro ciclistas relativamente pronto, ya que una de sus mujeres, Romy Kasper, sufría mucho para no descolgarse en el tramo final.

Llegaba el momento decisivo, con la esperada entrada en meta de los tres equipos favoritos, Orica GreenEdge, Rabobank-Liv y Specialized-Lulemon. Las australianas fueron las primeras en hacer acto de presencia y batieron el tiempo de Astana BePink por más de un minuto, con lo que las aussies se aseguraban un metal. Minutos después deberían haber entrado las Rabobank-Liv, con Ferrand-Prevot y Vos en sus filas, pero no fue así.

El conjunto holandés, a falta de un kilómetro para el final, sufrió un accidente. Una de sus corredoras, Van Vleuten, que encabeza el grupo, chocó contra el pie de una de las vallas y provocó una reacción en cadena. Van der Breggen y Ferrand-Prevot se fueron al suelo y las dos holandesas abandonaron la carretera en ambulancia. El conjunto neerlandés concluyó la prueba a más de diez minutos de las ganadoras y, por lo tanto, no pudo seguir en la pugna por la plata, en la que estaban metidas.

Mientras tanto, Specialized-Lululemon cabalgaba hacia la gloria. Las estadounidenses, sabedoras de que estaban mejorando todos los registros, llegaron a recta de meta con la conciencia de que iban a ser campeonas. Comenzaron a celebrar la victoria en los últimos metros y lograron prolongar su hegemonía en esta prueba, ya que no han dado opción de disputar el título desde que esta disciplina fue incluida en los Campeonatos del Mundo.