Los alemanes han sido, sin duda, los protagonistas del día. Si por la mañana era Lennard Kamna el que se proclamaba campeón del mundo en categoría júnior masculina, en la jornada vespertina era Lisa Brennauer quien hacía lo propio en élite femenina. La ciclista teutona pulverizó todos los registros para vestir el maillot arcoiris con un tiempo 38:48, seguida de la ucraniana Solovey y la estadounidense Stevens. En cambio, las españolas Belén López y Lourdes Oyarbide no pudieron pelear por estar en la zona alta de la clasificación y finalizaron en 32ª y 34ª plaza.
Con sol y calor comenzaba esta prueba, el penúltimo desafío contra el crono a falta de la puesta en escena de los élite masculino. Este panorama tan halagüeño sería muy distinto del que se viviría en el tramo final, donde un chaparrón asoló a las dos últimas participantes, Villumsen y Van Dijk, que tuvieron que lidiar con el agua en la última bajada. Pronto estaría en liza la primera de las españolas, Belén López, que marcó un respetable crono de 42:59.
Para estar en las medallas había que bajar notablemente de los 40 minutos, y la primera que se acercó a este reto fue la japonesa Hagiwara, con un registro de 40:13. La nipona se mantuvo en la hot seat bastante tiempo, hasta que la veterana estadounidense Alison Powers marcó un crono de 40:01. Poco después apareció en meta la joven Lourdes Oyarbide que, con tan solo 20 años, debutó en un Mundial élite con un tiempo de 43:15.
La americana ocupó la silla caliente durante varios minutos hasta que la alemana Mieke Kroeger, le usurpó el trono. La germana fue la primera en romper la barrera de los 40 minutos, registrando un tiempo de 39:26 que, a la postre, le dejaría a las puertas del podio. Varias corredoras intentaron asaltar el puesto de privilegio de la teutona, como la canadiense Canuel o la belga Duyck, pero se quedaron a escasos segundos del tiempo de Kroeger.
Todo estaba dispuesto para la batalla final entre las últimas corredoras, las grandes favoritas, en el que la holandesa Ellen Van Dijk pondría el broche a la competición. La primera en poner un tiempo con color arcoiris fue la ucraniana Anna Solovey, que marcó un crono de 39:06. Ese era el intervalo de registros en los que se movía el oro, cerca de los 39 minutos. Cerca de arrebatarle el primer puesto estuvo Evelyn Stevens, pero se quedó a tan solo tres segundos de la ucraniana.
Pero por detrás llegaba un avión, Lisa Brennauer, que venía regulando para dar lo mejor de sí en el tramo final. La alemana venía mejorando sus registros y pulverizando los de Solovey. Sprintó en la recta de meta y logró el mejor tiempo, logrando derribar el listón de los 39 minutos con su registro de 38:48. Este fue una barrera demasiado alta para las dos ciclistas en liza, Villumsen y Van Dijk, dos de las máximas favoritas que se vieron perjudicadas por la lluvia que cayó en los minutos finales, aunque las referencias que llevaban no eran muy optimistas.
De esta manera, Brennauer logra su segundo oro en Ponferrada tras el logrado el domingo en la contrarreloj por equipos con el Specialized-Lululemon y culmina un martes dorado para la delegación alemana, que acaba la jornada con dos arcoiris. Mañana buscaran el tercero de la mano de Tony Martin que, sin Cancellara en competición, tratará de alcanzar su cuarto título mundial y convertirse en leyenda de la bicicleta.