El libro donde se narran todas las historias ciclistas del año está constantemente abierto, y cada temporada completa representa un largo capítulo. Con la temporada de ciclismo en ruta prácticamente acabada, el escritor año tras año de estas bellas historias aún no ha pensado en todas las sorpresas que deparará al aficionado el año que viene. Antes de dejar una página en blanco y poner en su obra el número del siguiente capítulo, tendrán que plasmar también en su obra las historias de las carreras de ciclocross.

Con el invierno ya muy cerca y donde en muchos países ya se va acercando el mal tiempo en forma de bajas temperaturas e inestabilidad meteorológica, la disputa de competiciones de la modalidad de ruta es materialmente imposible. Es por ello que desde hace muchas temporadas en esta misma época del año se celebra temporada tras temporada una modalidad que se beneficia precisamente de este mal tiempo en los países de Bélgica y Holanda para crear una opción diferente a los amantes de la ruta por la que apostar en los meses de octubre hasta marzo.

¿Qué es el ciclocross?

Originalmente francés, el ciclocross nació a mediados del siglo XX. Desde entonces, ha tenido muy buena aceptación entre los aficionados del norte de Europa hasta convertirse en un fenómeno de masas como lo es hoy en países como Bélgica y Holanda. Y al igual que en la carretera (en el caso de las clásicas), los especilistas son belgas, aunque hay destellos procedentes de Holanda, Alemania, República Checa y Francia, mayoritariamente.

Diferente a la ruta, esta modalidad invernal se realiza en circuitos cerrados que rondan cerca de los tres kilómetros y donde el número de vueltas viene determinado por el tiempo que el primer corredor realiza hasta que se cumple la hora de carrera (es decir, que si la primera vuelta se hace en cinco minutos, la carrera se disputaría a doce vueltas incluyendo la que ya se ha dado).

Al tratarse de circuitos donde le asfalto solo aparece en la recta de meta y donde abundan prados, caminos de tierra (que se convierte en barro) y hierba, la bicicleta que se utiliza normalmente sufre pequeñas modificaciones. Manteniendo la esencia de la bicicleta convencional de carretera y sin llegar a convertirse en una mountian bike, las principales diferencias son la utilización de desarrollos más suaves, ruedas más anchas y pedales de mountain bike para facilitar que los corredores se bajen y suban a la bici con más facilidad.

Bélgica, potencia Mundial, pero con oposición

Al igual que ha pasado con la historia del ciclismo en carretera, en la historia del ciclocross también han dominado los corredores belgas. Eric de Vlaeminck (hermano de Roger de Vlaeminck) primero, y pasando por Mario de Clerq, Bart Wellens y Erwin Vervecken hasta llegar a Sven Nys, han sido algunos de los nombres belgas propios de la especialidad durante su historia.

En la actualidad, Bélgica sigue copando siempre el protagonismo del pódium en cada carrera de las tres competiciones importantes de calendario: la Copa del Mundo, el Superprestige y el BPost Bank Trofee. El anteriormente normbrado Sven Nys, junto con Kevin Pauwels y Klaas Vantornout serán los belgas más a tener en cuenta, sin dejar de un lado los jóvenes como Wout van Aert, que con tan solo 20 años ya se prevé como el nuevo dominado de la especialidad a corto - medio plazo.

Van Aert celebrando su victoria en el pasado Mundial sub - 23 de Hoogerheide. (Foto: sport.be).

La oposición a los belgas estará encabezada por Lars Van der Haar, un holandés de 24 años que ya le ha puesto las cosas difíciles a los belgas durante gran parte de la temporada pasada y que está en constante evolución. Con él estarán el alemán Philipp Wasleben y el francés Francis Mourey, bien conocido por los aficionados de la ruta.

España se tendrá que conformar con lo que hagan los vascos Javier Ruiz de Larrinaga y Aitor Hernández, que beneficiados por la prematura retirada de Egoitz Murgoitio dejan el ciclocross nacional en lucha de dos. Una lucha de dos hasta que los sub - 23 Jonathan Lastra o Kevin Suárez entre en escena y les compitan las posiciones de honor en las carreras españolas y en el panorama internacional.

Sin olvidar la categoría femenina, las chicas volverán a estar subordinadas al segundo cajón del pódium cuando la gran dominadora del ciclismo femenino mundial en carretera entre en escena. Marianne Vos también es especialista en ciclocross y así lo demuestra en la Copa del Mundo año tras año. Frente a ella estrán Sanne Cant y Katherine Compton, dispuestas a brillar en las carreras en las que la holandesa no tome la salida.