El irlandés de hierro. La victoria de hoy de Daniel Martin no es más que una demostración de fuerza y superación. No solo física, sino, sobre todo, anímica. Y es que el ciclista de Garmin ha tenido una temporada para el olvido donde las caídas le han apartado de la gloria. Como olvidar aquella caída en los últimos metros de Lieja, con la meta al fondo, cuando el irlandés saboreaba las mieles del éxito. O como olvidar aquella caída en la crono por equipos del Giro, quitándole la ilusión como un niño pequeño. Pero él lo ha conseguido. Se ha resarcido y ha demarrado en el último kilómetro para celebrar con tiempo, en solitario, su segundo monumento ciclista.

Después de que el Mundial de Ponferrada quedara en pasado, el Giro de Lombardía se presentaba como la penúltima gran prueba de la temporada y, como era de esperar, estaban todos los favoritos y sobre todo el polaco Michal Kwiatkowski, el cual estrenaba hoy mismo su maillot arcoíris conquistado en la cita mundialista.

Recorrido rompepiernas

Para hacer sufrir las piernas, la organización del Giro de Lombardía ha decidido cambiar el recorrido haciéndolo aún más duro de lo que había sido durante los últimos años. Los corredores se tendrían que enfrentar a un total de 254 kilómetros, encontrándose al final de la prueba con la subida a Bérgamo, la cual iba a marcar el devenir de la carrera.

Nada más darse el banderazo de salida comenzaban las hostilidades entre una gran abanico de corredores que, con ahínco, buscaba meterse en la fuga del día, aunque ese premio recaería en ocho hombres: Tiziano Dall'Antonia (Androni-Venezuela), Francesco Gavazzi (Astana), Jérémy Roy (FDJ), Jan Polanc (Lampre-Merida), Andrea Fedi (Neri Sottoli), Romain Guillemois (Europcar), Paul Voss (NetApp-Endura) y Sergio Paulinho (Tinkoff-Saxo), aunque por detrás venía persiguiendo un terceto en el que se encontraban Matthias Brändle (IAM), Miguel Ángel Rubiano (Colombia) y Angelo Pagani (Bardiani-CSF).

Los jefes de filas ponen control

Los escapados iban abriendo camino sin problema alguno, ya que coronaban Madonna del Ghisallo con siete minutos y medio de adelanto con respecto al pelotón, en el cual se encontraban tirando tanto Movistar Team como Katusha Team, lo cual sentaba las bases para que Purito Rodríguez y Alejandro Valverde no quisieran perder sus opciones.

La ventaja tras coronar el primer alto del día comenzaba a crecer de manera rápida, llegando hasta los diez minutos y treinta segundos de ventaja. Por su parte, el terceto formado por Brändle, Rubiano y Pagani conseguía contactar con los ocho escapados formando así un grupo de once corredores.

Popovych abandona y se va al hospital

Tras 108 kilómetros de carrera recorridos, el trabajo que realizaban Tinkoff-Saxo, Movistar Team y Katusha Team daba sus frutos, ya que los once escapados tan solo contaban con seis minutos de ventaja. El ucraniano Yaroslav Popovich se veía obligado a poner pie a tierra después de sufrir una caída que le mandaba al hospital para hacerse unas pruebas, debido a que se sospechaba de posibles fracturas de costillas.

Después de un camino en el que se alternaban el mando del pelotón Katusha, Movistar y Tinkoff, estos últimos marcaban un duro ritmo al inicio de la subida a la Colle de Pasta. Al coronar dicho puerto, el conjunto liderado por Alberto Contador proseguía al frente del pelotón ya que después del Colle de Pasta se sucedían Colle de Gallo (7 km. al 6%) y el Passo di Ganda (9 km. al 7), terreno de desgaste que devía servir para hacer limpia en el pelotón.

La escapada, con cada kilómetro que pasaba, veía como su ventaja se iba reduciendo de manera rápida. A pie del Passo di Ganda, los fugados contaban con tan solo cuatro minutos de ventaja. Algunos corredores del Caja Rural-Seguros RGA se intercalaban entre los corredores del Movistar y Tinkoff para así estar atentos ante los ataques.

Primeros movimientos en el pelotón

De cara a mover la carrera, los demarrajes comenzaban a aparecer siendo Deignan (SKY) y Brambilla (OPQS) los encargados de saltar del pelotón. A dicho dúo se uniría posteriormente el español Amets Txurruka (Caja Rural-Seguros RGA). Por delante, la escapada de once corredores se veía reducida a tan solo seis, pues Rubiano, Roy, Polanc, Fedi, Guillermois y Paulinho demostraban ser más fuertes, mientras que Txurruka se encontraba en terreno intermedio entre la fuga y el pelotón.

Guillermois, ante el gran empuje dado, veía como las fuerzas no le daban para más y perdía contacto con la escapada, dejando tan solo a cinco corredores por delante, aunque serían Jan Polanc y Sergio Paulinho los que se marcharían en solitario en cabeza de carrera. Instantes después volverían a contactar con el dueto cabecero Andrea Fedi y Miguel Ángel Rubiano. Por detrás, el que perdía contacto con el pelotón era Domenico Pozzovivo (ALM).

El primero en demarrar en la escapada era el portugués Sergio Paulinho. A pesar de estar pensando en todo lo que quedaba por delante, el corredor del Tinkoff-Saxo se iba solo cuando restaban 45 kilómetros para meta. el pelotón, Alberto Losada cedía después de hacer un gran trabajo en favor de su líder, Purito Rodríguez.

Paulinho y Fedi, k.o.

Los ataques en el pelotón no se harían esperar siendo Hermans (BMC), Roy (FDJ), Weening (OGE), Mollema (BEL) y Cherel (ALM) los encargados de empezar la guerra uniéndose por delante con Amets Txurruka. Todo ello en busca de Sergio Paulinho y Andrea Fedi, los cuales contaban con 2:30 sobre el grupo perseguidor y más de tres minutos sobre el pelotón a poco más de 40 kilómetros para la meta. Pero un trío perseguidor con Hermans, Weening y Txurruka alcanzaba al portugués y al italiano que daban por finalizada su aventura.

Por detrás, en el pelotón, ninguno de los favoritos parecía querer jugársela antes de la ascensión en Bérgamo, pero fueron algunos outsiders quienes lo intentaron. Lo probó Kolobnev (KAT) con Zardini (BAR) mientras que, por delante, Txurruka se veía incapaz de seguir el ritmo de Hermans y Weening. Sea como fuere, este dúo se hizo fuerte y llegó a las calles de Bérgamo con un puñado de segundos de renta. Aun así, y a pesar de los ataques de Konig (NTA) y Peraud (FJD), el grupo permanecía compacto. Entraba Hesjedal (GAR) con la intención de trabajar para Dan Martin al inicio de la subida. Finalmente, el dúo de cabeza era cazado.

Wellens selecciona a los favoritos

La carrera llegaba a los pies de Bérgamo Alta muy lanzada con Barguil (GIA), intentando mover ficha. Tim Wellens (LBL) lo probaba nada más comenzar. El joven belga fue abriendo hueco en una subida intensa pero corta, seleccionando la carrera por detrás. Al coronar, un grupo perseguidor cazó a Wellens y Gilbert (BMC) e intentó contraatacar. Comenzaba el rápido descenso con un corte cabecero formado por gran parte de los favoritos. Rui Costa (LAM) encabezaba el descenso, con Gilbert (BMC) a rueda seguido de Alejandro Valverde (MOV), Joaquim Rodríguez (KAT), Fabio Aru (AST), Daniel Martin (GAR), Michael Albasini (OGE) y el propio Wellens, que había atacado al inicio de la subida. Entre esas, aparecía una bala roja y negra, Samuel Sánchez, para ponerse en cabeza y dirigir el descenso. BMC lo tenía perfecto, con un hombre para trabajar y otro para rematar. Samu y Gilbert. Potencia y remate. Quien no estaba en ese grupo era el campeón del mundo Michal Kwiatkowski (OPQ) que se veía retrasado por problemas musculares. Tampoco estaba Alberto Contador (TTS) que sufría una caída, sin mayores problemas, pero le impedía pelear por la victoria.

Descenso rapidísimo encabezado por el asturiano. Llegados al último kilómetro, todos se miraban, nadie quería ser el primero pero ahí apareció él. El irlandés de hierro. Ávido de éxito tras una temporada complicada, el de Garmin saltaba sin apenas levantarse de la bici a 500 metros de meta. Recta eterna para el resto de favoritos que se miraban. Martin cabalgaba sentado, con fuerza, con potencia. Poco a poco fue haciendo mayor el hueco hasta que se vio ganador. En el giro de derechas, encarando ya la recta final, con sus rivales guardándose para pelear por el podio. Lo tenía en la mano. Tocaba la gloria aunque no se confió, recordando su caída en Lieja.

Éxtasis de Martin

Cincuenta metros de celebración. Dan Martin levantaba los brazos a la vez que asistía a la lucha por la segunda y tercera plaza. Valverde tiró de potencia y de clase para hacer podio junto a Rui Costa, a su rueda. Por tanto, victoria de calidad y de clase, de un ciclista cuyo 2014 no olvidará por lo malo, por las caídas, por las desgracias, pero en el que ha conseguido su segundo monumento ciclista.

Por su parte, el pinteño Alberto Contador no podía disputar el final de la etapa tras sufrir una caída, lo cual hacía que el murciano Alejandro Valverde, gracias a su segunda posición se aupe a la primera plaza de la clasificación UCI World Tour, a falta de tan solo una carrera, el Tour de Pekín.

Clasificación de la Carrera: