Astana se ha comprometido a endurecer su política antidopaje como consecuencia de los dos positivos por EPO de los hermanos Valentin y Maxim Inglisnkiy. En un comunicado, el conjunto kazajo se ha desmarcado de las prácticas de los primogénitos, considerándolas como aisladas. “Ningún otro miembro del equipo conocía los hechos ni participó en ellos”, han sentenciado.

En dicho comunicado han querido dejar patente la “tolerancia cero frente a todos los casos de dopaje y la actividad no ética” y como muestra de ello anuncian una investigación interna sobre estos dos positivos con el fin de “tranquilizar a la Unión Ciclista Internacional y al público en general”.

El equipo propone una auditoría de su política antidopaje. Además de analizar más a fondo el asunto de los hermanos Iglinskiy, motivo por el que se han autoexcluido por un periodo de ocho días “en conformidad con las obligaciones asumidas al incorporarse a al MPCC” -  no está participando en el Tour de Pekín -, desde Astana también se comprometen a realizar una “auditoría de su rigurosa política antidopaje” para identificar si sería posible adoptar “medidas más fuertes y legalmente exigibles”.

Reunión con la UCI

Así mismo, la directiva del conjunto kazajo “entiende el malestar de la UCI”, con quien ha solicitado una reunión en la que se tratarán las “preocupaciones existentes” y en la que afirman que van a responder “directamente todas las dudas” que pueda tener el organismo que preside Bryan Cookson.

Finalmente Astana también propone a los dos hermanos ponerse en contacto con la Comisión Independiente para la reforma del Ciclismo con el fin de que pongan en práctica a partir de ahora “todas las recomendaciones contenidas en el informe del propio CIRC”.

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Sobre el autor
Iñigo Piñeiro
Periodismo. Ciclismo y Athletic en VAVEL y narrador de los partidos del Arenas de Getxo para Uribe FM. Antes, redactor de informativos en Onda Cero Bilbao y moderador de charlas para Itzarri.