Sylvain Chavanel se ha proclamado vencedor de la Chrono des Nations, prueba que pone fin al ciclismo profesional en territorio europeo. La tradicional contrarreloj en los alrededores de Herbiers, de 51 kilómetros, cerraba el calendario en el viejo continente. Sin Tony Martin, ganador de las últimas tres ediciones, el francés tenía todo de cara para hacerse con la victoria.

Con la oposición de Gustav Erik Larsson, segundo en 2011 y 2013, y de Jeremy Roy, Chavanel salía con potencia y regularidad a la crono y hacía el mejor tiempo aprovechando que el sueco no tenía su día. Le bastó con llevar un ritmo firme para superar a su compatriota Roy por una ventaja cercana al minuto. La tercera posición fue a manos del danés Borgesen, a más de dos minutos del vencedor.

Chavanel celebra la victoria | Fuente: Ouest France.

"Fue bueno para mí que Martin no participara"

Al finalizar la prueba, el ganador admitió que la no comparecencia de Martin le benefició. "Tony Martin no participó este año. Eso fue bueno para mí porque no era fácil encontrar el ritmo adecuado para esta última carrera", admitía sin reparos Chavanel. El francés aseguró que dio lo mejor de sí "después de una semana en la que solo hice dos paseos ocasionales". Chavanel pone fin así a una temporada irregular y cogerá con ganas su periodo de descanso: "Tengo muchas ganas de irme de vacaciones con mi familia antes de, lentamente volver a meterme en la preparación para 2015".

Chavanel rompe así una racha de casi veinte años sin ganar un ciclista frances en la crono de Herbiers. El ciclista galo de IAM ha cuajado un buen final de año con victoria en el GP de Plouay y en la Crono de las Naciones pero ha completado una temporada irregular. Tras llegar al conjunto suizo, procedente de Omega, Chavanel tenía unas altas expectativas, esperando liderar al equipo en las carreras importantes y conseguir victorias de prestigio en el Tour en alguna clásica.

Pero nada más lejos, Chavanel no cuajó un buen arranque de año y eso le ha restado opciones. No dio la cara como debería en París-Niza y pasó por la temporada de clásicas con un escueto quinto puesto en A través de Flandes. En Dunkerke consiguió su primer triunfo del año, acabando segundo la general mientras que en la Vuelta a Bélgica estuvo un paso por detrás de Martin y Dumoulin en la crono, para acabar tercero en la general.

Tras ser campeón nacional en la disciplina contra el crono, por cuarta vez, el francés enfocaba la temporada con sus miras en el Tour, pero no fue el Chavanel peleón y aventurero de otras ocasiones. En la ronda gala acumuló cuatro top ten en etapas llanas o de media montaña pero siempre lejos de la victoria. Tras un paso sin pena ni gloria por la carrera más prestigiosa de su calendario, el final de temporada se planteaba como una posibilidad de conseguir más victorias para maquillar su año.

Y así fue. Ganó en casa, en el Tour de Poitou-Charentes, con autoridad tras una gran crono. Dos días después se imponía en el GP de Plouay, única victoria World Tour del año, superando a hombres rápidos como Vichot, Alaphilippe o Kristoff. Tras discutirle a Wiggins la victoria en la crono de Gran Bretaña y después de hacer un decepcionante 17º puesto en el Mundial contra el crono, se lleva la última prueba europea del año, con autoridad, en Herbiers.

Victoria en Plouay | Fuente: IAM Cycling.

Todo para completar un año largo e irregular. Quizás eso, la longitud del calendario sea un handicap para un ciclista de 35 años que acumula ya 14 temporadas como profesional. El año próximo será uno más en su larga trayectora como ciclista de élite. Uno de los hombres con más carisma del pelotón y uno de los más luchadores del mundo.