Warren Barguil ha demostrado estar preparado para afrontar el reto del Tour de Francia. El francés prepara el asalto esta temporada a la Grande Boucle, carrera para la que se ha curtido con las dos victorias de etapa en la Vuelta a España 2013 y su octava plaza en la general de la pasada edición. Ahora, el bretón pretende dar un paso más con la ronda francesa y las clásicas de las Ardenas en el horizonte.

Con el fin de preparar ambos objetivos, Barguil ha abandonado la casa de sus padres, cercana al puerto bretón de Lorient, para buscar climas más amables y ascensiones más duras como las que hay en las inmediaciones de Niza. "He dejado Bretaña porque no es bonita y no pensaba entrenar bajo la lluvia. Pero, si quieres mejorar, debes tener los medios necesarios para hacerlo", afirmó en una entrevista concedida a L'Équipe.

Barguil fue tentado a cambiar de equipo por su compatriota Amaël Moinard, que le recomendó BMC como posible destino. Moinard es de Normandía, pero reside habitualmente en la costa mediterránea. Pese a todo, Barguil ha decidido continuar en Giant-Alpecin y ya está recibiendo los beneficios de entrenar en el terreno interior de Niza.

"Bretaña es un lugar estupendo para el entrenamiento de un corredor de clásicas, pero yo quiero aspirar también a clasificaciones generales. Con el fin de mejorar en las ascensiones, tuve que pasar mucho tiempo fuera de casa cuando vivía en Bretaña, pero también quería pasar más tiempo con mi novia", declaró el francés, que ha encontrado en Niza el lugar perfecto tanto para él como para su pareja.

El bretón admitió que todavía está encontrando la ruta ideal para entrenar con la ayuda de Moinard y de su compañero de entrenamiento ocasiones, Philippe Gilbert. Sus itinerarios le llevan a puertos como la Col de Vence y acumula más de 2000 metros de desnivel, pero aseguró que aun no ha estado en subidas míticas como "Col d'Eze o la Madone".

Barguil simula en Niza las clásicas de muros

Barguil dará el pistoletazo de salida a su temporada a mediados de febrero en el Tour de Omán y aspira a tener su primer pico de forma a mediados de abril, en las clásicas de las Ardenas. "He encontrado algunas subidas que son exactamente lo que necesito. He encontrado una que es empinada y en medio de la ciudad, como en Lieja, y me permite simular condiciones de carrera extremadamente bien", reconoció. También descubrió otra subida en Cagnes-sur-Mer que le recuerda mucho al final de la Flecha Valona y la dura rampa del Muro de Huy. El bretón afirmó que ha preguntado si es "más pronunciado" que Huy, algo que necesita para esforzarse más "en los entrenamientos que en las carreras".

Para el francés de Giant-Alpecin las clásicas de las Ardenas son su objetivo más alcanzable a corto plazo, ya que considera que necesita "más madurez" para convertirse en un candidato a tener en cuenta en grandes vueltas. Aun así, Barguil quiere recalcar que no va a ir al Tour a ver el espectáculo desde dentro. Está previsto que su camino hacia la ronda francesa se inicie tres semanas después de las clásicas de las Ardenas, donde descansará. A partir de ese momento, participará en el Tour de California y posteriormente estará en Dauphiné o Vuelta a Suiza. Entre estas competiciones, el bretón seguirá reconociendo puertos cercanos a Niza, como el Col de la Bonette-Restefond, de 2800 metros.