Tarde barro y gloria en Erpe-Mere. Esas siestas que tanto les gustan a los acérrimos flamencos del ciclocross. La belleza y estilismo de los crossers se oscurecieron bajo una gruesa, sucia y oscura capa de lodo que lo determinó casi todo: la fuerza, la resistencia, la habilidad, la táctica. Estaba en juego el Driekleur. El maillot de campeón belga. Una prenda que llega a eclipsar, de manera similar a lo que sucede en la carretera, al propio arcoíris de la UCI. Para los belgas, dueños de la disciplina cross desde que el mundo es mundo, la carrera es esta. Donde los instintos más salvajes despiertan en una lucha deportiva fratricida, llevada hasta límites extenuantes. 

El orgullo flamenco es algo muy serio y se jugaba hoy en un trazado vertiginoso, lleno de obstáculos, desniveles y barro, mucho barro. El erigirse como patrón y héroe ante la comunidad es algo que les motiva a los Nys, Meeusen, Pauwels y Vantornout. Por eso hoy no dejarían que ningún joven desacompleado y hormonado, de los que no han parado de ganar durante esta temporada, les privara de lucir el jersey nacional ante sus clanes. 

Por que en el ciclocross belga, al igual que sucede en el ciclismo de carretera, la tradición competitiva viene marcada por luchas entre clanes y peñas, cada una una con su figura de turno. La carrera comenzó bajo ese prisma, con un choque entre equipos sin concesiones y bajo los atronadores jaleos de los incondicionales tras las vallas.

Van Aert se precipita

Sunweb y Vastgoedservice movieron sus fichas hacia delante desde la salida, buscando un desarrollo de prueba llevado al límite. Una especie de sálvese quien pueda. Van Aert, Peeters, Pauwels, Vermeersch, Merlier y Vantornout formaban una avanzadilla carente de orden, pero plagada de fuerza y ambición.

Esta primera ofensiva pilló desprevenido a Sven Nys, que afrontaba la reválida de su número uno con buenas piernas y ciertas dudas. El caníbal rodaba en un segundo grupo contemporizando, tratando de minimizar pérdidas ante el empuje de la dupla Van Aert-Peeters, que ostentaba el mando en los primeros giros. 

El primero de ellos no especuló y descolgó a sus perseguidores en la segunda vuelta. El respetable ya especulaba con una nueva exhibición del niño Aert, que se deslizaba arrollador por el lodo. Pero el inestable firme, que obligaba a patear más de la cuenta, se erigía como principal trampa para el desbloqueo de la carrera. La tropa de Sunweb, con el también joven Merlier como hombre más activo, evitó que Van Aert se escapara y adormeciera la carrera. 

Nys recordó al de su mejor época por momentos, aunque le faltó fondo para luchar por el triunfo

La táctica y factores imprevisibles como las averías o las caídas acabarían por ser claves en un escenario que se tornaba de un aúrea mística. Emergió Nys de entre las sombras. Sin el Driekleur a sus hombros, se sentía un hombre libre. No se agarrotó como en otras ocasiones y comenzó a adelantar a sus adversarios hasta que llegó a la altura de Merlier, segundo a cuatro vueltas para la conclusión. 

Los acontecimientos se precipitaron. Nys, recordando al de pasadas temporadas, se deshizo de Merlier y no tardó demasiado en alcanzar a un Van Aert que comenzaba a notar el cansancio. Víctima de la presión de tener al emperador de Crelan a su rueda, no trazaba bien y acabó parándose tras un salto de cadena, que acabaría condicionando su actuación. 

Vía libre para Nys. Solo como en los viejos tiempos. El público bajo un nivel de exaltación máximo. Por detrás, Sunweb intentaba organizarse, a pesar del resbalón de Merlier, que acabó retirándolo de la 'pomada'. Meeusen, escondido en un segundo plano, se reactivó ante la nueva situación y se unió al grupo, donde Peeters y Van Aert hicieron piña para hacer camino. 

Regrupamiento y aparición de Vantornout

Sunweb optó por mover a Vantornout, que pronto se vio que andaba inspirado. El experimentado crosser llegó a la altura de Nys, aunque no hubo entendimiento para abrir hueco. A dos vueltas del final, Peeters, Van Aert, Meeusen y Pauwels se unieron al dueto cabecero y comenzó otra carrera. 

Dos giros que fueron un mundo, en circuito que se hizo extremadamente pesado y duro. Meeusen, más fresco que el resto de contrincantes, imprimía dureza para deshacerse de lastre. Nys sufría en retaguardia y por momentos parecía eliminado de la lucha por el triunfo. 

Entre medias, los hombres de Vastogoedservice y Sunweb, que se veían ganadores al tener superioridad numérica. Entre ellos hubo varios amagos de ataque. Peeters, maestro en el lodo, se puso en cabeza para intentar lanzar de nuevo a Van Aert, antes del toque de campana. Pero Vantornout, inteligente y sólido como en sus mejores días, controló con maestría todas las afrentas y probó suerte en la última vuelta. Funcionó. 

Vantornout, inteligente y sin fisuras, remató su gran actuación atacando en la última vuelta 

El que fuera campeón belga hace dos años se vio obligado a moverse de lejos para evitar un hipotético sprint, donde tenía todas las de perder. Dejó al descubierto el desgaste del resto, afanados por no sucumbir en este agujero de color marrón. Solo un pequeño resbalón hizo temer por el triunfo del corredor de Sunweb, aunque lo pudo resolver con éxiton pero no exento de polémica. Vantornout bloqueó con su rueda a Van Aert, que le perseguía por detrás, y aprovechó ese momento para volver a distanciarse. La acción le valió algún abucheo del público. 

Meeusen, silencioso durante buena parte de la tarde, tiró de corazón y garra para intentar una remontada épica, pero solo pudo adelantar a Van Aert. El de Telenet fue plata, mientras que un agotado Van Aert entró en meta tercero. Sven Nys, ganador saliente, se tuvo que conformar con un trabajado pero triste cuarto puesto. 

Mathieu van der Poel campeonó en Holanda

En el resto de campeonatos nacionales europeos, destaca lo presenciado en Holanda, Francia y Alemania. En el primero de ellos, Mathieu van der Poel (BKCP) se exhibió ante su público y derrotó a su principal némesis, Lars van der Haar, que acabó tercero. Su hermano mayor, David van der Poel, secundó a su hermano en el podio. En Francia, Clément Lhotellerie (Colba-Superano Ham) dio la sorpresa en el circuito de Pontchâteau, mientras que en Alemania Marcel Meisen (Kwadro) se impuso, bajo una portentosa exhibición, a los grandes favoritos, Walsleben y Weber (fuente: Pro CX Stats). 

Clasificación del Campeonato belga de ciclocross 2015

1. Klaas Vantornout (Sunweb-Napoleon Games) 1:10:53

2. Tom Meeusen (Telenet-Fidea) a 8

3. Wout Van Aert (Vastgoedservice-Golden Palace) a 16

4. Sven Nys (Crelan-AA Drink) a 19

5. Kevin Pauwels (Sunweb-Napoleon Games) a 28 

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