A una semana del comienzo oficioso de la temporada 2015, con la disputa casi simultánea del Tour de San Luis en Argentina (19-25 de enero) y del Tour Down Under en Australia (del 20 al 25), la gran mayoría de programas y calendarios de competición están prácticamente definidos. El último corredor destacado en revelarlo era Andrew Talansky, uno de los líderes de la expectante fusión Cannondale-Garmin, quien desgranó ayer para Cyclingnews un plan de carreras con el Tour como máxima aspiración.

El norteamericano, ganador del pasado Dauphiné, aún se hará de rogar en el plano competitivo, pero su debut lo hará por todo lo alto en París-Niza, el próximo 8 de marzo. Talansky ha ideado una escalada de Tour exigente, primando la calidad sobre la cantidad, y en la que no caben escenarios de 'pretemporada'.

A pesar de los esfuerzos de la UCI por alargar el calendario y dar protagonismo a pruebas más o menos exóticas, alejadas de las mediáticas citas europeas, este año San Luis o el Down Under no albergarán una lista de dorsales deslumbrante. Las razones de este vacío de grandes nombres, que en principio parece puntual aunque podría tomarse como costumbre, estriban en una mala colocación espacio-temporal, que unido a la actual importancia de los stages de pretemporada hacen que las rutas australes atraigan cada vez menos a las estrellas del pelotón.

Los nueves de Tinkoff y Katusha en Australia están hechos para cumplir el expediente

Salvo honrosas excepciones, como las de Quintana o Kwiatkowski en San Luis, Valverde en la Challenge o Porte en Australia, el resto de jefes de fila no competirán hasta febrero, muchos hasta bien entrado este mes. Basta ver la alineación de circunstancias de algunas escuadras clave como Movistar, Tinkoff o Katusha en la ronda World Tour australiana, para extraer la conclusión de que competir en enero no es para nada determinante.

La creación y consolidación de las carreras pérsicas sí que ha conseguido, al menos por el momento, atraer a los grandes corredores para arrancar allí sus temporadas. Dubái, Catar y Omán volverán a ser el punto de partida de clasicómanos como Sagan, Cancellara, Gilbert o Kristoff. Una decisión bastante lógica, sobre todo teniendo en cuenta la proximidad del calendario flamenco e italiano. También Nibali retrasa su reentré y debutará en Oriente Medio, Dubái exactamente, descartando su comienzo habitual en San Luis.

Las carreras arábigas (Dubái, Catar, Omán) acogen ahora el debut de la mayor parte de líderes

Los calendarios de Contador y Froome son especialmente reveladores de esta tendencia, que ya pusieron en práctica en 2014. Ambos pretenden doblar grandes vueltas este año, el primero Giro y Tour y el segundo Tour y Vuelta. Atendiendo a esta prioridad, han optado por no aparecer hasta el 18 de febrero, día en el que se volverán a ver las caras en la primera etapa de la Vuelta a Andalucía. El de Sky solo tiene planeado participar en la carrera española y en Tirreno-Adriático en los tres primeros meses de 2015. Froome descarta esta vez Omán, donde había iniciado sus dos últimas campañas, y la Volta.

Algo más de presencia tendrá Alberto, que incluye Cataluña en su plan y cambia Algarve por Andalucía para su debut. San Luis ha sido eliminado de un plumazo, evitando una sobreexposicón que justificó, en parte, su fracaso en el Tour 2013. Las concentraciones en altura, ya sean en España o Italia, serán un pilar esencial de cara a su intento de ganar Giro de Italia y Tour de Francia.

Purito, Pinot o Van Garderen también reniegan este año del Tour Down Under o San Luis. Europa, por tradición, infraestructura y fechas y Oriente Medio, por clima y réditos publicitarios, han acabado por delimitar la línea entre la pretemporada y la verdadera campaña profesional. Febrero, a pesar del esfuerzo de los organizadores periféricos, seguirá siendo el mes del albor ciclista y la puesta de largo de los jefes de fila.