Solo Iserbyt, en la categoría júnior, ha demostrado las mismas sensaciones durante toda la temporada y ahora, a pocos días de la cita más importante del calendario. En las demás categoría, tanto en las de élite como en la sub-23 masculina, las dudas asaltan a quien intenta decidir quién es más favorito que los demás. Prueba de ello es el ejemplo de los mejores, donde Van Aert llegaba favorito al Mundial pero donde dos pruebas (los campeonatos nacionales belgas y la última prueba de la Copa del Mundo) le han hecho pensar a más de uno si es tan favorito. Mismo ejemplo en la categoría sub-23, que empezó dominando Michael Vanthourenhout y luego pasó a manos de Laurens Sweeck. Tras las acusaciones de dopaje y su posterior permiso para correr, el belga ya no es tan favorito tras haber pasado una semana crítica para sus intereses.

Y, como no, el ejemplo se repite en la prueba femenina, donde hay hasta cinco corredoras perfectamente capaces de enfundarse el arcoíris en Tabor. Marianne Vos es la primera de ellas, que llega en una situación muy dudosa. Si se busca alternativas para el triunfo, se encuentra a Eva Lechner, que viene de ganar en Hoogerheide. Pauline Ferrand Prévot sigue en su empeño de acumular arcoíris, y tras el de ruta en Ponferrada ahora va directa a por el de ciclocross. Sanne Cant también quiere el arcoíris, y más aún tras ser la mejor ciclista de la temporada. Y, finalmente, también estará, fiel a su objetivo, la checa Katerina Nash, la esperanza checa para ganar el oro en Tabor.

Marianne Vos: el favoritismo de la caníbal

Pese a que no es su mejor año, y le han mojado la oreja varias veces en su corta temporada este 2015, la holandesa siempre es favorita para una cita de tal magnitud. Poco falta por decir de ella: cuando está bien, gana; cuando no está tan bien, también es capaz de ganar, pero más justa. A sus 27 años, la holandesa podría ganar el que sería su octavo título mundialista y su séptimo consecutivo, que desde 2009 no deja de ganar. Una pequeña lesión hace pocos días la hace un poco menos favorita, pero no la quita de la pomada por el triunfo.

Pese no haber tenido su mejor temporada, sus tres triunfos en seis carreras disputadas este año no son comunes en Vos, quien ha dominado a diestro y siniestro en los años anteriores y no ha dado ninguna opción a sus rivales. En este Mundial tendrá, aparte de sus dudas, una digna competencia, y que convertirá la prueba de Tábor en un serio examen para la holandesa, que en sus ocho participaciones en mundiales, aún no se ha bajado de la segunda posición (2008).

Sanne Cant: la esperanza belga

La ganadora de la Copa del Mundo femenina debía tener un hueco en esta lista. Y no solo por haberla ganado, que también, sino por ser una de las máximas favoritas al triunfo, pese a que las dudas y una dura competencia internacional le han asaltado en las últimas pruebas. Pese a ello, no ha conseguido bajarse del top-10 este año (salvo en Ronse, a principios de la temporada) aunque sí ha dejado de mostrar al público ese dominio que se extendió desde principios de noviembre hasta mediados de diciembre. A partir de ahí, y con la aparición de rivales como Vos o Nash, la belga ha dejado que sean otras las que copen los pódiums y las victorias, algo que debe y querrá remediar en Tábor.

Pauline Ferrand Prévot: ¿un debut por todo lo alto?

La joven ciclista francesa está realizando el año de su vida. Campeona del mundo de ruta en Ponferrada en septiembre y, tras probar el barro por segunda vez esta temporada (ya corrió el Mundial de Hoogerheide el año pasado), también será una de las favoritas para ganar el oro en Tabor. Con 22 años, la francesa es aún joven para tener la obligación de conseguir tal objetivo, pero tras el oro en la modalidad de ruta y su regularidad en las pruebas en las que ha competido, le hacen estar entre las ciclistas con más peligro.

Su hándicap en el Mundial será el de no haber ganado ninguna prueba aún ante sus más próximas rivales. Su punto fuerte, el haber estado en la pomada siempre y siempre a un paso de la victoria, aunque en la parte final ésta se le haya ido. En Tábor tendrá otra oportunidad, y verla de arcoíris al final de la prueba no sería una sorpresa, la sorpresa sería no verla en las posiciones más cabeceras durante toda la prueba.

Eva Lechner: la sorpresa italiana

Eva Lechner consiguió la pasada semana en Hoogerheide el primer triunfo italiano femenino de la Copa del Mundo y se postuló como una de las grandes favoritas a la victoria en el Mundial, tras su exquisito momento de forma por el que atraviesa. A la italiana parece que se le da bien Hoogerheide, porque ya fue segunda en los Mundiales de la pasada edición, celebrados en esa misma localidad, tras la holandesa Marianne Vos. Y este año parece que es la más seria aspirante al triunfo, tras su exhibición la semana pasada.

Sin duda ha sido la ciclista que mejor está afrontando este (casi) final de temporada, porque sus resultados han ido mejorando poco a poco a medida que el calendario avanzaba, al igual que sus resultados. Hasta la semana pasada, que ataviaba con su flamante maillot de campeona nacional italiana, se fue sin oposición a por la victoria, demostrando que es la ciclista más en forma del pelotón actual y una de las más peligrosas. ¿Verá Italia por primera vez en la historia a una de las suyas como campeona del mundo de esta especialidad?

Imagen: UCI

Katerina Nash: la baza local

La República Checa no se iba a quedar con una aspirante al título. Quizás la baza local mas clara para vestirse como campeona del mundo, no solo en la categoría femenina como en todas las demás, es Katerina Nash. La checa, que correrá en casa el próxima sábado, tendrá una motivación especial durante la prueba, por estar en casa, por ser una de las favoritas de la prueba, y por ser la única que ha ganado a Vos en un duelo directo este año (Namur).

Veterana y con ese punto de experiencia necesario para administrar bien sus fuerzas, a la checa le gusta acabar las pruebas de menos a más, por lo que nunca se verá delante desde los primeros instantes de la carrera. Eso sí, conforme avance la prueba, y más si es en condiciones muy duras, la checa remontará posiciones, asomará en cabeza y pondrá muy cara la victoria a sus rivales. La República Checa tendrá con Nash una seria opción de oír su propio himno el próximo fin de semana.