Fabian Cancellara ya tiene calendario para el inicio de temporada, y como es habitual en él su preparación va enfocada a afrontar con forma las grandes clásicas, especialmente las de adoquines donde ansía volver a hacer doblete y adjudicarse el Tour de Flandes y la Paris-Roubaix el mismo año, hito que ya ha logró en 2010 y en 2013.

Con el fin de estar en la mejor forma posible en el mes de abril, el suizo ha planificado un calendario progresivo, con poco descanso entre prueba y prueba. Así, tras debutar en la Challenge de Mallorca, el líder del Trek viajará a Asia para hacer Qatar primero y Oman después. Una vez terminado su periplo por oriente medio, el hará el único parón antes de volver a la competición.

Vuelta a la competición que está prevista para la segunda semana de marzo con la disputa de la Strade Bianche, carrera que servirá de antesala a su participación de la Tirreno-Adriatico, prueba en la que debería verse ya al suizo a muy buen nivel dada la proximidad de la Milan-Sanremo, donde buscará repetir el triunfo que logró en 2008.

Y de ahí en adelante, camino de piedras. Cancellará viajará a Bélgica para afrontar las dos primeras clásicas adoquinada del año, E3 Harelbeke y Gent Wevelgem. Serán las dos últimas pruebas que dispute el suizo antes de afrontar con las máximas garantías posibles su semana más importante del año.

En busca del tercer doblete

Fabian Cancellara llegará al Tour de Flandes con 27 días de competición, en los que espera haber alcanzado esa forma que le permita, como ya hiciese en 2014, arrasar a sus rivales en la primera gran clásica adoquinada del año, estado físico que espera alargar una semana más e intentar lograr el doblete ganando también la Paris-Roubaix. Y es que el objetivo del líder de Trek no es otro que agrandar su leyenda consiguiendo las dos pruebas en el mismo año, hito que tratará de lograr por tercera vez en su trayectoria.

Tras un inicio intenso, Fabian Cancellara tendrá un largo descanso antes de volver a competir en el Tour de Noruega en mayo, al que irá con la duda de si correrá o no el Tour de Francia, ronda en la que ha ganado siete etapas. De momento, lo que está claro es que el suizo ha optado por un calendario clásico, en la misma línea que los años anteriores.