Los comienzos siempre son difíciles. Nada se construye en un día y menos un proyecto que aspira a ser un referente del ciclismo vasco como es Murias Taldea. El equipo salió a rodar por primera vez en su historia en la Challenge de Mallorca, de donde se marcha con muy buen sabor de boca. Tres podios y una amplia presencia en carrera han hecho que desde la dirección del equipo vuelvan a la península con la sensación de haber realizado un muy buen trabajo y haber cumplido el objetivo de ser protagonistas.

Dos primeros días de tranquilidad

La consigna de Jon Odriozola justo antes de tomar la salida era clara. “Hay que ser protagonistas”, les espetó el máximo responsable deportivo a sus ciclistas. Estos estaban nerviosos. Desde los cinco debutantes como profesionales, hasta un veterano como Egoitz García, todos sentían ese cosquilleo, que según explica Unai Intziarte acabaron por convertirse en "ganas por arrancar de una vez”.

Y así fue. Murias Taldea hizo su aparición por primera vez el 29 de enero. En el primer trofeo se optó por rodar suave, con el fin de guardar fuerzas. “Nos dieron órdenes de ir más tranquilos”, confesó Unai Intziarte. Imanol Estevez explicó que esta decisión vino dada por tratarse de “una etapa con previsible final al esprint”, en la que no podrían luchar por la victoria final al no tener “hombres rápidos como Nacer Bouhanni o Andre Greipel”.

Y ahí se acabó la calma. El segundo día la idea de Odriozola pasaba por dejar ver al equipo, luchar por entrar en la fuga e intentar puntuar para las metas volantes y la montaña con el fin de subir al podio. Imanol Estevez estuvo bien colocado y se metió en un primer corte, pero “dada la dureza de la etapa” no puedo aguantar. Al final los corredores del nuevo equipo continental vasco volvieron a guardar fuerzas de cara al día clave, que sería el próximo trofeo. “El tercer día quería probarme, saber cómo iba de forma de cara al mes de abril”, confesaba Egoitz García.

Primera gran hazaña de Murias

El trofeo más duro de todos, y en el que más esperanzas tenía puesto Jon Odriozola comenzó de la peor manera posible. Egoitz García, líder del equipo, se iba a suelo en el kilómetro cinco. “Me pegué un buen trompazo”, detallaba el vizcaíno, quien admitía encontrase “incomodo con los nuevos tubulares”. Entonces fue cuando se cuajó la primera 'gran hazaña' del nuevo equipo. Desde el coche se tomó la decisión de mantener a Mikel Bizkarra y a Aritz Bagües en el grupo delantero y descolgar a Gari Bravo, Beñat Txoperena, Ion Ander Insausti, Unai Intziarte e Imanol Estevez, para tratar de meter al ex de Cofidis en el grupo cabecero.

El trabajo de sus compañeros dejó a Egoitz "con la boca abierta" Mientras la carrera rodaba duro por delante, el verde de Murias tomaba la responsabilidad en el grupo perseguidor con el fin de agrupar a su líder Egoitz García. Un Egoitz García que se quedó “con la boca abierta” al ver como sus compañeros finalmente lograron “algo que parecía imposible”. Y es que gracias al trabajo de sus compañeros logró volver al pelotón. “Alcanzar al grupo delantero en apenas ochenta kilómetros, tirando nosotros solos, fue impresionante”, destacaba un encantado Odriozola.

Murias logró llevar a su hombre fuerte al grupo principal, pero por delante Movistar ya había hecho una criba rompiendo el pelotón. Los de Unzué formaron un grupo cabecero de en torno a una treintena de unidades, donde se encontraba Mikel Bizkarra en representación del equipo vasco. El resto, detrás con Egoitz García, quien trataba de recuperarse de las heridas aún sangrantes. Pese a ello el vizcaíno lo tenía muy claro. “Los pobres se dejaron todo por mí y yo tenía que darlo todo por ellos, pese a haberme caído”, enfatizó.

Egoitz finalizó en 12ª posición el tercer día, pese a las dos caídas Y así lo hizo hasta que la mala suerte volvió a cruzarse en su camino. Cuando el de Atxondo se encontraba en el grupo de los mejores, a menos de tres kilómetros de meta, se volvió a caer durante el descenso del Coll den Bleda. Pese al segundo infortunio, el ciclista de 28 años logró terminar en 12ª posición, a poco más de tres minutos del ganador, Alejandro Valverde. “Me hubiese gustado verme sin las caídas”, se lamentaba el ex de Cofidis, mientras que Imanol Estevez estaba seguro de que si no fuese por la mala suerte “podía haber hecho podio”.

Por su parte Jon Odriozola se mostró encantado con el “coraje” del corredor insignia del nuevo proyecto continental vasco. “Demostró que es un corredor por el que se puede apostar en las próximas carreras y que es capaz de aportar un plus de calidad a la plantilla”, argumentaba el guipuzcoano.

Último día, primeros podios

El último trofeo era también la última oportunidad de Murias Taldea para lograr el tan ansiado podio en Mallorca. La etapa comenzó con una fuga de salida de tres hombres que el pelotón dejó marchar, lo que provocó el cabreo de Jon Odriozola. “Me he llegué a enfadar, la idea era estar en la fuga, por eso les mandé tirar, para echar la escapada abajo y formar otra en la que estuviésemos presentes”, detallaba director vasco.

El equipo se puso manos a la obra y tras alcanzar la primera de las escapadas, posteriormente se acabó formando una nueva en la que esta vez sí, había representación de Murias de la mano de Unai Intziarte. Illart Zuazubiskar y Darío Hernández fueron sus compañeros en cabeza de carrera. “El equipo había decidido que fuese yo el que luchase por las clasificaciones secundarias”, afirmaba, quien acabó llevándose la clasificación de la montaña, las metas volantes y la combinada del cuarto y último trofeo.

Unai Intziarte otorgó al equipo los primeros podios de su historiaAl fin Murias logró la imagen que buscaba. “Estos tres podios son un plus de motivación”, alegaba un feliz Unai Intziarte, cuyo director se mostraba emocionado. “Es un premio de Unai en la carrera de su debut” destacó el máximo responsable del equipo, quien también aprovechó para felicitar al equipo por el gran trabajo realizado durante los cuatro días. “Hemos sido protagonistas, la actitud del equipo ha sido la leche”, destacaba un emocionado Jon Odriozola.

Confianza para el futuro

Jon Odriozola se marcha de Mallorca con “una satisfacción enorme”. “Este proyecto ha demostrado lo que quiere ser, es importante si queremos que se unan empresas e instituciones a él”, alentaba el preparador. Los corredores, por su parte, también se fueron encantados con la actuación del equipo durante los cuatro días, tras los cuales según Egoitz García salen “con mucha confianza y ganas de cara a seguir trabajando para el futuro”.