Esta semana se podría definir como una semana de transición dentro del calendario ciclista. Una semana de "alto al fuego", tras Andalucía, Omán y Algarve, que se acabará este fin de semana, con la disputa de las primeras clásicas flamencas, como la Omloop Het Nieuwsblad o la Kuurne-Brussels-Kuurne, primeros objetivos de los muchos ciclistas que se dieron cita en Omán. Cancellara, Kristoff, Sagan, Boonen o Terpstra han sido algunos de ellos. Pero nadie ha podido con el español Rafa Valls, que pudo con todos en Green Mountain y se apuntó la general.

Con los deberes al día

Parece que a Fabian Cancellara aún le quedan un par de temporadas en la élite. En una situación de transición en el mundo de las piedras donde parece que se van apagando las viejas glorias y van apareciendo nuevos nombres, los primeros parece que aún se resignan a abandonar la lucha por las mejores carreras. El suizo es buena prueba de ello. Victoria (al sprint, para más inri), liderato en la prueba asiática y golpe para las próximas pruebas de adoquines, dando una sensación de evolución desde la Challenge de Mallorca hasta Omán.

Sus resultados más destacados han sido un segundo puesto en la crono de Lusail (Tour de Catar), solo por detrás de Terpstra (otro de sus rivales a partir de la semana que viene) y la victoria al sprint en Al Bustan, por delante de rivales como Van Avermaet o Sagan. Un golpe moral y de reivindicación en ese sprint de fuerza, tras una dura etapa. Sin duda Fabian Cancellara quiere volver a ganar algo grande este año y, viendo los resultados hasta ahora, su preparación este invierno ha sido la adecuada. Veremos que sucede a partir de marzo.

No ha sido flor de un año

La aparición de Alexander Kristoff (Katusha), por suerte, no ha sido flor de un mágico año. El de 2014 será recordado como el año de su explosión, de su gran explosión. De reservar las victorias en 2013 a citas como el Tour de Dinamarca y poco más, el noruego ha pasado a conquistar parte de las mejores citas del calendario como la Milán-San Remo y el Tour de Francia. Este año también estará dando guerra en las clásicas de pavé, de las que se espera un gran resultado suyo. La incógnita de ver si en 2015 iba a ser el mismo ha quedado resuelta en solo doce etapas.

Tres duras etapas del Tour de Catar que Etixx se encargó de endurecer gracias al fuerte viento y una del Tour de Omán, donde solo pudo mojar en Al Mussanah (la única etapa realmente para velocistas de aquella edición) han sido sus únicas victorias de momento. Pero eso no es un problema para el noruego, que ya solo ve piedras y largos tramos de pavé en su cabeza. Como se ha dicho con Cancellara antes, el ciclista de Katusha también ha hecho los deberes este invierno, y será junto a John Degenkolb el corredor que mayor expectativa cree antes del inicio de la primavera ciclista durante el próximo sábado.

La vuelta de Rafa Valls

La mayor sorpresa de esta edición ha sido, sin duda, la victoria general del español Rafa Valls (Lampre-Mérida). El valenciano, quien ha estado en el dique seco durante gran parte de su carrera deportiva, lograba en Green Mountain (la etapa reina de esta edición) volver a la senda del triunfo en la etapa reina, cuando nadie se lo esperaba. Y es que asombró tanto su victoria que le llegaron a confundir con Rui Costa mientras saltaba a la rueda de Van Garderen.

Desde el Tour de San Luis de 2010, el valenciano no levantaba los brazos en carrera oficial. Demasiado tiempo para ese escalador que prometía mucho en las filas del Footon Servetto durante 2010, llegando hasta el pódium en una etapa del Tour de aquel año. Si algo necesita el conjunto Lampre-Mérida, es victorias y presencia en etapas. Rafa Valls puede dársela a su equipo este año. Las primeras ya han sido en este Tour de Omán.