Eduardo Sepúlveda (Bretagne-Séché Environment) se impuso en la Classic Sud Ardèche 2015 tras estar durante toda la carrera en el grupo de cabeza. En segunda posición cruzó la línea de meta el francés Julien Loubet (Team Marseille 13 KTM), que entró a tres segundos del ciclista argentino, mientras que el tercero en llegar a meta fue el italiano Fabio Felline (Trek Factory Racing).

La Classic Sud Ardèche 2015 discurrió por la localidad de Ruoms, cuna histórica de la prueba. Los ciclistas tenían que afrontar diez subidas, destacando especialmente el doble ascenso de la Rocher de Sampzon (1.6 kilómetros al 10% y 18% de máxima) y la cota Vignasse (700 m. al 8% y 15% de máxima). Los corredores debían pasar esta parte final de la etapa hasta en tres ocasiones, completando así los 199,8 kilómetros de los que constaba la prueba.

Un comienzo movido

En cuanto se dio la salida de la prueba, los intentos de conformar la escapada del día se sucedieron de manera ininterrumpida. Finalmente, la fuga de la jornada estuvo compuesta por seis corredores: Pierre-Roger Latour y Guillaume Bonnafond (AG2R-La Mondiale), Gianfranco Zilioli (Androni Giocattoli), Pierre Rolland (Team Europcar), Alo Jakin (Auber 93), Clément Penven (Team Marseille 13 KTM).

El pelotón dejó hacer a los escapados, que llegaron a disfrutar de cinco minutos de ventaja. Con el paso de los kilómetros, los equipos Etixx-Quick Step y BMC Racing Team comenzaron a aparecer por las posiciones delanteras y a marcar el ritmo del pelotón, por lo que la ventaja de los fugados se redujo hasta los 2:30 a falta de 90 kilómetros para el final.

Pero el cansancio comenzó a hacer mella en las piernas de los escapados, que comenzaron a ver cómo su ventaja se fue reduciendo rápidamente cuando tuvieron que hacer frente a las dos subidas del circuito final. Así, una vez que el pelotón cruzó por primera vez la línea de meta, la diferencia era tan sólo de 35 segundos, y pocos kilómetros más tarde, el gran grupo neutralizó la escapada.

Dos entre 15

Los grandes nombres de la carrera comenzaron a dejarse ver por la parte delantera del pelotón, y el equipo Ag2R-La Mondiale comenzó a marcar el ritmo en los últimos 30 kilómetros de la carrera. Así, justo antes de comenzar la última ascensión al Rocher de Sampzon, 15 corredores saltaron del pelotón y conformaron un grupo entre los que se iba a disputar la victoria final.

Entre esos 15 corredores se encontraban Eduardo Sepúlveda y Julien Loubet, que atacaron y se marcharon en solitario. A medida que pasaban los kilómetros se hacía más evidente que la victoria de etapa iba a estar entre el argentino y el francés. Loubet parecía sentirse mejor, pero Sepúlveda aprovechó bien su momento y consiguió una pequeña ventaja en los metros finales, consiguiendo así su primera victoria como profesional.