Alexander Kristoff sigue de dulce. Da igual en qué parte del mundo: Asia, Europa... cualquier llegada masiva es territorio acotado para el noruego, que solo ha marrado en dos volatas en lo que va de 2015. El resto, se las he llevado. Y lo ha hecho con una superioridad apabullante en el sprint, con una bicicleta de diferencia, desquiciando a sus rivales como hoy hizo con Degenkolb. Katusha tiene un damante en bruto y quiere aprovecharlo por completo.

Una primera etapa totalmente plana, con una única dificultad montañosa al comienzo de la jornada. La Côte de Bel Air, corta y con escasa dureza no iba a ser ningún impedimento para que la etapa se resolviera según los derroteros esperados. La lluvia fina, las humedades en el piso y las carreteras estrechas acompañarían a los ciclistas en el transcurso entre saint-Rémy-Les-Chevreuse y Contres, de 192 kilómetros.

Voeckler, incombustible

De salida, la disputa por ser el primer líder de la montaña. Jonathan Hivert (Bretagne Seche Environnement) se llevó el punto y se hizo con el jersey de lunares. El francés se hacía con un puñado de minutos de renta con el pelotón, pero decidió esperar. El pelotón le dejó ir, escenario perfecto para un grupo grande, pero era muy pronto para irse solo. Así que Hivert esperó al grupo y todo se unificó. El primer sprint intermedio añadió picante a una etapa sosa en cuanto a recorrido. Michael Matthews (Orica GreenEdge) y John Degenkolb (Giant-Alpecin) cogían los segundos de bonificación.

Con 40 kilómetros recorridos a ritmo muy cómodo y sin prácticamente ataques, fueron Anthony Delaplace (Bretagne Seche Environnement) y el incombustible Thomas Voeckler (Team Europcar) saltaban del grupo y se iban con varios minutos de renta. Escapada formada, sin peligro en cuanto a cantidad pero con un viejo zorro como Voeckler la tensión seguía existiendo. Aun así, el ritmo por detrás fue de control hasta que Etixx decidió poner una marcha más.

Etixx impone un ritmo de control entre percances

El encargado de liderar la persecución fue Stijn Vandenbergh. Poco a poco, el belga fue recortando tiempo al duo galo, un tiempo que aumentaba y disminuía al antojo del equipo del líder. Dentro de los últimos 50 kilómetros de etapa, la brecha se mantuvo entre los dos-tres minutos. Todo controlado. Pero los incidententes iban a marcar el camino del grupo.

A falta de 35 kilómetros para la meta los equipos de los velocistas empezaron a tomar cartas en la parte delantera del grupo. Sky, Lotto o Katusha acompañaron a Etixx con la intención de llevar lo mejor colocados posible a sus hombres rápidos. Fue ahí cuando Arnaud Démare (FDJ) pinchaba y tenía que hacer un gran esfuerzo para reintegrarse en el grupo, ayudado por sus compañeros de equipo. Poco después, Rui Costa (Lampre-Merida) sufría una caída sin más consecuencias que la pérdida de contacto con el grupo, pero pudo reintegrarse sin problemas con la ayuda de sus gregarios. El que no pudo terminar y se marcha de Francia con graves consecuencias es Tom Boonen (Etixx-Quick Step). El belga cayó a falta de 15 kilómetros para la meta y cayó con el hombro izquierdo por delante. Sufre una luxación de clavícula que le aparta de su gran objetivo: las clásicas.

Más allá de los percances, el ritmo subió en el pelotón pero tampoco recortaban excesivo tiempo con los de cabeza. No interesaba neutralizar demasiado pronto pues se podría montar un zafarrancho difícil de controlar. Con 25 kilómetros por delante, Vandenbergh volvió a acelerar y dejó la renta de los fugados por debajo del minuto. Ahí fue cuando reaccionó Thomas Voeckler con una gran aceleración que volvió a aumentar su distancia. Aun así, Delaplace se mantuvo a su rueda en todo momento.

Lotto remata a los escapados

Llegados a la última parte de la etapa, los segundos de bonificación en el segundo sprint intermedio se los repartieron entre Delaplace (3), Voeckler (2) y Geraint Thomas (1). La ventaja del duo francés era peligrosa. Menos de diez kilómetros y un minuto gestionado por un hombre de la experiencia de Voeckler. Por detrás, Lotto entró con fuerza junto a Etixx. El combinado liderado por André Greipel redujo la renta hasta los veinte segundos dentro ya de los últimos tres kilómetros. A falta de dos kilómetros para la meta, los escapados fueron alcanzados y todo quedó listo para la llegada.

Kristoff apabulla a sus rivales

Etixx, Katusha, Europcar, Lotto, Lampre... todos aparecían en las primeras posiciones en el curveo final pero los que iban a entrar bien colocados en el últimos kilómetro eran los australianos. Y es que Orica GreenEdge puso su treno en funcionamiento y Matthews rodaba cómodo a la estela de un par de compañeros. Pero llegó Katusha y, posteriormente Giant, para marcar su territorio. Guarnieri y Koen de Kort llevaron a Kristoff y Degenkolb a la cabeza por los laterales. Giant cogió la delantera y Degenkolb quedó en solitario al inicio del sprint. Pero ahí fue cuando la potencia de Kristoff se impuso al remate del alemán.

El noruego apareció por el centro, con su característico braceo y su gran movimiento corporal. De lado a lado, con los hombros golpeando el aire de forma violenta, Kristoff enseguida se puso en cabeza, reventó a Degenkolb, rendido en los últimos metros, y acabó ganando con una superioridad que pocos pueden mostrar. Nacer Bouhanni (Cofidis), que se buscó la vida en solitario, y Bryan Coquard (Team Europcar) completaron el podio de la etapa.

Kristoff, a alcanzar a Cavendish

Por tanto, nueva victoria de Alexander Kristoff, la quinta de la temporada. Junto con Mark Cavendish, el noruego está mostrándose como gran dominador de las volatas. Eso que antaño le faltaba, mayor velocidad para imponerse en finales sin dificultades, en donde no influyera tanto la habilidad sino la punta de velocidad, lo ha recogido de la pretemporada y su nivel es excelso pensando ya en su gran objetivo: repetir victoria en San Remo.

En la general no hubo cambios pues ni Degenkolb ni Matthews, los más cercanos a Kwiatkowski de entre los velocistas, acabaron fuera de las diez primers plazas. Por tanto, el ciclista de Etixx sigue líder de cara a la jornada de mañana.

Clasificaciones tras la primera etapa

Y mañana...

La segunda etapa de la París-Niza transcurrirá entre Zooparc de Beauval Saint-Aignan y Saint-Amand-Montrond, con 172 kilómetros y una cota de tercera categoría a falta de 41 kilómetros para la meta. Al igual que hoy, la llegada masiva será el desenlace esperado.

El vídeo de la victoria de Kristoff