Tras un fin de semana muy intenso donde la montaña se erigió en principal protagonista, la calma vuelve al pelotón, relativamente. Los ciclistas afrontan una jornada más cómoda, con desnivel favorable predominantemente, en la que los sprinters volverán a disputarse un triunfo con el que ni siquiera han podido soñar en las dos últimas etapas.
La etapa consta de 210 kilómetros en los que una fuga tomará el protagonismo al inicio de la jornada pero, si todo sucede según lo previsto, acabará con una volata. Los primeros cincuenta kilómetros de carrera destacan por tener desnivel desfavorable, por lo que es un terreno propicio para formar la escapada y que el pelotón les dé algo de cancha.
A partir de aquí, comienza un largo descenso hasta Porto Sant'Elpidio con dos pequeños obstáculos en forma de cotas, solo una de ellas categorizada como puerto de montaña, Montelparo. A estas alturas, la fuga ya estará a la vista, pero por si no fuera así, el último tramo de etapa transcurrirá en un circuito de unos 15 kilómetros con meta en Porto Sant'Elpidio. Un pequeño repecho a mitad de dicho recorrido es la única dificultad en el final de la etapa
Día de velocistas
No cabe duda de que la victoria de etapa se la jugarán los sprinters del pelotón. El principal candidato es Mark Cavendish (Etixx-QuickStep). El británico ha empezado con grandes sensaciones la temporada y en su preparación para Milan-San Remo sería importante lograr una victoria en esta carrera. Sus grandes rivales serán Elia Viviani (Sky) y Nikias Arndt (Giant).
Además, hay otra serie de ciclistas que aspirarán a pelear el triunfo a estos tres grandes favoritos. Sacha Modolo (Lampre-Merida), Sam Bennet (Bora-Argon), Peter Sagan (Tinkoff), Magnus Cort-Nielsen (Orica GreenEdge), Tyler Farrar (MTN-Qhubeka) o Ramunas Navardauskas (Cannondale-Garmin) se meterán en la llegada masiva con ganas de intentarlo.