Greg Van Avermaet es ese ciclista que siempre está en las quinielas pero nunca acaba de rematar. Pero ese año, el de Lokeren quiere modificar ese estereotipo y triunfar por fin en un gran Monumento. En Flandes no pudo ser y el flamenco quiere triunfar en el norte de Francia y lograr una victoria ansiada durante años.

Tras acabar dentro de los siete primeros en las últimas tres ediciones, el año pasado dio al palo en Oudenaarde donde acabó segundo, remachado por el gran Fabian Cancellara en la línea de meta. Además, sorprendió en 2008, a sus 22 años, acabando octavo.  En Roubaix no ha tenido tanta suerte. La ausencia de cotas le perjudica ante ciclistas más potentes aunque ya acabó cuarto en 2013. 

Pero además, este año su forma está siendo inmejorable. Arrancó con fuerza en el Tour de Catar, acumulando tres top 10 en etapas decididas al sprint ante los mejores velocistas puros como Kristoff, Sagan o Guardini. En Omán, una carrera más dura que la anterior, acabó tercero en una jornada clave, en la que llegó escapado con hombres de la talla de Cancellara, Valverde o Pozzato y acabó tercero.

Tras el paso por Oriente Medio, el ciclista flamenco arrancó la temporada primaveral rozando los triunfos. Fue sexto en Omloop Het Nieuwsblad tras no poder meterse en el corte decisivo y nada pudo hacer en la llegada masiva de Kurne-Bruselas-Kurne. El plato fuerte del año llegó con Strade Bianche. Una de las grandes clásicas disputada en una categoría inferior. La fuerza necesaria es prácticamente la misma o más que la que se necesita sobre adoquín. El sterrato le vino bien a Van Avermaet quien fue absoluto protagonista de la carrera, auqnue no pudo con Stybar en la subida final en Siena.

Para rematar, se marcó una gran Tirreno-Adriático donde rozó la victoria en el prólogo y se llevó la tercera etapa superando a varios de sus rivales en De Ronde, como Peter Sagan y Zdenek Stybar. Posteriormente, nada pudo hacer en E3 Harelbeke donde una caída cuando perseguía al corte de cabeza le apartó de la victoria. En Gante-Wevelgem, se limitó a finalizar la carrera en el infierno ventoso. 

Así pues, unos resultados que indican el buen nivel y la gran forma del ciclista de BMC de cara a los dos grandes Monumentos del año sobre adoquín. Las cualidades de Van Avermaet son de sobra conocidas: un ciclista muy completo, capaz de destacar en las subidas, gracias a sus buenas habilidades como hombre explosivo, y de rematar en un grupo relativamente grande al sprint, siempre que la carretera se complique. Un clasicómano completo al que le falta rematar para llevarse una grande.

El de Lokeren no pudo devolverle a su región el Tour de Flandes, luego de varios años sin que un flamenco gane en De Ronde. Fue protagonista de la persecución final pero no pudo alcanzar al duo de cabeza que se jugó la victoria. Fue más débil en el Oude-Kwaremont y dejó que se marcharan por delante y después, junto con Sagan, no lograron alcanzar a Terpstra y Kristoff, pese a que, por momentos, pareciera que les iban a dar caza. Al final, tercera posición de consuelo para un Van Avermaet cansado de disparar al palo.

Por tanto, ahora echará el resto por Roubaix. Su alternativa es intentar romper la carrera, irse en un corte ganador y dejar de perseguir. Siempre persiguiendo, siempre en desventaja... eso tiene que cambiar si quiere ser uno de los grandes clasicómanos.

Resultados de en el Tour de Flandes (histórico)

Edición Posición
2008 DQS
2009
2010 35º
2011 39º
2012 22º
2013
2014
2015

Resultados en París-Roubaix (histórico)

Edición Posición
2007 29º
2008 27º
2009 28º
2010 27º
2013
2014 17º