En el ciclismo hay muchas grandes promesas que dejan su impronta en la historia, otros que se quedan por el camino bien porque ya no dan más de si o como en el caso de Jean-Pierre Monseré porque les persigue la desgracia a una edad muy temprana.

La historia de Jean-Pierre Monseré es una historia digna de los grandes genios que mueren jóvenes. Se le podría aplicar la frase que decía James Dean: “Vive rápido, muere joven y deja un cadáver bonito”. Con muchos otros corredores se podrían escribir páginas y más páginas de sus gestas. De Monseré, por desgracia, solamente se pueden escribir unas pocas pero de una calidad que no deja lugar a duda.

Monseré nació en el municipio belga de Roesselare situado en la región flamenca. Como buen flamenco y belga amaba las clásicas del norte, le daban igual las cotas que los adoquines. Desde muy pequeño había demostrado unas excepcionales aptitudes para el ciclismo, lo que le valió la incorporación a uno de los equipos más importantes de la época, el todopoderoso Flandria, que contaba en sus filas con corredores como Roger de Vlaemick, Freddy Maertens, Johan de Muynck

Desde las primeras pedaladas su adaptación al profesionalismo fue muy rápida con numerosos pódiums hasta su estreno por todo lo alto en uno de los cinco monumentos del ciclismo, el Giro de Lombardía.

La temporada de 1970 debia de ser la temporada de su confirmación y Monseré empezó ganado desde carreras en pista, pruebas de ciclocross, etapas en la Vuelta a Andalucía… hasta que el 16 de Octubre de 1970 ganó el campeonato mundial de ciclismo en ruta celebrado en la localidad inglesa de Leicester, convirtiéndose en el campeón del mundo más joven de la historia, superando a Leif Mortensen tomándose la revancha del año anterior cuando este le derrotó en Zolder en el mundial amateur. En tercer lugar quedó el corredor italiano Felice Gimondi.

Durante la temporada de 1971 pasearía el maillot arco-iris convertido en una de las principales figuras del mundo del pedal. En el mes de Febrero levantaría los brazos en dos etapas y en la general de la Vuelta a Andalucía. El 15 de Marzo de 1971 toma parte en el G.P. Rétie, como preparación pra las clásicas de primavera, durante el transcurso de esta carrera un despistado conductor invadió la carretera por donde circulaban los ciclistas arrollando a Monseré que nada pudieron hacer por salvarle la vida.

Murió con 22 años como consecuencia de las heridas provocadas y toda Bélgica lamentó la pérdida de su joven estrella mientras se preguntaban:

Monseré tendido en el suelo / Fuente: www.nieuwsbladcdn.com

-¿Hasta donde habría llegado Monseré?

-¿Qué habría pasado si Monsere…?

En su funeral se pudo ver una de los escasos momentos de debilidad del campeón belga Eddy Merckx que no pudo contener las lágrimas de la emoción y lloró amargamente la pérdida de su amigo.

En ese momento el corredor dejaba mujer e hijo. Pero la mala suerte de la familia Monseré no acabaría allí. En 1976 su hijo pequeño Giovanni de 7 años celebró su primera comunión y recibió un regalo muy especial por parte de los antiguos compañeros de equipo de su padre: una bicicleta y un maillot arco-iris que su padre solamente pudo lucir durante 3 meses.

Días después el pequeño Giovanni circulando con su bicicleta y su maillot arco-iris, quién sabe si intentando emular a su padre, fue atropellado por un coche causándole la muerte. El caprichoso destino quiso que padre e hijo murieran los dos de la misma manera: andando en bicicleta, atropellados por un coche y vistiendo un maillot arco-iris.

Es inevitable pensar en la "maldición del arco-iris" que dice que traerá un año de mala suerte a su portador. Para Monseré la maldición se extendió a toda su familia con unas heridas que muy dificilmente habrán cicatrizado.

Hoy en día se celebra en su localidad natal, Roselare, el Gp Monseré para honrar la memoría de padre e hijo.

Jean Pierre y Giovanni Monseré / Fuente: www.hetieskoers.com

Video de mundial ganado por Jean Pierre Monsere