Después de quedarse a las puertas de ganar su segundo monumento en Milan-San Remo, Alexandr Kristoff (Katusha) se desquitó en el Tour de Flandes. El noruego logró hacer hueco junto a Niki Terpstra (Etixx) al que superó en la línea de meta de Oudenaarde al sprint. De esta manera, completa una semana fantástica en tierras flamencas con tres victorias de etapa en De Panne, la general de esta carrera y el triunfo en De Ronde Van Vlaanderen.

Kristoff se convirtió esta tarde en el primer noruego que ha ganado el Tour de Flandes: "Cuando era un niño soñaba con ganar esta carrera. Ahora, el sueño se ha hecho realidad", aseguró. "Estaba algo nervioso al final, cuando Terpstra dejó de relevar. Tenía miedo de que los perseguidores nos atraparan, así que mantuve un ritmo alto. Sabía que si lo conseguía, podría  hacer un buen sprint, pero no al cien por cien", comentó.

El nórdico siguió analizando la carrera: "Sabía que tenía que seguir a Terpstra cuando atacó. Una vez que hicimos hueco, trabajamos bien juntos y le convencí para que colaborara conmigo hasta el final, a sabiendas de que lo peor que podíamos conseguir era un segundo puesto. Trató de soltarme en el Kwaremont, donde sufrí, pero me sentí bien en las subidas adoquinadas", comentó.

Pese a este momento difícil, en Patenberg Kristoff tenía la sensación de tenerlo "todo bajo control". "No dejé irse a Terpstra porque es muy fuerte. Estoy feliz por haber conseguido marcharme con él y que nadie nos acompañara. Soy un buen rematador, así que sabía que podía ganar", reconoció. Por último, quiso dedicar la victoria a Makarov, que cumplía años hoy y se congratuló por la "gran semana" realizada en Bélgica: "No podía haber sido mejor". 

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