Ayer no era el día y ganó. Hoy era el día y perdió. Si desde OricaGreenEdge veían pocas opciones para Michael Matthews en la primera etapa que acabó venciendo, la de hoy la tenían marcada en rojo. Con un previsible final al sprint, los australianos contaban con el principal favorito, más aún después de lo ocurrido en Bilbao. Sin embargo, cuando nadie parecía capaz de superar al de Camberra, Fabio Felline vino desde atrás para acabar con la hegemonía de los oceánicos en Gasteiz. Cuatro años han tenido que pasar.

La segunda etapa de la 55 edición de la Itzulia ha sido, con 175 kilómetros de distancia, la más larga de las seis de este año. Con salida en Bilbao - donde ha habido un plante de cinco minutos para protestar por la mala señalización que provocaron una caída ayer - y final en Gasteiz, la jornada estaba compuesta por un puerto uno de primera y cinco de tercera, coronando el último a tan solo nueve kilómetros para la llegada en la capital alavesa.

Txurruka, Reichenbach, Hupond, Vervaeke y De Wert, los fugados del día Nada más dar la salida, en el kilómetro cuatro han saltado Amets Txurruka, Thierry Hupond, Sebastien Reichenbach, Kevin De Wert y Luois Vervaeke, que se han marchado por delante y han llegado a tener una ventaja máxima de 10:36 sobre un pelotón que, gracias al trabajo de Movistar Team en la parte delantera, ha ido rebajando esa diferencia.

Según la fuga se iba acercando al primer alto puntuable, el de Urkiola – 7,6km con un desnivel medio del 8,29% - catalogado como de primera, las hostilidades se han desatado entre los cinco de cabeza. El primero en pasar por el alto ha sido Amets Txurruka que ha abierto hueco con sus inmediatos perseguidores, si bien la fuga ha vuelto a unirse durante el descenso.

En el siguiente alto, el de Salinas de Arana – 2,3km al 6,52% de desnivel medio – el primero en coronar volvió a ser Amets Txurruka, que volvió a intentar romper la carrera aunque sin éxito, ya que grupo de cinco fugados logró volver a recomponerse. Por detrás el grupo donde marchaban los favoritos pasó por ese punto a 7:28, liderado en todo momento por el conjunto Movistar.

La fuga se mantuvo en todo momento unida, también en la subida al alto de San Martín del Zar, - 1,4 km y un desnivel medio del 5% - por el que pasó Sebastian Reichenbach en cabeza. Por detrás el conjunto Orica GreenEdge comenzaba a colaborar, lo que provocaba que la diferencia se fuese reduciendo. Tanto es así que para cuando los corredores comenzaron las primeras rampas del alto de Zaldiaran, en su primer paso, la diferencia era inferior a los cuatro minutos.

Maillot a lunares para Txurruka

Txurruka demostró una vez más en el Alto de Zaldiaran que era el más fuerte y se lanzó a por los puntos de la montaña, dejando descolgados a sus compañeros de fuga de la que habían perdido contacto Thierry Hupond y Kevin De Wert. Pese a la distancia abierta por el ciclista vizcaíno en el alto, la cabeza de carrera volvía a unirse para formar un grupo de tres corredores.

Pero el trabajo del pelotón, liderado definitivamente por OricaGreenEdge, condenó a la escapada, que aunque logró coronar el Alto de Vitoria encabezada por Amets Txurruka, quien se aseguró en jersey de lunares al final de la etapa, fue absorbida aproximadamente diez kilómetros después, justo antes de empezar a subir el último paso por Zaldiaran.

Slagter lo ha intentado a ocho de meta De esta forma el grupo encaraba las primeras rampas del último puerto unido, por lo que si alguno quería evitar una llegada al sprint en Gasteiz, debería intentarlo en ese último paso montañoso antes de afrontar el descenso hacia la capital alavesa. Pese a ser, a priori, el único sitio donde se podría romper la carrera, el fuerte ritmo impuesto por los diferentes equipos impidió la machada y el pelotón corono agrupado el puerto. Entonces en la bajada se lanzó Tom Jelte Slagter, quien buscó sorprender a falta de ocho kilómetros.

Feline da la campanada

Sin embargo en todo momento se vio que la ventaja era insuficiente, por lo que al igual que los tres años anteriores la victoria final se iba a decidir en una llegada masiva, con el líder y ganador ayer, Michael Matthews, como principal favorito. El australiano había ganado en ese mismo lugar el año pasado, y todas las apuestas hacían presagiar que lo volvería a hacer en el día de hoy.

Entonces fue cuando emergió la figura de Fabio Felline. El corredor del Trek Factory Racing cogió la rueda del ciclista de Orica y a la hora de lanzar el esprint final demostró tener ese plus más de velocidad que le permitió alzar los brazos. Cuatro años han tenido que pasar para ver a un rebelde ganar en territorio Orica.