Cuando Katusha gana significa que Kristoff gana. A nadie le gusta admitir que la base del éxito es un solo ciclista, pero en este caso es así. Gracias a Kristoff, el conjunto ruso ha ganado citas como el Tour de Flandes, es uno de los equipos que más ha triunfado en lo que llevamos de 2015 y ha sido el completo protagonista de la primavera de esta temporada. El último de sus 16 triunfos este 2015 ha venido en la clásica Scheldeprijs en la que se ha impuesto su corredor predilecto. Tras evitar por los pelos una montonera en el último kilómetro ha levantado los brazos en Schoten, meta de esta longeva clásica flamenca.

Ninguna dificultad en forma orográfica presentaba el recorrido entre Amberes y Schoten. Dos centeranes de kilómetros y ningún desnivel acumulado iban a dar una segura llegada masiva en el cuarto paso por meta por la ciudad belga de Schoten. La única "dificultad", si se puede llamar así, ha sido el Broekstraat, un tramo de casi dos kilómetros (1700 metros) con un perfecto adoquín dentro de una ancha carretera de doble sentido, que ha permitido incluso ver a los ciclistas rodando a altas velocidades. En el sprint se ha impuesto la lógica y Noruega ha vuelto a cantar victoria.

Fuga sin sentido

La fuga, formada por siete ciclistas en la parte inicial de la prueba, nunca tuvo la mentalidad de llegar a meta para poder disputarse la victoria. La última vez que no se vio una llegada masiva fue en 2005, así que las esperanzas no eran grandes. Laurent De Vreese (Astana), Frederik Backaert (Wanty-Groupe Gobert), Kenneth Vanbilsen (Cofidis), Matteo Busato (Southeast), Vincent Jerome (Europcar), Hubb Duyn (Roompot) y Tanner Puut (United Healthcare) fueron los siete valientes que jugaron desde lejos. Manejaron poca diferencia durante gran parte de la prueba, fruto del control de los equipos más ambiciosos, pero fue a partir de mitad de carrera cuando el pelotón se puso las pilas para cazar.

Broekstraat no convence a los valientes

Casi por inercia, la diferencia de los escapados iba reduciéndose. Era el pelotón el que elegía cuando la ventaja dabía aumentar y cuando reducirse. Pese a que la escapada se mostraba compacta, organizada y generosa, los esfuerzos quedaban en nada frente a un pelotón que pese a estar desorganizado, sin ningún equipo que tirase de forma continua y que iba a tirones. El gran grupo se plantaba en la primera de las tres vueltas, tras pasar por meta, con menos de dos minutos de retraso sobre la escapada. Ni siquiera los humildes ataques de Cult Energy, que se movía con Martin Mortensen, podían frenar a un pelotón que a 30 kms de la meta ya pensaba en la llegada masiva.

A medida que pasaban los kilómetros, en el pelotón se iba imponiendo el conjunto Katusha, en busca de otro triunfo de Alexander Kristoff. El tramo de Broekstraat, única zona de adoquines presente en el circuito final, iba a echar por tierra toda pequeña opción de los escapados. En el penúltimo paso la diferencia se redujo a más de la mitad, pese al ataque de De Vresse (Astana) en su parte final, que tensó a la escapada pero no la rompió. Seis hombres encabezaban el pelotón, todos del Katusha, y no les iba a frenar nada, ni siquiera otro arco que se desinchó y que cayó en medio del asfalto, como en el Tour de Flandes.

Caída y otra vez Kristoff

A De Vresse no le iba a parar nada, o casi nada. Con el pelotón en el cogote, el belga se volvió a intentar marchar con todo en el Broekstraat. Duyn se fue con él. Pero la intentona no fue a buen puerto, Sky y Etixx se encargaron de que una clásica tradicional de los más rápidos siguiese siendo así. A quien menos se le veía era a Kristoff, que tuvo que remontar antes del último kilómetro. Y menos mal que remontó, porque a menos de 600 metros de meta Tom Van Asbroeck (LottoNL-Jumbo) se tocaba con un ciclista dee Astana y provocaba una dura montonera en la parte delantera del grupo que iba a dejar a menos de 20 con opciones de victoria.

Ajenos al caos que se iba a montar, los afortunados que habían evitado la caída se jugaron la victoria de etapa en los últimos metros del circuito al que habían dado cuatro vueltas. Lanzó FDJ el sprint, pero rápidamente Kristoff cogió el mando y ya no lo soltó. Edward Theuns quiso remontar, y consiguió recortarle al noruego al final, pero le fataron metros. A su izquierda veía cómo Kristoff conseguía su undécima victoria de 2015 y sumaba la 16ª de su equipo. No le ha bastado ser el mejor ciclista de la primavera. Alexander Kristoff quiere ser el primer nórdico en ganar el Tour de Flandes y la París-Roubaix en el mismo año.

Así vivimos la clásica Scheldeprijs en VAVEL.

Vídeo de la etapa

Clasificaciones

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Sobre el autor
Nacho Primo Genís
Buscaba libertad para escribir unas cuantas líneas sobre mi deporte favorito, el ciclismo, y encontré VAVEL a principios de 2014. Debilidad por el ciclocross y responsable de @Ciclismo_VAVEL.