Mikel Landa vuelve a sonreir. Tras una pretemporada complicada, en la que, tal y como admitió el corredor, empezó a entrenar “el 6 de febrero”, el ciclista alavés se ha impuesto en la quinta etapa de la Vuelta al País Vasco. Por detrás, los favoritos no han logrado romper esa máxima igualdad y se lo jugarán todo en la contrarreloj de mañana. El ganador final se decidirá en el uno contra uno.

La quinta etapa de la 55 edición de la Vuelta al País Vasco, que unía las localidades de Eibar y Aia, era la última oportunidad para los favoritos de sacar ventaja entes de la crono decisiva del sábado. 155 kilómetros y 9 puertos de montaña para romper la igualdad máxima, tónica de los primeros cuatro días de carrera.

La fuga la formaron 31 corredores La previsión era que la carrera fuese muy rápido. Y desde el principio ha sido así. Nada más arrancar se ha formado la fuga buena del día. 31 corredores se han marchado por delante, entre ellos dos Movistar, a fin de dejar la tostada a Sky y Katusha en la parte delantera del grupo. Bruno Pires, Chris Anker Sorensen, Rohan Dennis, Giovani Visconti, Igor Antón, Carlos Alberto Betancur, Matteo Montaguti, Alexis Vuillermoz, Daryl Impey, Valerio Conti, Tom Jelte Slagter, Tom Danielson, Julian David Arredondo, Laurent Didier, Omar Fraile, Antonio Molina, Amets Txurruka, Yohann Bagot, Romain Hardy, Nick Van der Lijke, Mikel Landa, Rein Taaramae, Tony Gallopin, Louis Vervaeke, Tim Wellens, Tony Martin, David de la Cruz, Matteo Bono, Mickael Cherel y Sebastian Reichenbach han formado la escapada del día.

Tras permanecer la escapada unida hasta el alto de Urraki, en el descenso del cuarto puerto de la jornada se produjo el primer movimiento en cabeza de carrera. Valerio Agnoli se lanzó en la bajada, y pese a que logró sacar unos metros de ventaja, finalmente desistió y fue atrapado de nuevo por el numeroso grupo de corredores que había en cabeza de carrera. Pero Astana tenía claro que quería fragmentar el grupo, por lo que rápidamente colocó un hombre a tirar del mismo.

Cuando el corredor de Astana bajó el ritmo, lo que propició que el pelotón redujese la diferencia en un minuto, fue Caja Rural quien intento partir la fuga en el descenso de Alkiza. Primero Txurruka y después Omar Fraile –escapado por tercera vez en esta Itzuliaintentaron reducir el número de integrantes en cabeza de carrera, aunque sin éxito.

Un equipo Caja Rural que se ha asegurado en el día de hoy uno de sus objetivos. Omar Fraile ha coronado en cabeza los puertos de Itziar, Urraki, Alkiza y Andarazate, asegurándose así el jersey de la montaña, ya que en la última etapa, al ser contrarreloj, no se reparten puntos. Por detrás el pelotón, reduciendo desventaja poco a poco.

Aia rompe la carrera

Pese a los insistentes movimientos para romper la carrera, esto no ocurrió hasta el primer paso por el muro de Aia. Allí se movió Rein Taramaee. A su ruda se quedaron Mikel Landa, Tim Wellens y Tony Gallopin. Más atrás Tony Martin y Tom Danielson. Poco a poco los fugados fueron realizando el primer paso por la localidad de meta. Totalmente desquebrajado. El pelotón también.

Kwiatkoski atacó en el primer paso por el muro de Aia El grupo de favoritos lo rompió Michal Kwiatkowski. Principal perjudicado en las dos etapas anteriores –se dejó 7 segundos en Zumarraga y 23 en Arrate– lanzó un fuerte ataque en la parte más dura de la rampa. Se marchó en solitario, él solo. Adelantó a parte de la fuga y llegó hasta la rueda de su compañero Tony Martin, que le estaba esperando por delante. Estrategia y buenas piernas. Valentía cómo método de recuperar el tiempo perdido.

Landa, Taramae, Gallopin, Danielson y Wellens en cabeza. La carrera rota. Detrás un grupo de ocho corredores intercalados. Las miradas, todas en el tercer grupo perseguidor, todos los focos en Tony Martin y en Michal Kwiatkoski. Siete a meta y veinticuatro segundos de ventaja. Treinta y seis. La diferencia del campeón del mundo iba en aumento. El polaco era líder virtual.

Por su parte en cabeza de carrera estaba marcando el ritmo el estonio de Astana. Su compañero Mikel Landa perfectamente situado. Junto a ellos Tom Danielson, Tim Wellens y Tony Gallopin. Los kazajos tenían la determinación de ganar la etapa por eso cuando se fundió Rein Taramae atacó Landa. Se llevó a Tim Wellens y a Danielson a su rueda. También se fundió Tony Martin. El grupo recortando la ventaja respecto al campeón del mundo. Katsuha tenía que evitar que se marchase y puso a Dani Moreno y a Ilnur Zakarin a tirar con el objetivo de cazar a Kwiatkowski.

Mikel Landa resuelve la fuga

Último paso por Aia. La carrera descontrolada. Por delante cuatro corredores. Entre medias Michal Kwiatkoswki junto con Tony Martin, que serían atrapados en la subida. La ventaja de cabeza de carrera era superior al minuto en las primeras rampas. Entre ellos estaba la victoria. El primero en moverse, Tom Danielson. Sin éxito. Solo Taramae se hunde. Landa y Wellens aguantan. Atrás sale Simon Yates y Quintana se queda. La carrera completamente loca. Mikel Landa ataca y se marcha. Victoria para el de Murgia y premio para Astana que logra la victoria de etapa gracias al empuje final del corredor local y al gran trabajo de sus compañeros Rein Taramae y Valerio Agnoli. En segunda posición llega Tim Wellens, tercero Tom Danielson.

Henao y 'Purito' siguen con el mismo tiempo en la generalTurno de la llegada para los hombres de la general. El primero en llegar es Simon Yates. Detrás, a tres segundos del británico, los dos grandes protagonistas de las etapas anteriores, Joaquím Rodríguez y Sergio Luís Henao. Con doce segundos perdidos llega Nairo Quintana y también Michal Kwiatkowski, desfondado tras el esfuerzo realizado. Aia era el último día para romper la carrera antes crono, pero su efecto ha sido mínimo. Los dos primeros, Henao y ‘Purito’ siguen con el mismo tiempo. Quintana el más perjudicado a doce. La carrera para mañana abierta. Esos tres con opciones. También Scarponi, Spilak o Van Garderen. Lo que está claro es que Aia decidirá la carrera, sí, pero será en una lucha apretada contra el crono. La 55 edición de la Vuelta al País Vasco está en un puño tras cinco etapas.