La semana grande de las clásicas de las Ardenas ya está aquí. Tres grandes clásicas acabarán con un periodo de pruebas que comenzó allá por el mes de marzo con la disputa de la Omloop Het Nieuwsblad. La renombrada Amstel Gold Race, anteriormente llamada Maastricht - Valkenburg por sus ciudades de inicio y final, tiene cada año el honor de abrir un tríptico que durará hasta el próximo domingo, cuando el cuarto Monumento del año -la Lieja-Bastoña-Lieja- eche el telón a una de las semanas preferidas del año por los ciclistas. Llega el tiempo de ser explosivo, de darlo todo hacia arriba y de subir desniveles casi imposibles: llega el tiempo de las Ardenas.

La Amstel es, de las tres, la más abierta de las tres clásicas de las Ardenas. Sus kilómetros tras el Cauberg generan parones, miradas, nervios e incluso reagrupamientos (son poco más de dos kilómetros desde la cima de la cota hasta la meta) que castigan los valientes ataques con neutralizaciones y posteriores llegadas masivas. Solo los ataques valientes que acaban en la cima del Cauberg en solitario pueden pensar en llegar a la meta de Berg en Terblijt con opciones de victoria. Los últimos metros, en ligero ascenso, no son favorables a las llegadas en solitario: o en grupos pequeños o en pelotón.

Curiosamente, desde el desplazamiento de la meta hasta más allá de la cima del Cauberg, las dos victorias -tres si contamos la del Mundial de 2013- han sido en solitario. Philippe Gilbert, en dos ocasiones, y Roman Kreuziger han sido los dos únicos ganadores en ese nuevo final. Lo que si está claro es que el nuevo final aporta los ataques y movimientos que la meta del Cauberg no propiciaba. El cambio que se produjo en 2012 está dando sus frutos con la valentía que el anterior final no daba.

Edición 2014: por tercera vez, Gilbert

Philippe Gilbert intentó volver a su dominio Ardenés de 2011 durante la pasada temporada. El belga ganó por tercera vez la Amstel Gold Race por delante de Jelle Vanendert y Simon Gerrans, segundo y tercero en meta respectivamente. Calcando la estrategia de su Mundial de 2012, el ciclista de BMC arrancó en mitad de la subida que previamente seleccionó su compañero Samuel Sánchez y se despidió de sus rivales. El Cauberg fue, por cuarta vez, cima Philippe Gilbert.

Todo gira alrededor del Cauberg

El Cauberg dice demasiado cuando hablamos de ciclismo. Una de las cotas más conocidas y más decisivas del ciclismo, solo comparada con las de Huy o la de Ans, que integran la Flecha Valona y la Lieja-Bastoña-Lieja en sus tr azados. Y la Amstel Gold Race no es nada sin el Cauberg. Un recorrido de casi 260 kms donde los ciclistas tendrán que "reconocer" hasta en tres ocasiones esta cota antes de subirla por última vez y decidir el ganador de esta clásica World Tour. Aparte de los cuatro pasos por el Cauberg, las 30 cotas más integradas en el recorrido harán una carrera muy selectiva.

Sin grandes cambios respecto a las pasadas ediciones, la Amstel Gold Race vuelve a estructurar su carrera alrededor de su cota por excelencia: el Cauberg (800 metros al 12%). En su maratoniano trazado se integran cuatro circuitos que arrancarán y acabarán en esta cota holandesa. Pero si todo va como en ediciones anteriores, el último de los circuitos, de menos de 20 kms, será el verdaderamente importante. En esta última parte de la prueba, las ascensiones de Geulhemmerberg, Bemelerberg y el propio Cauberg serán decisivas y decidirán al nuevo ganador.

El Geulhemmerberg (un kilómetro al 5'8%) y el Bemelemberg (900 metros al 7'6%) solo serán un tentempié que evitará llegar a la subida al Cauberg decisiva con más corredores en el pelotón de los necesarios. Y, finalmente, del Cauberg ya está todo dicho. Su casi un kilómetro de distancia y sus ya conocidas rampas es lugar de numerosos ataques y de desfallecimientos. Salir airoso de sus desniveles y de los movimientos que se produzcan será más que importante para buscar la victoria.

Los viejos rockeros contra el futuro de las cotas

La próxima edición de la Amstel Gold Race contará con dos tipos de participantes bien diferenciados: los ya veteranos que tienen medida la carrera y este final fruto de sus constantes participaciones y los jóvenes que querrán buscarse un hueco entre los favoritos y destacar en una especialidad, las cotas, muy abierta a nuevos ganadores. Tanto para ésta como para las dos clásicas siguientes los favoritos son prácticamente los mismos.

Entre los veteranos, Philippe Gilbert, Alejandro Valverde y Joaquim Rodríguez partirán como los hombres a batir. La explosividad en las más empinadas cotas y la velocidad en los grupos pequeños cuentan a su favor. Además de sus piernas y de buenas actuaciones en competiciones pasadas, contarán con equipos hechos a medida: siete ciclistas con el único objetivo de llevar a sus tres líderes hasta el inicio de la última cota lo más en cabeza posible. Simon Gerrans, Daniel Martin y Rui Costa también deberán ser tomados en cuenta.

El "equipo" de los jóvenes estará encabezados por Michal Kwiatkowski, buscando dar una alegría a su equipo tras una mala campaña primaveral, y Tim Wellens, en busca de su año de consolidación. A Tony Gallopin, Tom Dumoulin y Tom-Jelte Slagter también habrá que echarles un ojo cuando la carrera esté en sus kilómetros finales. Diego Ulissi, Julián Arredondo o Jan Bakelats serán unos peligrosos outsiders.

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Sobre el autor
Nacho Primo Genís
Buscaba libertad para escribir unas cuantas líneas sobre mi deporte favorito, el ciclismo, y encontré VAVEL a principios de 2014. Debilidad por el ciclocross y responsable de @Ciclismo_VAVEL.