Corría el 31 de enero de 1578. Dentro del marco de la Guerra de los 80 años, las tropas de la corona española y el ejército de los Estados Generales de los Países Bajos volvían a encontrarse en la Batalla de Gembloux. Sería una fecha decisiva que dejaría la guerra prácticamente declinada de uno o de otro lado. La caballería hizo de avanzadilla, pero con órdenes de no entablar combate hasta que no llegase el grueso del ejército y, sobre todo, la infantería. Pero este plan no se siguió, la caballería se lanzó a por la caballería enemiga, algo que descolocó a los holandeses y acabó con una aplastante victoria de la corona española, que se hizo con el control de varias ciudades importantes de la zona, como Namur y Huy.

Más tarde, en concreto unos 425 años después, la caballería española volvió a dejarse ver por aquellas tierras, por Huy concretamente, con ganas de batalla. Pero en esta ocasión no habría derramamiento de sangre alguno, sino exhibiciones sobre unos caballos ultraligeros y artificiales, las bicicletas. En vez de sembrar el terror y el pánico entre la población local propició asombro y admiración por como aquellos españoles eran capaces de conquistar, a base de pedaladas, la rampa más infernal de la ciudad: el Muro de Huy.

El primero en volver a conquistar las tierras belgas fue Igor Astarloa. En su año fantástico, 2003, donde se coronaría campeón del mundo, el vizcaíno logró antes otra gesta: plantar por primera vez la bandera española en lo alto del Muro de Huy. Astarloa sabía que era un hombre para las grandes clásicas, pero le faltaba demostrarlo. La Flecha Valona era la oportunidad ideal para dejar claro cuál era su potencial y hasta dónde podía llegar.

El vasco se filtró en una escapada que estuvo más de 100 kilómetros en cabeza de carrera. En el tramo final, el vizcaíno se despegó de sus compañeros de fuga Aitor Osa, Alexandre Shefer y Unai Etxeberría a 200 metros para la meta. Con una espectacular arrancada en las duras rampas de Huy abrió hueco para llevarse su triunfo más prestigioso con el maillot de Saeco.

Esta fue la primera ocasión en la que el muro de Huy fue denominado como "el muro de los españoles". Astarloa fue secundado en el podio por Aitor Osa, segundo en dicha prueba y el hispano-venezolano Unai Etxeberría rozó el podio con una cuarta plaza. Hubo un cuarto español en el top-10, el burgalés Ángel Castresana, que finalizó noveno.

No hubo que esperar demasiado para que un español volviese a coronarse como rey de Huy en la Flecha Valona. En esta ocasión fue Alejandro Valverde, que en 2006 se llevó su primera clásica de las Ardenas, y cuatro días después su primer monumento, Lieja-Bastoña-Lieja. El protagonismo de la etapa fue español. Primero atacó Igor Astarloa (Barloworld), pero el ciclista de Ermua se vino abajo.

Le tomó el relevo otro vasco, Iban Mayo (Euskaltel-Euskadi) y a este le siguió David Etxeberría (Liberty Seguros). Valverde cogió esta rueda y se lanzó en busca de la victoria. El murciano alzó los brazo en lo alto del muro de Huy, seguido de otro español, Samuel Sánchez. Entre los diez mejores se colaron otros dos, David Etxeberría octavo y Koldo Gil (Saunier Duval) noveno.

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Dominio absoluto

Joaquim Rodríguez fue el tercer español que colocó su nombre en el palmarés de la Flecha Valona. El catalán inició además una racha en la que ciclistas españoles conquistaron esta prueba en tres años seguidos. Era 2012 y el catalán no tuvo rival en las rampas de Huy. A pie de la rampa final, el pelotón alcanzó a Ryder Hesjedal y a Lars Nordhaug, los dos escapados, lanzados por el equipo Katusha.

Justo después de la neutralización, Purito hizo gala de su característica más típica. Con un ataque seco trató de librarse de sus perseguidores. Pero no pudo a la primera. Ni a la segunda. La constancia es una virtud, y en esta ocasión valió la victoria. A falta de 400 metros abrió un hueco que nadie pudo cerrar y acabó alzarse con el triunfo.

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No hay cuarto malo, reza el popular refranero español. Y le llegó el turno a Dani Moreno. Habitualmente actor de reparto, el madrileño tuvo que tomar el papel protagonista tras la caída de Joaquim Rodríguez en Amstel Gold Race. El catalán disputó Flecha Valona, pero no en condiciones óptimas de forma, así pues el liderato del equipo fue asumido por Moreno.

Después de la escapada inicial y otra escaramuza probada por Romain Bardet, Laurens Ten Dam y Simon Geschke, el pelotón llegó al muro de Huy con todo por resolver. Carlos Betancur fue el más valiente y lanzó el primer ataque, al que trató de responder Philippe Gilbert. A la rueda del belga se soldó Dani Moreno que, haciendo gala de mucha inteligencia táctica y una gran dosis de potencia, dejó sentado al ciclista de BMC, alcanzó al colombiano y se llevó el premio de la victoria. En el top 10 acompañaron al madrileño otros tres españoles. Su compañero de equipo Joaquim Rodríguez fue sexto, Alejandro Valverde séptimo y un gran Igor Antón octavo.

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Valverde, el único repetidor

El último vencedor llegó en la última edición de Flecha Valona. Alejandro Valverde, con una portentosa exhibición, se llevó su segunda victoria en el Muro de Huy. El Movistar realizó un gran trabajo de aproximación a la ascensión final, donde el murciano lanzó una bala: la ganadora.

Dani Moreno y Bauke Mollema lo probaron en primer lugar. Pero Valverde no perdía la cara a la carrera. A falta de 200 metros, haciendo gala de una potencia descomunal, aceleró y abrió hueco, un gran hueco que nadie pudo cerrar. Dan Martin y Michal Kwiatkowski trataron de seguirle, pero no pudieron alcanzarle. La arrancada del murciano había sido la ganadora y conquistó de nuevo Huy. Solo un español pudo acompañarle en el top 10, el madrileño Dani Moreno, noveno.

En los últimos años, cinco triunfos españoles adornan el palmarés de la Flecha Valona. Al igual que en el siglo XVI, la caballería hispana ha irrumpido con fuerza en las tierras belgas y ha arrasado en el Muro de Huy. En vez de derramamiento de sangre, estas tropas modernas derraman pasión y energía que han conquistado algo más que un palmarés: también se han metido en el corazón del aficionado ciclista belga.