Una de las pruebas por etapas, quizás, menos atractiva del World Tour se abre camino tras una época de clásicas apasionante. Atrás queda ya el pavé y las Ardenas y el Giro de Italia acaparará el protagonismo en las próximas fechas. Pero muchos ya tienen el Tour de Francia en sus miras. Chris Froome, Nairo Quintana, Vincenzo Nibali, Romain Bardet, Thibaut Pinot o Rui Costa intentarán salir con moral y buenas piernas de las prueba suiza.

El Tour de Romandía se ha celebrado de manera continua desde 1947. Se fundó con motivo del 50 aniversario de la Unión Ciclista Suiza y ya cuenta con casi 70 años de historia. Habitualmente son los vueltómanos con más potencia contra el crono los que han triunfado en esta carrera. Tony Rominger, Abraham Olano, Laurent Jalabert, Tyler Hamilton, Santiago Botero o Cadel Evans han sido los triunfadores en las últimas ediciones, además de Bradley Wiggins y el doblete de Chris Froome en 2013 y 2014. A esta nómina hay que sumar a ilustres como Eddy Merckx, Felice Guimondi, Stephen Roche o Bernard Hinault.

Mucha crono, media montaña y una llegada en alto

Y es que como se ha dicho en varias ocasiones, la crono será un factor fundamental en carrera aunque tampoco es que el recorrido sea llano, ni mucho menos. Y es que estamos hablando del país más montañoso de Europa y los puertos, de mayor o menor entidad, son constantes. El hecho de que la crono inicial sea por equipos y con una distancia considerable para esta disciplina, hace que la importancia de los bloques sea enorme. La media montaña tendrá protagonismo en jornadas que pueden decidirse al sprint o en grupos pequeños mientras que el sábado, la llegada en alto de Champex-Lac tendrá mucho que decir entre los escaladores mientras que la crono final será decisiva.

Etapa 1 | Vallée de Jux – Juraparc (CRE) | 19,2 km

La importancia del bloque, a escena. Crono por equipos larga, para lo que estamos acostumbrados en el ciclismo moderno, y ojo porque no tiene sorpresa. Tras 17 kilómetros relativamente llanos, una cota adorna la parte final. El Col du Mont d’Orzeires será un enemigo de las fatigadas piernas tras casi veinte kilómetros contra el crono. El empuje del líder y la potencia de su equipo será vital para salir con ventaja del Juraparc.

Etapa 2 | Apples – Saint-Imier |166 km

Jornada de media montaña clásica y que puede deparar sorpresas. Con un puerto de segunda, el Col de la Vue des Alpes, en la parte final, se hace difícil que los hombres rápidos puedan llegar con opciones aunque visto lo visto en los últimos tiempos todo puede ocurrir. Una escapada o un grupo reducido parecen los indicados para jugarse la victoria en Saint-Imier. El Col des Etroits (2ª), Le Haut de la Cöte (3ª) y el Col des Pontins (2ª) preceden al mencionado Col de la Vue des Alpes que se corona a 16 kilómetros de meta.

Etapa 3 | Moutier – Pourrentruy | 173 km

Etapa más suave que el día anterior con un desenlace que sí podría atañer a los hombres más rápidos. A pesar de ser una jornada escarpada, con dos altos no puntuables al inicio y cuatro puertos en la parte final, los más duros se encuentran lejos de meta y no son tan largos como el día anterior. La Côte de Bure (3ª), el Col de la Croix (2ª), el Col des Rangiers (2ª) y la Côte de Bure, de nuevo, serán los impedimentos de los velocistas. Aun así, el puerto de tercera es muy suave y, en principio, los velocistas no tendrán demasiados problemas para jugársela en el sprint. Una escapada es su mayor enemigo.

Etapa 4 | La Neuveville – Friburgo | 169 km

Día similar al anterior. Jornada que arranca con un llano de 60 kilómetros y que, como no, se endurece posteriormente. Dos puertos de segunda, Les Paccots y Sorens endurecerán el ritmo mientras que dentro de los últimos doce kilómetros, un puerto de tercera, Trevyvaux, pondrá en apuros a los hombres rápidos. Al igual que en la tercera etapa, parece un día propicio para una llegada de un grupo numeroso pues los puertos más duros están muy lejos de meta. El alto de tercera no parece tener demasiada entidad para evitar la volata aunque puede que algún sprinters se quede descolgado.

Etapa 5 | Friburgo – Champex-Lax | 166 km

Tras tres etapas en donde el protagonismo recaerá, probablemente, en velocistas y hombres secundarios, llegan las jornadas decisivas. La primera llega en forma de alta montaña. Cuatro altos de primera entre Friburgo y la cima de Champex-Lac. Los cuatro están distribuidos y separados por terrenos de llano por lo que todo se decidirá, salvo sorpresa, en la subida final, descartando el éxito de aventuras desde más lejos. Col des Mosses, Les Glettes y Petite Forclaz desgastarán las piernas de los cilcistas mientras que Champex-Lac será decisivo. Una subida de unos 14 kilómetros, constante y con buen asfalto, algo típico de la geografía suiza.

Etapa 6 | Lausana – Lausana (CRI) | 17,3 km

Jornada decisiva. Salvo que las diferencias sean enormes, la crono final decidirá el ganador. Típico recorrido con salida y meta en Lausana con una elevación importante en forma de repecho en la parte intermedia de la crono. Potencia y resistencia será clave para hacerse con el primer escalón del podio.

Tres candidatos al Tour y un gran tapado

Hablando ya de favoritos, muchos factores hay que tener en cuenta y mucho más el equipo, de cara a la jornada inicial. Chris Froome (Team Sky) es, de largo, el vueltómano que mejor potencia contra el crono tiene. Así lo demuestran sus dos victorias en esta carrera. Además, contará con un equipo muy compensado. Ian Stannard, Geraint Thomas y Peter Kennaugh serán vitales en la crono por equipo. Además, los dos últimos junto con Nicolas Roche y Wouter Poels serán grandes gregarios en la montaña. Además, Viviani también aportará potencia y buscará algún triunfo mientras que Philip Deignan y Luke Rowe serán grandes hombres de equipo. Un equipo muy compensado para el vigente campeón. Aun así, Froome no atraviesa sus mejores momentos luego de mostrar gran debilidad en la Volta a Catalunya y querrá recuperar sensaciones.

En el siguiente escalón aparece Vincenzo Nibali (Astana Team). El kazajo ya sabe que su equipo seguirá siendo World Tour e intentará aprovechar esa tranquilidad para conseguir el primer triunfo del año. Sin ser un especialista, ha ido mejorando contra el crono y es uno de los vueltómanos que mejor afronta esa disciplina. Además, su equipo tampoco es tan inferior al que acompañará a Froome. Todos ellos tienen buenas cualidades contra el crono pese a que solo Andreiy Grivko y Andrey Zeits son rodadores puros. El resto, Lieuwe Westra, Rein Taraamae, Michele Scarponi o Jakob Fuglsang, son escaladores muy completos y que tienen potencia para ayudar en la crono y para escoltar al siciliano en la montaña.

El tercero en discordia de entre los grandes candidatos al Tour de Francia es Nairo Quintana (Movistar Team). Quizás es el más flojo de los tres en crono, aunque también ha ido mejorando en esta disciplina. Además, eso sí, contará con el equipo más flojo de cara a la crono por equipos. Jonathan Castroviejo será su principal baluarte contra el crono con hombres como Imanol Erviti, Andrey Amador o Eros Capecchi en un segundo escalón. Para la montaña, su hombre de confianza será su compatriota Winner Anacona además de John Gadret y el propio Capecchi.

La terna de favoritos no se cierra aquí. Y es que Rigoberto Urán (Etixx-Quick Step) podría ser el gran tapado de la carrera. Vueltómano por excelencia y uno de los mejores escaladores en la disciplina contra el crono. Ya ha ganado cronos individuales en el Giro de Italia y esto, unido a que tiene un equipo a su servicio con hombres como Maxime Bouet, Gianni Meersmann y, sobre todo, Tony Martin para encarar la crono por equipos. Habrá que poner dos ojos encima del colombiano que tiene su primer gran objetivo, el Giro, muy cerca.

Spilak buscará una sorpresa que no lo sería tanto

Otros de los vueltómanos con buenas dotes contra el crono son Jean-Christophe Peraud (AG2R La Mondiale), Rui Costa (Lampre-Merida), Rafal Majka (Tinkoff-Saxo), Rohan Dennis (BMC Racing Team), Stef Clement (IAM Cycling), Ricardo Zoidl (Trek Factory Racing) y Robert Gesink (LottoNL-Jumbo) sin olvidarnos de un hombre: Simon Spilak (Katusha Team). Fue segundo en los dos últimos años y está en un gran nivel de forma. Siempre rinde en este tipo de carreras de una semana y con kilómetros contra el crono.

Entre los grandes escaladores que no van tan bien contra el crono encontramos a Romain Bardet (AG2R-La Mondiale), Thibaut Pinot (FDJ), Matthias Frank (IAM), que suele rendir muy bien en terreno suizo y con un equipo que jugará en casa, Daniel Martin (Cannondale-Garmin), Jurgen Van den Broeck (Lotto-Soudal), Romain Sicard y Pierre Rolland (Europcar), Przemieslaw Niemiec (Lampre-Merida) o el joven Simon Yates (Orica GreenEdge). Pocas opciones tendrán estos hombres pues los kilómetros contra el crono son muchos y ni ellos ni sus equipos, salvo excepciones, tienen grandes capacidades en esta disciplina. Su lucha estára, sobre todo, centrada en brillar en la jornada de Champex-Lac.

Escaladores puros de segundo nivel como Darwin Atapuma (BMC Racing Team), Sergei Chernetski (Katusha Team), David de la Cruz (Etixx-Quick Step) o Alexander Geniez (FDJ) podrían tener su protagonismo en montaña.

Las opciones de los contrarrelojistas puros

No hay que olvidarse de los especialistas puros que no solo tendrán opciones de ganar la crono final sino que pueden colarse arriba en la general. Como no, Tony Martin (Etixx-Quick Step) aparece en las quinielas. Es el mejor contrarrelojista del momento y ya se metió en el podio en 2011 y ahora, su capacidad en montaña ha mejorado mucho. Demostró que su nivel es altísimo con mucho protagonismo en la Vuelta al País Vasco. Será uno de los hombres a seguir sin duda. Otro de ellos es Maxime Monfort (Lotto-Soudal). El belga siempre ha sido un hombre muy completo, con buenas habilidades escaladoras pero, sobre todo, con potencia contra el crono. Jurgen Vandewalle (Trek Factory Racing), Ramunas Navardauskas (Cannondale-Garmin) o los Orica con Hepburn y Tuft cierran la terna de contrarrelojistas.

Martin es el gran candidato a la victoria en la crono final y quién sabe si podrá pujar a la general

Velocistas - rematadores

Hablando ya de las etapas con previsión de cerrarse al sprint, habrá que hacer dos grupos entre los hombres capaces de pasar en mejores condiciones que otros. Entre los velocistas puros, más endebles en las subidas, encontramos a hombres como Giacomo Nizzolo (Trek Factory Racing), Elia Viviani (Team Sky), Bryan Coquard (Europcar), Luka Mezgec (Giant-Alpecin) o Greg Henderson (Lotto-Soudal).

Ante las dificultades, en una llegada más reducida, Simon Gerrans (Orica GreenEdge) sería el gran candidato. Busca la victoria tras su regreso no triunfal en País Vasco y las Ardenas. Su compañero Michael Albasini, que corre en casa y ya se llevó tres etapas en 2014, será otro de los ciclistas a tener en cuenta en esas circunstancias. Ojo también con Julien Alaphilippe (Etixx-Quick Step), en un momento de forma monstruoso como ha demostrado en las Ardenas. Velocidad y buen paso por cotas, combinación explosiva. Entre medias, hombres como Gianni Meersmann (Etixx-Quick Step) o Arthur Vichot (FDJ), capaces de superar los altos aunque con un rendimiento muy irregular.

Gerrans busca su olfato en Romandía | Fuente: Orica GreenEdge.