El Giro ya está a la vuelta de la esquina y los equipos ultiman sus puestas a punto para la primera de las tres grandes vueltas de este año. En Romandía se cruzan los ciclistas que apuran sus opciones y sus piernas para la vuelta italiana y los que quieren acabar con confianza su primer pico de forma tras las clásicas y tomarse unos días de descanso para empezar a mirar al Tour de Francia. Para empezar esta vuelta por etapas, la organización ha diseñado una corta contrarreloj por equipos que servirá para ordenar a los grandes favoritos y a decidir el primer líder de esta prueba suiza. Y, como no, con trampa en la parte final, digna del terreno alpino de Suiza.

Cohesión, diálogo, coordinación y estrategia

Crono para rodar, pero con trampa en sus últimos kilómetros. La cohesión entre los equipos, el diálogo entre los ocho hombres, la estrategia tomada antes de salir y la coordinación en los relevos de los compañeros durante toda la prueba como si de uno solo se tratase será esencial para ganar en Juraparc, tras casi 20 kilómetros de esfuerzos y poco más de 30 minutos de pedaleo continuo. A nadie le gusta partir con desventaja en la montaña, menos aún a alguien que se está jugando la general. Para los favoritos, esta crono será esencial.

Una ligera bajada durante gran parte de esta contrarreloj conducirá a los ciclistas hasta el Col du Mont d'Orzeires, la trampa de la jornada. En total serán más de dos kilómetros y las rampas no serán fuertes, pero tener a los máximos corredores posibles tras la cota será vital para ganar o quedar segundo. Los últimos 750 metros serán por una carretera ancha y hecha para rodar que conducirá a los ciclistas a la meta de Juraparc, donde se verá el primer líder de esta edición. Tras la cima, cabeza agachada, dientes apretados y todos los piñones del desarrollo metidos. Solo así se podrá ganar.

Buscando la combinación perfecta

Difícil hacer pronósticos cuando ni la etapa está hecha para equipos rodadores ni para los más potentes en desniveles asequibles. La organización busca en este prólogo la combinación perfecta entre ciclistas rodadores y escaladores de media montaña y rápidos en cotas de poco desnivel. En cualquier caso, las diferencias no serán grandes y el ganar o perder se podrá decidir en cualquier momento. El equipo que tenga gente potente en la primera parte y rápidos escaladores en la segunda, se llevará el gato al agua y el primer maillot de líder. 

Etixx-Quick Step puede ser el gran favorito de la etapa. Rigoberto Urán, en forma para el Giro, y Tony Martin serán los líderes del equipo en la crono inaugural. La ayuda de Meersman y Serry en el llano y de David de la Cruz en la parte final contará a su favor. Orica-Green Edge se perfila como el otro gran favorito a ganar. No llevan a su mejor equipo, ni mucho menos, pero Tuft, Hepburn y Lancaster tiene de sobra para ser competitivos y pelear por la victoria. 

BMC también tendrá mucho que decir. Con un ocho comandado por Flackemore, Kung y Dennis, recórdaman de la hora, se plantan con serias opciones de triunfo en esta crono por equipos. Al igual que Movistar, que le viene bien ese último repecho para aumentar sus opciones de triunfo. Llevar en sus filas a Nairo Quintana, uno de los dos máximos favoritos, será una presión añadida para los de Unzue, igual que para Sky, que vendrán liderados por Chris Froome y con un equipo donde resaltar Thomas, Rowe y Stannard.

Entre los equipos outsiders a la victoria y con ganas de ganar, se encuentran IAM Cycling, Astana y Katusha, con Frank, Nibali y Spilak como líderes en esta ronda por etapas respectivamente. La lucha por no perder segundos se volverá entre los equipos sin aspiraciones a la victoria más importante para el propio triunfo en la crono. Para ello, deberán recordar las cuatro claves: cohesión, diálogo, coordinación y estrategia