La velocidad. Ese fenómeno tan relacionado con el deporte, con las carreras, con el ciclismo. Una velocidad que parece pasar algo desapercibida en las grandes vueltas en favor de los grandes escaladores y rodadores, protagonistas en las grandes etapas del Giro, Tour y Vuelta. Pero no conviene desdeñar la velocidad pues ofrece momentos cortos, a la par que emocionantes y vivaces. Las llegadas masivas, los sprints reducidos… el encanto de la fugacidad del deporte. Segundos o incluso milésimas de segundo para decidir quien toca la gloria y quién no.

Literario, sí, pero a la par, gráfico. El párrafo anterior describe uno de los encantos del ciclismo, las llegadas al sprint, ya sea un grupo masivo o menos numeroso. En la actualidad, una gran generación de velocistas pugna en las carreras por ser los reyes de la velocidad. Cavendish, Kittel o Kristoff son los reyes de esta generación cuya herencia presente sigue sacando cantera de velocistas. Pero la cosa no queda ahí ya que cada vez son más esos ciclistas que optan por un camino alternativo, buscando un nicho olvidado en ocasiones. Muchos velocistas puros, viendo la gran cantidad de rivales en las volatas, han optado por encaminarse hacia la resolución en grupos más pequeños. Degenkolb, Matthews, Lobato o también Kristoff, son los protagonistas de este target que incluye a potentes rodadores con buen remate tales como Gilbert o Gerrans.

Y cómo no, el Giro de Italia será un nicho de victorias para los hombres rápidos, aunque no tendrán fácil completar su labor. No estarán los grandes velocistas en la salida de San Remo pero sí que habrá varios integrantes de la nueva generación de sprinters. Además de esto, la dificultad del trazado de la Corsa Rosa, que transita por terrenos escarpados y con trazados peligrosos y técnicos, provocará que tanto velocistas como rematadores tengan que dar el 120% para lograr tener opciones de victoria.

Volatas que se complican

En cuanto a las etapas propicias para ellos, a priori se esperan cinco llegadas masivas “aseguradas”, aunque solo tres de ellas son de un perfil completamente llano. Las llegadas de Forli y Lido di Jesolo (10ª y 13ª etapa) son las más claras junto con la última etapa en Milán. En cambio, las metas de Génova (2ª etapa), con un complicado circuito final, y Castiglione della Pescara (6ª etapa), con terreno exigente a mitad de jornada. Los velocistas más puros como Viviani, Pelucchi, Greipel o Mezgec serán el target perfecto para estas etapas con permiso de Matthews, Lobato, Modolo o Colbrelli.

De cara a aquellas etapas que ofrecen más dudas y dureza para los velocistas puros, destacar que RCS siempre busca complicar los finales y no dejar nada asegurado. Un total de seis etapas se presentan como incógnita para los protagonistas de este reportaje. El peligro de las fugas amenazará unas llegadas que se esperan acotadas a aquellos hombres rápido más fuertes y hábiles. Metas tras un largo descenso, tras un puerto de tercera, tras un repecho o picando hacia arriba. Las posibilidades de los sprinters más puros se reducen. En la tercera etapa, con final en Sestri Levante, la llegada se realiza tras un largo descenso desde el alto de Barbagelata (2ª), donde los velocistas sufrirán. Aun así, muchos podrán recuperar terreno en los más de 40 kilómetros de descenso.

Al día siguiente, en La Spezia, las dificultades serán aún mayores; un puerto de tercera categoría se corona a solo diez kilómetros de meta, luego de una jornada de media montaña. Las fuerzas de los hombres rápidos llegarán justas y el alto de La Spezia será el juez de cara a la sinuosa llegada. Algo similar ocurre en la undécima etapa con final en Imola. Una jornada llena de puertos menores pero sin descanso. El último paso por la cota de Tre Monti se hace a solo ocho kilómetros de meta.

Las llegadas en repecho o con la meta picando hacia arriba son un clásico del Giro. En concreto, las llegadas de Fiuggi y Vincenza dejarán alternativas a los hombres rápidos que mejor rematen en pendiente, véase Matthews, Lobato o Gerrans, candidatos en estas llegadas más reducidas, si es que la fuga no les amarga el día. El final en el Monte Berico de Vincenza es muy exigente pues se hace tras enlazar varios puertos y repechos en la parte final y su pendiente es elevada.

Para acabar, conviene hablar del peligro que suponen las escapadas, sobre todo en la recta final de carrera, cuando las fuerzas andan más justas en el pelotón. Suele ocurrir que jornadas que, a priori, parecían asequibles para hombres rápidos sean decididas en una fuga bastante numerosa. Es por ello que la llegada en Lugano, luego de una jornada mayoritariamente llana podría no ser terreno de los velocistas, ya en la última semana de competición. Habilidad y fuerza son las claves de estos velocistas menos puros.

Velocistas puros y algo más...

Partiendo de esta diferenciación, en el Giro encontramos diversos perfiles. Los velocistas puros como Elia Viviani (Team Sky), Giacomo Nizzolo (Trek Factory Racing), Matteo Pelucchi y Heinrich Haussler (IAM Cycling), Luca Mezgec (Team Giant-Alpecin), André Greipel (Lotto-Soudal), Davide Appollonio (Androni-Giocattoli), Alexander Porsev (Team Katusha) o Alessandro Petacchi (Southeast). En este grupo la mayoría son jóvenes y prometedores velocistas que encuentran en el Giro un buen momento para lanzar su carrera definitivamente. Otros, asentados en la irregularidad como Haussler, Chicchi o Greipel quieren volver a revivir sus grandes momentos. Por su parte, el veterano y laureado Petacchi quiere rematar con victoria el que podría ser su último Giro.

Hablando del otro grupo, el de esos velocistas más completos, encontramos a Michael Matthews (Orica GreenEdge) y Juanjo Lobato (Movistar Team) como líderes de este estilo. Junto a ellos, Sacha Modolo (Lampre-Merida), Sonny Colbrelli (Bardiani-CSF Pro Team), Oscar Gatto (Androni-Giocattoli), Nikias Arndt (Team Giant-Alpecin), Moreno Hofland (LottoNL-Jumbo), Manuel Belleti (Southeast) o Boy Van Poppel y Fabio Felline (Trek Factory Racing). Estos ciclistas van más allá de un simple volata, sino que saben adaptarse a la dureza o dificultad del terreno. Pequeñas pendientes o finales técnicos y duros son el terreno ideal para ellos.

Lanzadores hacia la gloria

Los lanzadores serán claves entre los velocistas. Cada cual tendrá a su principal lanzador y, algunos, tendrán hasta varios gregarios a su disposición. Es el caso de Luka Mezgec con hombres como De Backer y Ludvigsson para el terreno de aproximación mientras que Tom Veelers y Nikias Arndt serán sus últimos lanzadores. Matthews también tendrá a varios ciclistas con potencia trabajando para él, como Luke Durbridge, Michael Hepburn y Sam Bewley y, como no, la calidad final de Gerrans que ensayará para el Tour. André Greipel contará con Lars Yitting Bak y Greg Henderson como ayudantes en los metros finales mientras que Sonny Colbrelli tendrá en Nicola Ruffoni su principal apoyo. Modolo también contará con un buen equipo en el que destacan Ariel Richeze y Roberto Ferrari. Por último, Elia Viviani tendrá el apoyo de hombres potentes como Bernard Eisel o Salvatore Puccio.

Importante la labor de los equipos en las llegadas masivas | Fuente: TDW Sport -Etixx-Quick Step.

Otros ciclistas rápidos se complementarán mutuamente en las volatas. Sucede con Matteo Pelucchi y Henrich Haussler en IAM; lo mismo en Trek, donde Nizzolo, Van Poppel y Felline se repartirán la responsabilidad. En Androni más de lo mismo con Appollonio y Gatto. Por último, destacar a aquellos ciclistas que tendrán que buscarse por su cuenta las opciones pues no contarán con gregarios específicos que apoyen con potencia o lanzamiento. Es el caso de Lobato o Hofland.

Los cazadores, rematadores en adversidades

Para acabar, entre los denominados como cazadores, con dotaciones de clasicómanos y rodadores, que serán candidatos en sprints muy duros y en los que los hombres más rápidos lleguen cortados o sin fuerzas. Así pues, encontramos a clásicoscomo Philippe Gilbert (BMC Racing Team), Simon Gerrans (Orica GreenEdge), Luca Paolini (Team Katusha), Grega Bole (CCC Sprandi Polkowice), Sylvain Chavanel (IAM Cycling), Simone Ponzi (Southeast) o Giovanni Visconti (Movistar Team). Además, jóvenes como Giovanni Battaglin (Bardiani-CSF Pro Team) o Gianluca Brambilla (Etixx-Quick Step). Luis León Sánchez (Astana Team) o Jesús Herrada (Movistar Team) pueden ser otros de los que se integren en este grupo.

Así pues, esa apasionante velocidad de la que hablábamos al principio se manifiesta en una nónima amplísima de candidatos. Esa incertidumbre que se decidirá en segundos o milésimas de segundos para determinar quién toca la gloria de la fugacidad.

Los diez velocistas más fiables

10. Giacomo Nizzolo

Velocista puro con ganas de demostrar que puede llegar a ser ese esprínter que prometió tanto en las grandes carreras Aún no ha logrado ninguna victoria de gran nivel y ya es hora de que triunfo en un gran escenario. Además, tendrá dos hombres de lujo para la parte final, con Fabio Felline y Boy Van Poppel como lanzadores. Llega con moral tras imponerse a rematadores de nivel en el GP de Nobili.

9. Gianni Meersman

Otras de esas perlas de la velocidad que se ha ido diluyendo, y la lista no es corta. Hace dos-tres años, el belga se hinchaba a victorias World Tour en carreras como París-Niza, Volta a Catalunya Romandía pero ya acumula dos años en blanco en la máxima categoría, justo en el momento en que debería haber dado un paso al frente. Un velocista que se defiende muy bien en finales exigentes y que contará con toda la maquinaria de Etixx en las llegadas.

8. Sonny Colbrelli

A sus 24 años, el italiano tiene aún mucho margen de progresión pero está en edad de empezar a brillar en las plazas más importantes. Y qué mejor que hacerlo en casa, con un equipo que apuesta tan fuerte por el Giro. Es uno de esos velocistas puros que sabe desenvolverse en finales que no son llanos al 100% y ahí reside su clave de éxito en 2014, donde se impuso en cuatro clásicas italianas. Ruffoni y Battaglin serán sus apoyos en las llegadas.

7. Elia Viviani

Potencia pura pero sin aprovechar. Puede parecer repetitivo pero Viviani es otro de los velocistas prometedores que se quedaron en menos de lo que apuntaban. Despuntó ya en su primera temporada como profesional y tocó la cima con el triunfo en Dauphiné 2013 pero, desde ahí, solo ha podido lograr victorias en escenarios menores. Un velocista 100% puro. Habrá que ver si el trabajo de desgaste que exige Porte puede minarle las opciones en las volatas.

6. Matteo Pelucchi

La progresión de este velocista puro ha ido, poco a poco, en aumento. Destacó desde el principio con triunfos de nivel en Almería, Dunkerke o La Sarthe pero en 2014 dio el arreón definitivo. Se coló con los mejores en carreras como Tirreno-Adriático, donde obtuvo la mejor victoria de su carrera, o Tour de Catar mientras que en Burgos remató la temporada. Este año arrancó muy bien con dos triunfos en la Challenge de Mallorca y habrá que ver cuáles son sus prestaciones en el Giro, en casa. Contará con Henrich Haussler como lanzador de lujo.

5. Luka Mezgec

La cosa se pone seria. Mezgec, velocista 100% puro, ha adquirido la responsabilidad en Giant, un equipo acostumbrado a los éxitos al sprint con Degenkolb y Kittel. La responsabilidad es grande y el esloveno no quiere defraudar. Ya logro ganar la última etapa del Giro de Italia 2014 en Trieste y este año quiere repetir tras un 2014 de ensueño. Su preparación ha sido menos resultadista pero sus prestaciones serán, sin lugar a dudas, más que elevadas.

Fuente: Team Giant-Alpecin.

4. Sacha Modolo

Modolo ha sido uno de los ciclistas con mayor proyección en el sprint de los últimos años. Eso sí, también es otro de los que se ha estancado. Este año solo ha estado delante en San Luis, Omán, Tres días de la Panne y Turquía, donde consiguió mojar. El italiano quiere brillar en casa y tiene argumentos para hacerlo. Un velocista que se maneja bien tanto en llegadas masivas como en otras algo más exigentes así que buscará en el Giro, la mejor victoria de su carrera.

3. Juanjo Lobato

Tras sorprender en 2014 con una gran temporada, sobre todo con el cuarto puesto en San Remo, 2015 empezó muy bien para el gaditano, que superó a John Degenkolb en la Vuelta a Andalucía. Un rival de entidad para poner de manifiesto su buen momento. Ahora, quiere abrir su palmarés en grandes vueltas. No es un esprínter convencional, pues se defiende mejor en finales exigentes, con repechos o pendientes, que en llegadas masivas al uso. Oportunidades le sobrarán en el Giro.

2. André Greipel

Frente a este ejército de velocistas más o menos jóvenes aparece el jefe, el veterano. La experiencia personificada en las potentes piernas de André Greipel. El alemán acumula ni más ni menos que dos etapas en las grandes vueltas y quiere seguir ampliando su palmarés en ese sentido. Aunque ha ido a menos en los últimos años, es un hombre siempre a tener en cuenta, más si cabe tras ganar este año en Algarve, París-Niza y Turquía en las llegadas que más le gustan: planas y sin dificultades, para imponer su enorme potencia.

1. Michael Matthews

El brillo de las volatas. Bling Matthews es el velocista total, capaz de estar entre los mejores en una llegada masiva llana y de vencer en los finales al sprint más exigentes. Potencia, habilidad, inteligencia... una mezcla perfecta para uno de los mejores esprínteres del momento. Además, buenos recuerdos le vendrán a la mente en Italia donde el año pasado consiguió una gran victoria y fue líder durante varios días. Este año ha ganado en París-Niza y País Vasco, además de hacer podio en Milán-San Remo, Flecha Brabanzona y Amstel Gold Race.