La posibilidad de ver la 'maglia rosa' recorriendo las carreteras del gigante norteamericano no parece una utopía. Es lo que se desprende de la entrevista concedida por Mauro Vegni, director del Giro, a VeloNews.

Un Giro más global

Tras los éxitos de las salidas del Giro en diferentes países europeos como Irlanda, Dinamarca u Holanda, la ronda italiana quiere 'exportar' el Giro a los nuevos países ciclistas emergentes como Estados Unidos o Asia.  "Los eventos más internacionales como Giro o Tour deben ser capaces de llegar a este tipo de países para promover nuestro deporte", comentó el director del Giro.

La elección estadounidense no es aleatoria ya que según reconoció Vegni: "Estamos muy contentos de saber que el Giro está creciendo año tras año en los EEUU, ya que es un mercado muy importante para nosotros". Además, destaca el hecho del interés de EEUU por Italia "por nuestra raza, los paisajes, la comida y la historia".

En el pasado ya hubo contactos para que el Giro tuviera presencia en EEUU.  La organización y la ciudad de Washington tenían muy avanzadas las negociaciones para la edición de 2012.  Sin embargo, la llegada de un nuevo alcalde y la austeridad económica en la ciudad hicieron inviable que el proyecto llegara a buen puerto.

Sobre la posibilidad de comenzar en otros lugares como en Oriente Medio, Vegni es pesimista: "Los Emiratos ya visitaron el Giro pero han invertido en sus propios eventos. Nuestros intereses estratégicos ahora se encuentran en otros países".

Compleja logística

El principal problema para llevar las carreras europeas al otro lado del Atlántico reside en trasladar toda la caravana ciclista. Para ello, Vegni se defiende con tener una infraestructura europea y una norteamericana, tal como se realizó en la salida de Irlanda.

Para reducir el impacto económico a los equipos, la organización diseñaría etapas para que los equipos solo llevarían el mínimo material, por lo que se descartaría una etapa contrarreloj. La duración del Giro aumentaría para que los corredores y equipo técnico pudieran realizar el traslado con suficiente tiempo.

Por contra, la organización de la ronda transalpina encontraría la oposición en los corredores ya que son reacios a los traslados debido a que se reducen horas de descanso y recuperación.

Habrá que ver como evoluciona las negociaciones pero la organizacón está dispuesta a superarse con tal de ver de rosa durante unos días en suelo americano.