Mikel Landa es uno de esos talentos que ha explotado a base de trabajo y paciencia. Muchas veces, en el ciclismo y en el deporte en general, la excesiva prisa por querer destacar o porque hacer destacar a un joven deportista, talento en ciernes, es peligrosa. Numerosos son los casos de chavales deportistas que emergen en determinado momento y, a partir de ahí, se ven envueltos en una espiral de famoseo, enormes cantidades de dinero y presión, mucha presión. Todo eso lo ha evitado Mikel Landa y su entorno.

El ruido mediático, un problema para los jóvenes

Mucha gente veía en el vitoriano al futuro del ciclismo español. Pero no ha sido hasta los 25 años cuando empezó a generar un ruido mediático destacable. A diferencia de otros ciclistas de su generación como Jesús Herrada, Ion Izagirre o incluso más jóvenes como Carlos Verona o Rubén Fernández, Landa ha llegado callado, agazapado. Los que le conocían sabían de sobra que acabaría explotando y con eso, basta.

Landa triunfó en Neila con Euskaltel | Fuente: EFE.

Nacido en Vitoria, el 13 de diciembre de 1989, y enseguida, en cuanto pudo, se enroló en la cantera de Euskaltel. Tras su paso por el Naturgas Energía en el campo profesional, Orbea decidió hacerle contrato profesional y en 2011, Euskaltel decidió que era el momento de pasar al primer equipo. La cantera vasca volvió a funcionar y el conjunto naranja tenía ante ellos una de esas numerosas perlas del norte.

Junto con Ion Izagirre, era el ciclista de mayor talento de una plantilla que contaba con veteranía y juventud, casi a partes iguales. La victoria de Izagirre en el Giro de Italia 2012, amén de grandes actuaciones en Tirreno, Vuelta a Asturias y Polonia. “El líder de Euskaltel para vueltas menores”, decían muchos tras ver cómo se desenvolvía también contra el crono. Con Landa no. Nadie se vino excesivamente arriba con su exhibición en la Laguna de Neila, en la Vuelta a Burgos 2011. El vitoriano fue reservado para el calendario español mientras que el resto de jóvenes de Euskaltel empezaron a salir fuera, con galones.

Diferente camino hacia el éxito

Antes de la desaparición de Euskaltel, un buen verano, con actuaciones destacadas en Vuelta a Madrid, Vuelta a Asturias, San Sebastián y Burgos y un top 10 en La Gallina (Vuelta a España), le valieron para fichar por uno de los conjuntos más potentes del panorama internacional. Mientras muchos de sus compañeros de equipo, con edades similares, emigraban a Movistar, un equipo cuyo liderato estaba muy marcado, Landa optó por otro camino, al igual que Mikel Nieve, y parece que han sido los más beneficiados. El aura de Movistar envuelve a los jóvenes bajo papel de meros gregarios mientras que en Astana parece que confían más en la juventud. No hay más que ver a hombres como Fabio Aru, Diego Rosa o Mikel Landa. Confianza pero también el saber llevar a los jóvenes, otorgando la presión justa y la confianza necesaria.

Pese a ganar una etapa en el Giro del Trentino, nadie se alteró. La paciencia seguía siendo clave. Una buena Vuelta al País Vasco y un grandísimo Giro del Trentino pero no destacó ni en Giro de Italia ni en Vuelta a España mientras Fabio Aru se lucía. Al año siguiente, Vinokurov le dio los galones exactos y la confianza suficiente. Libertad absoluta en la carrera de casa, la Vuelta al País Vasco. Lo mismo en el Trentino. Y Landa, respondió. Parecía que toda la paciencia del pasado surtía efecto. A una edad lo suficientemente madura como para poder afrontar con garantías el liderato en una vuelta menor y como para ser el gregario perfecto en una gran vuelta.

2015, la confirmación

Tras su triunfo en Aia y su casi perfecto Giro del Trentino, Landa se presentaba en la salida del Giro con intenciones muy claras: apoyar a Fabio Aru en todo momento. Una labor complicada pues parecía que tanto el equipo de Tinkoff como el de Sky, eran superiores en cuanto a gregarios y experiencia. Pero ha resultado ser al revés. El bloque de Astana está demostrando ser el mejor de la carrera. Cataldo, Rosa, Kangert, Tiralongo…y Landa. El vitoriano se ha convertido en el hombre de confianza de Aru. Una dupla juvenil pero muy vivaz y con mucha calidad. Agilidad subiendo y desparpajo a la hora de preparar la ofensiva.

Siguiendo con el protagonista de este reportaje, ante el desfallecimiento de Cataldo se ha quedado como principal apoyo de Aru en la primera etapa de alta montaña de verdad de este Giro. Ayer, en las rampas de Madonna di Campiglio trabajó a destajo para su líder intentando romper el esquema de la maglia rosa, apretando a todo un Alberto Contador con la intención de hacerle reventar. Astana jugó sus cartas con Landa y, viendo la solvencia de Contador, le dieron vía libre. “Te lo has ganado”, debieron pensar en el coche kazajo. Y Landa, respondió.

Frente a uno de los grandes

Pese a los numerosos arreones anteriores, con las piernas pidiendo la hora tras varios días de dureza climatológica y una etapa en la que se había rodado a mil por hora, Landa se lanzó hacia adelante sin pensarlo, superó a Trofimov y, sin un solo miramiento, se marchó en busca de su gran victoria. Tantos años tapado, tantos años sin dar la nota, para salir en el momento oportuno, emerger en el escenario donde un solo grande había ganado en la historia. En el hogar de ‘El Pirata’, Landa hizo historia. “Landa ha estado muy fuerte”, reconocía Contador ante su triunfo. De tú a tú, así trató este joven vasco al mayor valor del ciclismo nacional del momento. “Es un corredor que hay que tener vigilado”, insistía el líder de la carrera, conocedor del ciclismo de cantera y de los valores más jóvenes.

La paciencia le había otorgado el éxito. Esa paciencia que quizás no se tuvo con otros como Izagirre o Intxausti, o que no se está teniendo con estrellas emergentes como Rubén Fernández, ese excesivo ruido mediático que genera el tener a un chaval de gran calidad y querer que gane ya. La estrategia de Landa ha sido diferente y los frutos, están a la vista.