Alberto Contador es el vencedor, de forma justa, del Giro de Italia. El madrileño ha dominado la Corsa Rosa a la perfección, con un solo momento de debilidad superado con sangre fría e inteligencia, camino de Sestriere. Por lo demás, salvo los imprevistos, pinchazos, caídas y lesiones, Contador ha sido total merecedor de la carrera italiana, superando las adversidades y controlando a la perfección a todos sus rivales.
Una victoria, la séptima del pinteño en grandes vueltas, que le iguala con ciclistas de la talla de Miguel Indurain y Fausto Coppi. Eso sí, Contador acumula victorias muy repartidas: dos triunfos en el Giro de Italia, dos en el Tour de Francia y tres en la Vuelta a España (obviando el Giro y el Tour que le arrebataron por sanción). Ni Indurain ni Coppi han logrado repartir sus triunfos de tal forma, pues ninguno logró vencer en la ronda española.
Ahora, su objetivo será igualar y superar a Jacques Anquetil, que cuenta con ocho victorias. De ganar en el Tour de Francia lograría la igualdad con el ciclista galo y tendría que aprovechar su última temporada como profesional, en 2016, para intentar superarle buscando ya a dos de las grandes leyendas del ciclismo por etapas: Bernard Hinault (10) y Eddy Merckx (11). La labor de igualar a estos dos mitos es complicada, casi imposible viendo lo que le queda a Contador en activo.
El primer eslabón del doblete, conseguido
Más allá del reto de igualar a Indurain y Coppi con siete grandes vueltas, lo que busca Contador es el doblete Giro-Tour. Ya consiguió en 2008 vencer en el Giro y en la Vuelta y ahora busca una hazaña más compleja, por la cercanía de fechas entre la carrera italiana y la francesa. Una tarea que ya consiguieron en el pasado Fausto Coppi, Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault, Stephen Roche, Miguel Indurain y Marco Pantani.
De momento, la primera pata del doblete está cumplica. Contador ya viste de rosa y, ahora, quiere vestir de amarillo en los Campos Eliseos.