Criticado en muchos momentos de la carrera, Astana se marchó de este Giro de Italia con cinco victorias de etapas (Tiralongo, Landa x2 y Aru x2 ), la maglia blanca y la clasificación por equipos. A pesar de que la maglia rosa fuese para el insaciable Alberto Contador, el gran momento de Astana es merecedor de destacar.

9 guerreros

Se presentaba un Giro de Italia diferente al resto. Después de una primera mitad de año donde ningún corredor había conseguido sus objetivos hasta el momento, salvo Richie Porte, John Degenkolb y Alejandro Valverde, llegaba la hora de la Corsa Rosa. Los equipos grandes como Tinkoff, Sky y Astana jugaban una guerra psicológica en la selección de su nueve. En cuanto un equipo confirmaba a un hombre fuerte, otro cambiaba a un corredor “de relleno” por otro fuerte. Y el primero hacía lo propio para conseguir superioridad. Así hasta tener en Astana corredores de la talla mundial como Fabio Aru, Dario Cataldo, Tanel Kangert, Mikel Landa, Davide Malacarne, Diego Rosa, Luis León Sánchez, Paolo Tiralongo y Andrey Zeits. Una mezcla entre juventud y experiencia que pronto empezó a dar resultado.

Un objetivo: vestir la maglia rosa en Milán

El equipo de Vinokurov llegaba a Italia con el objetivo de alzarse con la victoria en la clasificación general, y a priori Fabio Aru era su hombre. El sardo venía de padecer una gastroenteritis 15 días previos al Giro de Italia, por lo que no se sabía con certeza a qué nivel se encontraría durante las tres semanas. Para el bien de Astana, Aru estuvo a la altura de una gran cita como el Giro de Italia. Siempre agresivo, salvo en la subida al Mortirolo, puso contra las cuerdas a un Contador todavía dañado por su luxación en el hombro izquierdo en la primera semana.

A pesar de intentarlo de todos los modos, arrebatarle la maglia rosa a Alberto Contador fue casi misión imposible. Astana lo intentó todo y quiso tomar la misma estrategia que en el Tour de Francia que ganó Nibali. Conseguir el maillot de líder en la primera semana y después defenderlo con uñas y dientes. Estrategia que no sería tan fácil de llevar a cabo con una CRI de 59 kilómetros, donde corredores como Urán, Porte o Contador eran superiores a Fabio Aru y a Mikel Landa.

La locomotora azul

En 17 de las 21 etapas que se disputaron en este Giro de Italia, el pelotón superó el mejor horario previsto y gran parte de culpa la tuvieron los nueve corredores de Astana. De Zeitz, como primer a hombre en tirar del equipo, hasta Mikel Landa, como último hombre que debía permanecer junto a Fabio Aru, todos crearon una locomotora perfecta. Daba igual que terreno fuese, montaña, llanura, rompepiernas etc, los ocho escuderos del sardo se dejaron todo en las carreteras italianas por llevar en volandas a su líder.

Con un ritmo endiablado, los pupilos de Martinelli buscaron desgastar a los jefes de filas de Tinkoff, Sky y Etixx, principales rivales del equipo kazajo. Siempre en la cabeza del pelotón, el azul turquesa era el color predominante. Tanto era el dominio de Astana que en la primera semana conseguía colocar en la clasificación general a cuatro corredores en el top 10. Gregarios como Tiralongo, Tangert conseguían superar a jefes de fila como Beñat Intxausti (Movistar) o Carlos Betancurt (Ag2r), este último a causa del abandono de Domenico Pozzovivo.

La sorpresa de Mikel Landa

Jan Polanc alzaba los brazos en Abetone y mientras tanto, Contador, Porte, Aru y un invitado inesperado como era Mikel Landa en esos momentos se probaban sin que ninguno desvelase sus cartas. Solamente Landa cedió un par de segundos en la línea de meta con este trío. A priori todo parecía indicar que Mikel Landa se desinflaría según pasasen los días. Pero para sorpresa de todos, corredores como Porte, Urán y Pozzovivo, todos ellos alternativa a la maglia rosa, fueron diciendo poco a poco adiós a la lucha por la maglia rosa. Mientra que Mikel Landa ocupaba una tercera posición casi inesperada.

Llegaba la tercera semana y las previsiones acerca del vasco decían lo mismo: "La montaña iba a poder con él". Ningún adivino podía imaginar lo que estaba a punto de demostrar el joven corredor de Astana. En la casa de Marco Pantani, Madonna Di Campiglio, Mikel Landa supo aguantar las embestidas de Contador para más tarde alzarse con la victoria. Algo muy parecido sucedió en Aprica, donde después de la exhibición de Contador en Mortirolo y la pájara de Fabio Aru, Landa tuvo que tomar la decisión de ser momentáneamente el líder del equipo y luchar con Kruijswijk y Contador por la victoria de etapa, que finalmente consiguió. Mikel Landa había demostrado que podía ser el relevo generacional español de corredores como Alejandro Valverde, Joaquím Rodríguez o Alberto Contador.

Fuente: Giro de Italia

Sin la maglia rosa pero con más premios

Finalmente Astana no consiguió la maglia rosa, que se fue en favor del pinteño. A pesar de ello el balance del equipo kazajo tiene que ser positivo. Una maglia blanca, más que merecida por Fabio Aru, dos corredores en el podio, Aru y Mikel Landa, cinco victorias de etapas y la clasificación general por equipos, donde ninguna otra "squadra" pudo toserles.