Linus Genderman (Cult-Energy) ha vuelto. El ciclista alemán ha vencido en la segunda etapa del Tour de Luxemburgo, con meta en Walferdingenn, y se coloca como nuevo líder de la general. El teutón remató un ataque realizado a 20 kilómetros para meta junto a Marc de Maar (Roompot) para darle a su equipo el primer éxito del año. De esta manera, vuelve a ganar en una prueba que se llevó en 2011.

Con un recorrido quebrado, propicio para las escapadas, se formó un grupo de cuatro por delante con Fabio Duarte (Colombia), Johnny Hoogerland (Roompot), Loïc Pestiaux (Wallonie) y Stijn Steels (Topsport Vlaanderen). Este grupo, que se entendió a las mil maravillas, logró una renta máxima de más de ocho minutos mientras que, por detrás, el pelotón se lo tomó con más tranquilidad. A falta de 90 kilómetros para meta, Wanty-Groupe y Lotto-Soudal tomaron la iniciativa y comenzaron a reducir la diferencia de los escapados.

El esfuerzo en la parte delantero de la prueba comenzó a pagarse. El ritmo de la escapada descendió y comenzaron a descolgarse algunos de sus integrantes. Primero fue Pestiaux el que dijo basta, a falta de 48 kilómetros para meta el combativo Hoogerland cedió. Pero no solo el desgaste y la dureza del terreno se dejó sentir por delante. El líder de la general y ganador de la primera etapa, André Greipel (Lotto-Soudal), se descolgó a falta de más de 30 kilómetros para el final, lo que supuso que, a buen seguro, la victoria de etapa llevaría consigo también el premio del liderato.

El as bajo la manga de Gendermann

A falta de solo 25 kilómetros para meta, la ventaja de los escapados era de solo 2 minutos y descendía rápidamente. El premio del doblete etapa-liderato seducía a muchos y dos de los integrantes del pelotón se lanzaron en busca del botín. Linus Gendermann y Marc De Maar atacaron y rápidamente alcanzaron a los dos supervivientes de la fuga, Steels y Duarte. Contaban con menos de un minuto, pero un inspirado Genderman puso un exigente ritmo que ocasionó que la ventaja no decreciera rápidamente.

La marcheta puesta por el alemán rápidamente tuvo sus frutos y redujo el cuarteto a pareja. Duarte y Steels, desgastados por llevar toda la etapa en fuga, cedieron en la última subida de la jornada, por lo que parecía que el triunfo se lo jugarían entre los dos recién llegados al frente de la prueba. Por detrás se formó un grupo de 11 hombres que puso todo de sí para tratar de cazar a este dueto, pero fue imposible. Gendermann, que se había mostrado mucho más fuerte que De Maar, se llevó el doble premio que había en juego en Walferdingenn.

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