La RAE define "garrapata" como el ácaro que se agarra al cuerpo de ciertos mamíferos para chuparles la sangre, la rueda si adaptamos el término de la RAE al vocabulario ciclista. Sin ir más lejos, en el día de hoy, Rui Costa, como ya hiciera en 2013 en Florencia con Valverde y Nibali, también protagonistas en la sexta etapa, se enganchó a la rueda de sus compañeros de fuga hasta el momento clave de dar el hachazo definitivo que dejaba al campeón del Tour 2014 sin ninguna posibilidad de victoria. El portugués que este año decidió no ir al Tour de Suiza -prueba que ha ganado los tres últimos años- por Critérium du Dauphine, ya ha hecho buena su actuación en la ronda francesa con este triunfo de etapa.

Lluvia, chubasqueros, caras de sufrimiento y ciclismo de antaño es lo que se estaba viviendo en la sexta jornada de Critérium du Dauphine, que a priori iba a ser la más tranquila de las de montaña. 183 kilómetros con seis puertos, a destacar Col du Rousset (1ª categoría), dejarían las fuerzas de los ciclistas bajo mínimos. Los ataques y los movimientos, a partir de la Croix-Haute, cuando faltaban aún más de cien kilómetros para la línea de meta.

Día de abandonos

Las carreteras mojadas, el ambiente invernal y la velocidad de crucero del pelotón provocó que hasta catorce corredores tuvieran que abandonar la carrera y decir adiós a la 67ª edición de Critérium du Dauphine. Entre los abandonos con más repercusión se encuentran los de Julian Alaphillipe (Etixx), Samuel Dumoulin (Ag2r) y Alex Dowsett (Movistar).

Los jinetes del apocalipsis

La noche de ayer debió de ser una noche de reflexión para ciclistas como Nibali, Costa, Valverde o Gallopin que vieron como Chris Froome y Tejay Van Garderen se impusieron con solvencia en Pra Loup. Por lo tanto, si querían poner en jaque al líder de la carrera y al británico de Sky tenían que preparar un plan agresivo y valiente, un ataque inesperado y de desgaste, una emboscada.

Sin vacilar y sin más miramientos, Nibali, Valverde, Gallopin, Tony Martin, que más tarde sucumbió, y Rui Costa se lanzaron al ataque al acecho de la emboscada perfecta. El pelotón sorprendido y atónito por un ataque de tal calibre fue presa del pánico, causado también por las condiciones meteorológicas que no ayudaban para nada a calmar a los corredores.

La Biblia cuenta que el fin del mundo vendrá de la mano de los cuatro jinetes del apocalipsis que causarán hambre, dolor y muerte. De una manera parecida debió de sentir Chris Froome el posible fin a su batalla por la clasificación general. Sin equipo tras el ataque de los cinco jinetes, tuvo que aliarse con BMC y Lotto Jumbo para rebajar las diferencias que ya se disparaban a los 3'30". Sin mucho éxito por parte del corredor de Sky, los jinetes del apocalipsis le habían ganado la batalla y además han desvelado de qué pie cojea Froome para el Tour de Francia que llega en menos de 20 días.

La montaña no es para Tony Martin

Con una fuga de tal calidad, el pelotón, cada vez más reducido, nada podía hacer por alcanzarles. Así que la lucha por la victoria de etapa y el maillot amarillo estaba en cuatro corredores; Nibali, Valverde, Gallopin y Rui Costa. Tony Martin, como buen rodador que es, no es muy amigo de la alta montaña, y poco a poco empezaba a sufrir en las ascensiones previas a Villar de Lans, hasta que finalmente y a falta de 20 kilómetros de la línea de meta se descolgó totalmente fundido. Había realizado una gran etapa.

La historia se repite

Seguramente a muchos se les habrá venido a la cabeza el mundial de Florencia 2013. Mismos protagonistas salvo Joaquím Rodríguez (su puesto lo ocuparía el francés Gallopin). Y es que hoy, como en la Toscana hace dos años, el portugués Rui Costa ha sido el más listo de la clase, siempre a rueda de los rivales más fuertes, Nibali y Valverde, y a la espera de que su momento llegase. Pero no sin antes sufrir el ataque de Gallopin en la bajada, quizás a la desesperada al ver que no tenía mucho que hacer en el cara a cara con tres gigantes del ciclismo moderno como han sido sus compañeros de fuga en el día de hoy.

A pesar de esto, no se pusieron muy nerviosos los tres protagonistas de Florencia 2013. Todo lo contrario, se miraban, se desafiaban y esperaban a que alguno moviese primero ficha. Éste sería Vincenzo Nibali, que como en el Tour de 2014, subió el último repecho casi sin moverse del sillín. Ni Valverde, ni Gallopain pudieron seguirle, solo Rui Costa en tierra de nadie intentaba enlazar con su rueda. Todo parecía que la etapa y el maillot de líder sería para el italiano, que a falta de un kilómetro rodaba en solitario hacia la victoria. Pero más descansado y frasco que ninguno, Rui Costa apareció como un resorte de la nada y se puso a la par con Nibali. La misma historia que en Florencia 2013 se repetía, el corredor de Lampre se alzaría con la victoria de etapa después de un fuga para el recuerdo.

El único consuelo que le quedó al italiano fue el maillot amarillo que tendrá que defender con uñas y dientes en la etapa reina de mañana.

El día de mañana...

Si la sexta etapa del Critérium du Dauphine fue un infierno para todos los corredores, la etapa reina de la ronda francesa puede provocar desfallecimientos a más de uno. Con seis puertos, todos ellos de primera categoría salvo uno, repartidos en 155 kilómetros dictarán sentencia en la prestigiosa carrera francesa.

Video de la etapa

Clasificación