Quienes en los últimos tiempos ven en los finales en alto el mayor foco de espectáculo del ciclsimo pueden ir cambiando de opinión. Y es que hoy se ha vuelto a ver que no hace falta una llegada en alto, con grandes pendientes, para que los grandes capos del ciclismo pugnen por los triunfos. Y más en una carrera llena de outsiders como la Vuelta a Suiza, donde el favoritismo se reparte entre una decena de ciclistas y la valentía es clave para triunfar.
Así pues, el croata Krisjtian Durasek se ha impuesto en la segunda etapa tras el descenso de Michaelskreuz, Un descenso que ha resultado apasionante, con varios ataques. Al final, un grupo de nueve ciclistas se ha jugado la victoria y el ciclista de Lampre resultó triunfador. Atacó en el momento preciso y nadie se organizó para pillarle. Hombres como Geraint Thomas, Jakob Fuglsang o Thibaut Pinot se han mostrado muy activos en la jornada de hoy. Tom Dumoulin mantuvo el liderato.
La segunda etapa de la Vuelta a Suiza 2015 se disputaba con salida y meta en Rotkreuz. Un circuito inicial tenía dos pasos por un alto de segunda mientras que el circuito final, con dos vueltas, tenía la ascensión a Michaelskreuz (1ª), también en dos ocasiones. Tras un descenso frenético, la meta se encontraba al final del mismo.
Fuga de cuatro valientes
El primer intento de fuga se consolidó con medio minuto de renta en el kilómetro 23 de carrera. El alto de (2ª) dejaba mucho terreno a las aventuras. Así pues, Cameron Meyer (Orica GreenEdge), Valerio Agnoli (Astana Team), Jurgen Roeladnts (Lotto-Soudal) y Luka Pibernik (Lampre-Merida) se hacían con la cabeza de carrera formando la fuga de la jornada. Benjamin King (Cannondale-Garmin) y Simone Antonini (Wanty-Groupe Gobert) intentaron enlazar con los fugados pero acabaron siendo neutralizados por el pelotón.
Sin grandes diferencias (no superaron los tres minutos de renta), la escapada llegó a la primera ascensión a Michaelskreuz y Pibernik y Meyer se erigieron como los más fuertes. Dejaron atrás a sus compañeros de fuga y se fueron hacia adelante en las rampas del puerto de primera, con buen entendimiento. Meyer era séptimo en la general, a solo seis segundos, por lo que su presencia era muy peligrosa para los intereses de Giant y Dumoulin.
Kwiatkowski no está fino
El pelotón estaba siendo dominado por numerosas escuadras. Una vez llegados a la cuarta ascensión de la jornada, definitiva, Etixx-Quick Step cogió el control del grupo, pero Kwiatkowski no llevaba buenas piernas y, en cuanto los favoritos se pusieron serios, no pudo con el ritmo de la cabeza. Tampoco Fabian Cancellara (Trek Factory Racing) pudo con el ritmo de los mejores.
Y es que el ritmo brutal de Jakob Fuglsang (Astana Team) dejó el pelotón reducido a los más fuertes y anuló las opciones de la escapada. El grupo principal quedó reducido a los que mejor piernas llevaban. El propio danés junto con Geraint Thomas (Team Sky), Julián Arredondo (Trek Factory Racing) o Thibaut Pinot (Française des Jeux) se mostraban más fuertes en ese grupo principal, reducido a una decena de unidades.
Emoción en un descenso frenético
A un kilómetro de coronar, Geraint Thomas agitó el árbol. Demarró con fuerza y potencia, sello característico del galés. Fuglsang salió rápido a su rueda. También llegaba Simon Spilak (Katusha Team), aunque mostrando más dudas. Eso sí, el líder asumió la responsabilidad y le pegó un buen arreón al grupo de favoritos para alcanzar al trío de cabeza.
Coronaban ambos grupos a doce kilómetros de meta. En el inicio de la bajada se juntaban ambos grupos con esta formación: Dumoulin, Pinot, Moreno, Fuglsang, Durasek, Thomas, Miguel Ángel López, Julián Arredondo y Spilak. Por detrás, un grupo con buenos rodadores encabezado por Peter Sagan, Bob Jungels, Ben Hermans o Morabito, y con grandes escaladores como Pozzovivo, Reichembach, Ananona o Gesink. Al final, fueron los ciclistas que mejor mezclan la potencia con la escalada los que se impusieron en la jornada de hoy, como ya se avisaba al inicio de la carrera.
Con todo por decidir, el descenso resultó frenético, alcanzando velocidades de hasta 90 km/hThomas volvió a moverse en un terreno en el que se defiende a las mil maravillas. El de Sky lo probó en el descenso y se llevó a Pinot a su rueda. Pero fueron neutralizados con la carrera lanzadísima. El emocionante descenso, con demarrajes de varios ciclistas, sin éxito, hizo que la distancia entre el grupo de cabeza y el perseguidor aumentaba. El grupo del líder tenía 31 segundos sobre los perseguidores a falta de cinco kilómetros. La victoria, salvo sorpresa, estaba delante.
Durasek, el más listo
En el terreno de falso llano descendente hacia la meta, volvieron a haber movimientos. El más prolífico, el de Thibaut Pinot. El francés saltaba del grupo a tres kilómetros para el final junto con Jakob Fuglsang. Al final, de nuevo el ímpetu de los hombres que venían persiguiendo pudo con los demarrajes y todo llegó al último kilómetros por decidir. El grupo de nuevo se jugaría el triunfo y, gracias a las bonificaciones obtenidas por Thomas, una victoria le colocaba como líder.
Emoción máxima en la meta de Rotkreuz. Durasek saltaba con potencia y confianza adentrados en el último kilómetros y, enseguida, consolidó su ventaja. El croata había estado en los cortes buenos, pero no se había mostrado en exceso ni había gastado fuerzas en vano. Hombres como Thomas, Fuglsang, Pinot o Arredondo se habían movido y habían gastado fuerzas. También Dumoulin había gastado persiguiendo a los demarrajes. Pero él no.
Aprovechó el factor sorpresa para coger unos metros y nadie cogió la responsabilidad por detrás. El ciclista de Lampre saboreó la victoria con una renta amplia a falta de 200 metros y se impuso con claridad en meta. El sprint de grupo fue para Dani Moreno que se impuso a Julián Arredondo en meta. Thomas no bonificó por lo que Dumoulin mantiene la renta con sus perseguidores.
Y mañana...
La tercera etapa tendrá también mucha miga. De inicio, Gotthardpass de categoría especial. Tras un largo descenso y llano, la parte final tiene una ascensión de segunda y otra de tercera, antes de acceder a la meta que pica hacia arriba en Olivone.