La Vuelta a Suiza 2015 está alcanzando su final pero, antes de que esto suceda, la ronda helvética pone sobre la mesa emocionantes jornadas que tratarán de darle emoción a la carrera en sus últimos capítulos. La octava etapa, con inicio y final en la capital suiza, Berna, y 152 kilómetros de recorrido, trata de aportar esto mismo a la prueba.

El itinerario no ofrece ni un solo metro de tranquilidad, de descanso, y continuamente la carrera tiene desnivel, ya sea positivo o negativo. El hecho de que la etapa no sea larga propicia que muchos hombres no guarden nada y salgan al ataque desde el primer momento. Emboscadas y sorpresas pueden aparecer durante esta jornada, por lo que FDJ y, en concreto, el líder, Thibaut Pinot, deben de estar muy atentos.

La etapa consta, básicamente, de un circuito de 38 kilómetros en el que deberán afrontar una subida a mitad del mismo. La dureza de la etapa comenzará a hacerse patente desde el inicio. En el momento en el que se dé el pistoletazo de salida en Berna, la carretera ya comenzará a picar hacia arriba de forma constante pero no excesivamente dura durante unos 25 kilómetros.

Posteriormente, habrá un descenso de unos 13 kilómetros para volver a la capital helvética, desde donde este circuito comenzará de nuevo. Las dos últimas vueltas habrá cuatro altos puntuables de tercera categoría, por lo que Stefan Denifl (IAM) podría buscar certificar su maillot de la montaña.

El final de la etapa es complicado. Una dura y corta ascensión a las puertas de Berna podría dejar a muchos candidatos cortados en los últimos kilómetros. Esta subida finaliza a 2,5 kilómetros para la meta situada en la capital suiza.

Favoritos con pedigrí

Para una etapa de estas características y con una semana de competición en las piernas, el abanico de candidatos a la victoria se reduce, simplemente, a aquellos que se han mostrado más fuertes durante toda la prueba. Aun así, se pueden dar tres escenarios donde los ciclistas que opositen al triunfo varían.

En primer lugar, puede darse la situación de que una escapada haga camino y se presente en Berna con la victoria en sus piernas. En este caso, los grandes cazafugas del pelotón tendrían su oportunidad. Corredores como Thomas De Gendt (Lotto-Soudal), Fabian Cancellara (Trek), Martin Elminger (IAM) o Jan Bakelants (AG2R) podrían estar ante su jornada de gloria.

Otro posible escenario es que llegue el pelotón, pero el ritmo no excluye a posibles velocistas con fuerza para aguantar la subida. En este caso, Orica GreenEdge tendría varios candidatos. El principal sería Michael Matthews, pero Michael Albasini o Daryl Impey también podría alzar los brazos. Giant también tendría a su hombre, John Degenkolb, para este supuesto. Pese a ello, el favorito número uno en esta situación sería Peter Sagan (Tinkoff), que buscaría su particular triplete en tierras suizas.

Por último, la carrera podría endurecerse y que este tipo de corredores no aguantase el ritmo. En este caso, emergerían las figuras del Katusha, con Dani Moreno y Simon Spilak al frente, y las del Sky, con Sergio Henao y Geraint Thomas como candidatos. Además, Jakob Fugslang (Astana), el líder de la prueba, Thibaut Pinot (FDJ) o Warren Barguil (Giant) tendrían su oportunidad de llevarse la victoria.

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