De vez en cuando, en el lugar menos esperado, surgen bellas historias de amor. Así le sucedió a Samuel Sánchez con el Tour de Francia, una carrera en la que siempre ha dejado su sello con grandes actuaciones y a la que regresará en 2015, su primera vez sin vestir de naranja.

Pese a todos, los inicios no fueron fáciles. Con solo 24 años debutó en la ronda gala, en 2002, y duró 12 etapas, exactamente hasta que llegó fuera de control a Plateau de Beille. El ovetense se topó de frente con la dureza del Tour en una de las cimas míticas. Aquel año, su mejor resultado fue el 15º de la séptima etapa con final en Avranchez.

Con ganas de más y de mejorar sus prestaciones, Samuel Sánchez regresó el año siguiente a la ronda gala. Poco a poco notó la mejoría de su rendimiento pero, de nuevo, un gran coloso se interpuso en su camino, el de finalizar la Grande Boucle. Esta vez fue el temido Alpe D'Huez, que llegó relativamente pronto, en la octava etapa, y le hizo llegar a meta fuera de tiempo.

Retorno con más fuerza

Cinco años estuvo ausente Samuel Sánchez del Tour tras esta abandono forzoso. Volvió el 2008, pero como un ciclista mucho más maduro y con la vitola de posible candidato. Por fin logró su objetivo, acabar la ronda gala, pero con un rendimiento excelente. Finalizó sexto en una general liderada por Carlos Sastre pero, no solo eso, si no que fue protagonista en varios días grandes de la carrera.

Foto: Laurent Cipriani | AP Photo

Su mejor puesto en una jornada había sido el 15º de la séptima etapa de 2002, algo que mejoró con creces en la séptima de esta edición, con meta en Aurillac, donde fue séptimo en una etapa ganada por Luis León Sánchez. Pero, días después, en el día grande de aquel Tour, se exhibió. En la subida al Alpe D'Huez, ese puerto que le había golpeado, y de qué manera, cinco años antes, solo se vio superado por un inconmensurable Carlos Sastre que encarriló su triunfo en el Tour aquel día. Segundo en la etapa, el asturiano entró en el top 10 de la general, algo que no solo no dejaría escapar, sino que mejoraría.

El mejor Tour de Samu

En 2009 el asturiano no participó en la ronda gala y, ya en 2010, regresó con ganas de más. El ovetense se dejó ver desde el primer día, dando a entender que quería algo más que el sexto puesto alcanzado dos años antes. Lo logró, ya que acabó cuarto en la general, pero tras las posteriores sanciones a Alberto Contador y Denis Menchov, Samuel Sánchez finalizó el Tour como subcampeón, a la estela de Andy Schleck.

La victoria de etapa se le resistió, pero la rozó en dos ocasiones y en dos cimas con mucha historia. Fue segundo en la octava etapa, con final en Morzine, donde alzó los brazos Andy Schleck y seis etapas más tarde sucedió lo mismo en Ax 3 Domaines, donde ganó Christophe Riblon y entró en meta justo detrás de Menchov, a posteriori sancionado. Además, en otras cumbres de renombre como el Tourmalet o Mende fue cuarto y quinto, respectivamente.

Lunares y victoria

En 2011 volvió a probar suerte en el Tour con otro objetivo entre ceja y ceja: la victoria de etapa. La duodécima etapa fue el día que la suerte le sonrió. Con la meta situada en Luz Ardiden, el ovetense alzó los brazos con un pequeño margen de ventaja sobre Jelle Vannendert gracias a una arrancada en el tramo final. Uno de los sueños que tenía lo había cumplido. Además, logró grandes resultados en Plateau de Beille y Alpe D'Huez, donde fue segundo por detrás de Vannendert y Pierre Rolland, respectivamente.

Aquel Tour no solo será recordado por el asturiano por este triunfo parcial. Samuel Sánchez logró subir al podio de París, pero no como maillot amarillo, sino para recibir otros honores: ser el rey de la montaña. Con 108 puntos, diez más que Andy Schleck, vistió el maillot de lunares en los Campos Elíseos además de acabar en quinta posición en la general (tras la descalificación de Contador).

Un adiós no deseado

Vistos los buenos resultados de sus últimas participaciones en el Tour, Samuel Sánchez se animó a participar en él de nuevo en 2012. En la octava etapa, camino de Porrentruy, sufrió una caída muy dura. Las consecuencias fueron graves: tuvo que abandonar con una fractura de clavícula que, además, le impidió defender su título olímpico en Londres.

Ahora, en 2015, Samuel Sánchez vuelve al Tour. Cambia de colores, de rol y de objetivos, pero lo que ofrece seguro es entrega y espectáculo. El asturiano espera marcharse de Francia con un sabor diferente al de 2012 y similar al de 2008, 2010 o 2011.