Vincenzo Nibali sabe recordar. El siciliano ha usado un plan de preparación de cara al Tour de Francia de la misma forma que en 2014: no ha hecho muchas carreras, no ha obtenido grandes resultados y se ha mostrado bastante débil, comparado con rivales como Froome, Quintana o Contador. Pero una semana antes del Tour remata su preparación con una gran victoria en los Nacionales de su país, uno de los campeonatos más disputados y duros, con rivales de entidad como Diego Ulissi, Domenico Pozzovivo o Franco Pellizotti.

Y es que la victoria de Nibali iba a ser muy trabajada en un recorrido plano, con salida en Legnano, que se complicaba en la parte final con la doble subida a la Basílica del Superga, en Turín. Una carrera muy similar a la Milán-Turín que se disputa a final de temporada.

Emoción desde el inicio

Muchos ataques de salida para buscar una escapada que iba a tener muy pocas opciones. Los grandes escaladores italianos iban a buscar la victoria en la cima del Superga pero los equipos querían tener representación delante. El primer grupo que se destacó fue un quinteto integrado por un activo Manuele Boaro (Tinkoff-Saxo) junto con Giorgio Cecchinel (Southeast), Riccardo Stacchiotti (Nippo-Vini Fantini), Adriano Brogi (D'Amico) y Davide Vigano (Team Idea).

Este corte se fue con varios minutos de renta, con Lampre y Astana trabajando por detrás. Las dos formaciones más fuertes cogían la responsabilidad. Ataques esporádicos de Luca Sterbini (Bardiani-CSF Pro Team), Filippo Fortin (GM), Marco Frapporti (Androni-Giocattoli), Giorgio Checchinel (Southeast) o Antonio Nibali (Nippo-Vini Fantini) animaron la carrera previamente a los altos. Una vez el ritmo de Astana, con Malacarne al frente, y Lampre, con Ferrari, Bono, Bonifazio y Pozzato trabajando para Ulissi, pudo con los escapados y el intento de Sonny Colbrelli (Bardiani-CSF Pro Team) fue anulado, todo llegó a los pies de Superga por decidir.

Cataldo abre el fuego y su líder lo remata

Dario Cataldo (Astana Team) lanzó un potente ataque que dejó el grupo principal en nueve unidades con los más fuertes: Francesco Reda (Team Idea), Diego Ulissi (Lampre-Merida), Gianfranco Zilioli (Androni-Giocattoli), Fabio Taborre (Androni-Giocattoli), Domenico Pozzovivo (AG2R La Mondiale ), Davide Rebellin (CCC), Mauro Finetto (Southeast) y Davide Villella (Cannondale-Garmin) además de Vincenzo Nibali. El siciliano no se lo pensó y, tras coronar, lanzó un ataque, sabedor que el terreno de descenso le beneficiaba.

Nibali se fue con 25 segundos y dura compañía: un rocoso Reda se encaramó a la rueda del vigente campeón y Ulissi les siguió a duras penas. Enseguida abrieron un hueco de 25 segundos y lograron aumentar su renta tras la caída de Taborre, que ralentizó el ritmo de los perseguidores.

La furia de 'El Tiburón'

El trío de cabeza llegó a la segunda ascensión, de ocho kilómetros tras pasar por Turín, con veinte segundos de margen. Por detrás, se formó una persecución tardía con Pozzovivo, Rebellin y Zilioli. Poco a poco, el ritmo de Nibali y sus demarrajes fueron minando las fuerzas de sus compañeros de corte. Finalmente, Ulissi cedía en primer lugar y, posteriormente, era Reda el que sucumbía al poderío de 'El Tiburón' que entraba en solitario en meta. Segundo era Francesco Reda y tercero, Ulissi. Por detrás, Zilioli se erigió como el más fuerte de la persecución, seguido de Rebellin y Pozzovivo.

Así pues, Nibali defendió con éxito el maillot 'tricolore' y llega al Tour con la honra de portar de nuevo la bandera de su país en medio del azulado maillot de Astana. Un camino idéntico al del año pasado en donde lució con éxito dicha bandera y, ya en la segunda etapa, se impuso y se hizo con el amarillo para no soltarlo.

Clasificación final

Malori, sin rival contra el crono

En el campeonato nacional contra el crono, Adriano Malori se impuso con claridad. Un minuto de diferencia para el ciclista de Movistar con respecto al segundo clasificado, Moreno Moser (Cannondale-Garmin) y algo más sobre Daniele Benatti (Tinkoff-Saxo).