La finura y la potencia sobre una bicicleta. Así podríamos definir a grandes rasgos la figura que en Italia se conoce como 'pasita veloce', una especie de clasicómano fino, cuyo remate, lejos de ser tosco y rudo, es opulento y pomposo. Como las marcas de automóviles de lujo, mezclando una carrocería preciosista con un caballaje espectacular; belleza y potencia sobre un vólido de lujo. Esta analogía entra en juego cuando vemos vencer a ciclistas como Tony Gallopin, Simon Gerrans, Greg Van Avermaet o Daniel Martin, aquellos que tienen un perfil de clasicómano, mezclando la velocidad de los sprinters y la habilidad propia para superar obstáculos en el camino hacia la meta. En el Tour de Francia podremos disfrutar de la presencia de varios de estos 'superdeportivos' de lujo.

Tony Gallopin, la potente finura de Porsche

Tony Gallopin es la finura hecha ciclista, la belleza. Pero bajo ese capó de niño bueno se esconde una potencia capaz de salir en los escenarios más difíciles. Con la elegancia de un Porsche, mezclando la tradición con la novedad en los vistosos alerones y juveniles cabriolés, el francés se ha ganado a todo aficionado al ciclismo como la marca germana ha hecho con todo amante al automovilismo. Ya lo ha demostrado en el Tour de Francia y lo hizo un año antes en su descubrimiento ante el mundo en San Sebastián, exhibiendo clase en una subida y manteniendo la potencia en el descenso y llano final. Así suelen ser sus victorias. Como la recordada bajo la lluvia de Niza en la pasada Carrera del Sol.

Simon Gerrans, la aceleración de Ferrari

Simon Gerrans es la potencia sin control en los metros finales. Con una aceleración de 0 a 100 en poco más de cuatro segundos, como el Ferrari más rápido jamás construido. Un clásico en el pelotón igual que Ferrari lo es al automovilismo. Capaz de pasar como una bala en los metros finales y superar incluso a los más rápidos del pelotón con un robustez y fuerza típica del caballo de Maranello. En el Tour ha triunfado y mucho y quiere repetir éxitos tras un Giro de Italia que ha usado para calibrar su motor. Atentos a Gerrans porque su veloz remate no dejará indiferente a nadie.

Daniel Martin, la caballerosidad anglosajona

Daniel Martin puede compararse con un Aston Martin. La potencia anglosajona mezclada con una carrocería robusta y elegante. El irlandés es demoledor cuando salta dentro de los últimos 2000 metros y, aunque su robustez le permite subir grandes puertos incluso compitiendo con los grandes capos del pelotón, destaca por su potencia y remate desde no muy cerca de la meta y aprovechando el terreno más duro. Tradicional, refinado, caballeroso... El porte de Martin sobre la bicicleta es similar a un oscuro Aston Martin y su potencia desatada no tiene límites.

Greg Van Avermaet, la ambición del 'jaguar'

Greg Van Avermaet aglutina las cualidades de Jaguar, una marca caracterizada por la ambición, la ambición de ese animal asesino y veloz que reza en la parte delantera de sus automóviles. Veloz y ambicioso, cualidades vistas en la figura de Van Avermaet, clasicómano sin triunfos pero con cualidades más que a la vista. Ante la ausencia de Philippe Gilbert, otro de los superdeportivos del pelotón, Greg tendrá todas las opciones de éxito de BMC en terreno de cotas y repechos, donde es un auténtico killer y, a la mínima oportunidad, ataca con mucha potencia, como el jaguar.

Van Avermaet, uno de los clasicómanos sin recompensa | Fuente: Galería oficial BMC-Switzerland.

Sylvain Chavanel, en la línea clásica de Mercedes

Un clásico del pelotón como Sylvain Chavanel nos recuerda al Mercedes. Tradición, elegancia y, bajo el capó, muchos caballos que se desatan siempre con control. Coche caballeroso y fino, como el francés quien, a sus 36 años aún opta a vencer tanto en escapadas, aprovechando la fiabilidad de su montura, como a rematar con éxito en grupos reducidos, donde poner en juego esa experiencia y potencia que los años otorgan. El Tour es su carrera; ha conquistado tres etapas en tierras conocidas para él y, sobre sus piernas, tantos kilómetros como años de tradición tiene la marca germana, para muchos, la más legendaria y distinguida de entre todas las marcas de lujo.

Lars Boom, un indestructible Hummer

Un todoterreno, un Hummer. Lars Boom tiene las mismas cualidades que la todopoderosa marca de 4x4 americana: robustez extrema, fuerza para superar cualquier terreno y cualquier situación y potencia para aplastar a sus rivales, derribando incluso muros de hormigón. El neerlandés ya ha demostrado que es un tipo duro y, cuanto más duras sean las condiciones, mejor. Dentro de su Hummer, Boom cabalga seguro y consciente que pocos obstáculos podrán pararle en su camino hacia la meta. El pasado año demostró su robustez sobre las piedras de Arenberg, no se achantó y fue el más valiente y fiable en aquellos caminos embarrados y resbaladizos. Pero Boom sacó a relucir sus imponentes ruedas para paliar los golpes de las piedras y triunfar en un escenario épico, donde aspira a repetir triunfo en 2015.

Lars Boom quiere repetir triunfo sobre el pavé del Tour | Fuente: ASO.

Así pues, los 'superdeportivos' de lujo se presentarán en busca de carreras en las que triunfar. La bandera de cuadros del Tour, cada una de las 21 banderas de cuadros del Tour, serán una motivación extrema para que estos ciclistas de lujo lo den todo sobre la bicicleta. Belleza y caballaje, ¿mezcla perfecta?