Plumelec es un restaurante de primer nivel. Aquí solo logran degustar su mejor plato los mejores y cada mucho tiempo. Cuatro veces ha sido meta en el Tour, y han logrado conquistarlo Bernard Hinault en dos ocasiones, Erik Zabel y Alejandro Valverde en 2008. Pero nunca se había llegado a lo alto de esta ascensión en grupo, en equipo, luchando contra el reloj. Innovador y bello, duro y satisfactorio. Así ha sido el resultado de lo vivido en la novena etapa de la ronda gala, que cerraba el primer bloque, previo a la llegada de la alta montaña. El vencedor ha sido el actual equipo campeón del mundo de la disciplina, BMC, que superó por milésimas a Sky. Muy cerca de ellos, tercero, acabó el Movistar, certificando su mejora en esta especialidad.

El recorrido no era el habitual en una crono por equipos. Sube y baja, nada de un itinerario totalmente llano, y con un final en alto. Toda una revolución que el Tour ya había testado en Dauphiné, con buen resultado y con triunfo para BMC, al igual que en esta ocasión. Los últimos dos kilómetros, los de la ascensión a Plumelec, eran un auténtico calvario. O, más bien, era la puerta al averno, ya que el verdadero infierno comienza el martes con el bloque pirenaico. El inicio de esa rampa era el comienzo del sufrimiento para todos: sarna con gusto para los escaladores, una auténtica prueba de supervivencia para el resto.

Bocas abiertas, caras desencajadas, ciclistas que no querían cortarse... las imágenes dantescas vistas en esta rampa eran constantes. Como en tiempos medievales, Plumelec era la guillotina que esperaba al desertor, al traidor o al hereje para que todo el pueblo le viera languidecer. El público podía ver el sufrimiento previo a la muerte y en estas rampas podía reflejarse esa situación, con claras diferencias de contexto. La responsabilidad y la fatiga, en el momento en que un equipo se quedaba con cinco hombres, se aunaban en este rush final. Estropear el trabajo de los compañeros, ponérselo más complicado al líder o privar al conjunto de la victoria de etapa eran los horrores que se pasaban por la mente mientras el sufrimiento hacía acto de presencia.

Nicolas Roche fue el espejo de esta situación. El irlandés, quinto hombre de Sky, no dio más de sí y sus compañeros, que parecían tener piernas para ganar, tuvieron que esperarle. La losa que cayó sobre él fue gigantesca, y todo ocasionado en Plumelec, una subida aparentemente sencilla pero que a la postre se ha hecho durísima.

Foto: AFP

BMC, con Samuel Sánchez entre sus últimos cinco corredores, supo gestionar la etapa. Por 62 milésimas superó a Sky gracias a un sensacional trabajo de Rohan Dennis en la cabeza del grupo y una labor sacrificadísima de Van Avermaet a cola, aguantando con uñas y dientes, ya que era el quinto hombre. Este hecho supuso el triunfo ya que Sky vivió una situación similar pero Roche, que también lo intentó, no pudo mantener el ritmo y obligó a frenar a los suyos. El ritmo de Froome, que volvió a demostrar ser el más vigoroso del pelotón, quemó a su compañero que en el tramo final cedió.

En tercer puesto acabó Movistar, firmando una gran crono. De menos a más, saliendo a tope y acabando sprintando, el conjunto telefónico planificó a la perfección el recorrido. En el primer punto intermedio parecía difícil que optasen a la victoria, finalmente se quedaron a solo cinco segundos. Los más perjudicados de cara a la general fueron Alberto Contador, Vincenzo Nibali y, sobre todo, Joaquim Rodríguez.

El pinteño y su Tinkoff estuvieron lejos de estos tres primeros equipos. Perdieron 24 segundos respecto a Movistar y casi medio minuto con BMC y Sky. Algo más cedió el Tiburón de Messina, Nibali, cuyo Astana no mostró el nivel necesario para pelear por los primeros puestos de la etapa y se quedó a 35 segundos de BMC. Por último, Katusha naufragó camino de Plumelec. Purito Rodríguez, que no tiene las pruebas contra el crono como su gran fuerte, tuvo que tomar la responsabilidad de encabezar al conjunto ruso en el tramo final, pero no pudo evitar la sangría de segundos de su escuadra, que cedió 1:53 respecto a BMC.

Las curiosidades de la jornada las protagonizaron MTN-Qhubeka, Orica GreenEdge y Adam Hansen. El conjunto sudafricano, que ya tuvo el honor de colocar a uno de sus hombres en la historia del Tour, a Daniel Teklehaimanot, como el primer africano de raza negra en subir al podio de la ronda gala, disputó su primera crono por equipos de la temporada. Los australianos, por otro lado, no dieron el cien por cien en esta etapa, ya que esperan reconducir la marcha de su Tour en las próximas dos semanas. El cuadro aussie solo cuenta con seis hombres tras la retirada de tres de sus ciclistas y partían con esta desventaja respecto a los demás. Por último, Hansen, del Lotto-Soudal, fue el único hombre que tomó la salida con una bicicleta normal y no con una cabra, ya que las heridas sufridas por su caída en la segunda etapa le impidieron adoptar la postura idónea sobre la bicicleta de contrarreloj.

La clasificación general llega al día de descanso del Tour liderada por Chris Froome, pero con Tejay Van Garderen pisándole los pies. Alberto Contador ya está a más de un minuto del británico, mientras que Nairo Quintana, pese a la gran contrarreloj por equipo de Movistar, se queda a casi dos del hombre de Sky y Nibali a 2:22. Alejandro Valverde se queda entre el pinteño y el colombiano, a 1:50, y Joaquim Rodríguez empezará los bloques de montaña a casi cuatro minutos.

La etapa, en imágenes

Clasificaciones